_
_
_
_
Tecnología

Samsung ya sabe por qué sus teléfonos ardían solos

La firma culpa a las baterías de dos proveedores, que en ocasiones generaban cortocircuitos La compañía retrasa la presentación del Galaxy S8 y crea un Comité Asesor de Baterías

Koh Dong-jin, presidente de Samsung Electronics' Mobile Communications hace una reverencia durante la rueda de prensa de esta madrugada.
Koh Dong-jin, presidente de Samsung Electronics' Mobile Communications hace una reverencia durante la rueda de prensa de esta madrugada. KIM HONG-JI (REUTERS)
Marimar Jiménez

Samsung Electronics ha presentado hoy los resultados de su investigación sobre los incendios en el modelo Galaxy Note 7, su smartphone estrella de alta gama retirado del mercado el pasado octubre debido a estas ingniciones espontáneas en el terminal. De acuerdo con las conclusiones relatadas por el responsable de su división de telefonía móvil, Koh Dong-jin, la causa está en dos fallos diferentes presentes en las baterías del dispositivo, procedentes a su vez de dos proveedores distintos, uno de ellos la propia unidad de semiconductores de la firma surcoreana. Unos errores gravísimos que han provocado unas pérdidas de 4.900 millones de euros a la multinacional asiática.

El estudio señala que algunas de las baterías de ion-litio estudiadas registraron cortocircuitos internos y que algunas carecían además de membranas de aislamiento por errores en el proceso de fabricación. Samsung, que quiere pasar página cuanto antes a uno de los fiascos tecnológicos más sonoros de los últimos años, ha querido dar todo lujo de detalles sobre qué ocurrió.

Así, la compañía ha concluido que la batería de los primeros Galaxy Note, fabricada por Samsung SDI, se hicieron con un revestimiento demasiado pequeño, lo cual impidió a la pila expandirse y contraerse correctamente durante los ciclos de carga y descarga, lo cual hizo que los electrodos positivo y negativo entraran en contacto y cortocircuitaran.

El Galaxy S8 no estará en el Mobile World Congress

La crisis provocada en Samsung con los fallos del Galaxy Note 7 tiene otro impacto grave en la compañía. Koh ha explicado hoy que el futuro Galaxy S8, el nuevo buque insignia de la empresa, no estará en el Mobile World Congress, la feria móvil de Barcelona, que se celebrará a finales de febrero. La confirmación oficial de una noticia que ya había sido publicada por algunos  medios, restará brillo a este evento, pues Samsung (uno de los invitados estrella) utiliza la feria desde hace años para lanza sus productos. En la última edición, la asistencia del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, en su presentación, llevó a convertir el evento de la surcoreana en uno de los que más miradas atrajo.

El responsable de Samsung no avanzó cuál será la fecha de la presentación del S8 ni si será en un evento exclusivo para el, como suele hacer Apple cuando anuncia un nuevo iPhone. Algunos medios especializados apuntan a que será Abril el mes elegido por la firma surcoreana. Los mismos medios ya avanzan que el nuevo terminal contará con un asistente virtual propio de Samsung, que la compañía eliminará el jack de auriculares y que su pantalla ocupará la mayoría del frontal.

La compañía hará todo lo posible por evitar que el futuro lanzamiento se vea ensombrecido por la crisis del Note 7, aunque no podrá evitar seguramente que el mercado someta a su futuro dispositivo a un examen más exhaustivo. Como decía la semana pasada el analista independiente español Jaime García Cantero, “la apuesta de Samsung debe ir por la innovación (sin precipitaciones como parece que ocurrió con el Note 7) y la diferenciación de sus nuevos competidores. Bandazos tácticos en el corto plazo complicarían aún más su situación”.

La batería de repuesto, fabricada por la empresa china ATL, no presentaba problemas originalmente, pero éstos aparecieron después de que la compañía se viera obligada a multiplicar su producción a niveles inéditos después de que Samsung conociera los problemas en las primeras baterías y tuviera que recoger y cambiar los terminales afectados. Este hecho llevó a la firma surcoreana a pedir a su proveedor que aumentara notablemente su producción para abastecer la demanda del Note 7, lo cual desencadenó fallos en los controles de calidad, que llevó a fabricar algunas unidades sin membranas de aislamiento, facilitando que de nuevo se produjeran cortocircuitos.

La investigación ha sido realizada a lo largo de un mes por la propia compañía tecnológica surcoreana y otras tres organizaciones: las consultoras estadounidenses UL y Exponent, y la empresa alemana de inspección técnica y certificación TÜV Rheinland. Directivos de las tres compañías estuvieron hoy presentes durante la rueda de prensa en Corea del Sur. Koh explicó que unos 700.000 investigadores e ingenieros recrearon procesos de carga y descarga con unos 200.000 dispositivos y unas 30.000 baterías de ion-litio para detectar y analizar los fallos.

"Las lecciones de estos incidentes han calado muy hondo en nuestra cultura y nuestros procesos. Trabajaremos duro para recuperar la confianza del consumidor", dijo el directivo, consciente de que este traspiés le ha salido caro a la compañía, no solo en ingresos y beneficios sino también en su reputación, que se ha visto duramente golpeada.

Nuevo comité asesor

Koh volvió a pedir disculpas a todos los usuarios del Galaxy Note 7, operadoras móviles, socios de negocio y distribuidores. Y explicó que Samsung ha puesto en marcha una variedad de procesos internos de calidad y seguridad para mejorar aún más la seguridad de sus productos, incluyendo protocolos adicionales como las medidas de seguridad en múltiples capas y la comprobación de la seguridad de las baterías en 8 puntos.

La multinacional, que libra una dura batalla con Apple y Huawei, ha creado también un Comité Asesor de Baterías formado por asesores externos, expertos académicos e investigadores "para garantizar" que mantiene una perspectiva "clara y objetiva" sobre la seguridad y la innovación relativa a esta pieza clave en los smartphones, que cada vez requieren baterías más potentes.

Las conclusiones sobre el Galaxy Note 7 eran esperadas por los inversores, dado el grave daño reputacional, además de financiero, provocado por el escándalo. Los primeros incendios de terminales provocaron una sustitución masiva de éstos por teléfonos nuevos, que también en ocasiones se prendían fuego de forma autónoma. Las imágenes de teléfonos achicharrados y las prohibiciones de volar con Samsung castigaron duramente a la firma durante semanas. 

La empresa publica mañana sus resultados correspondientes al cuarto trimestre de 2016 y a la totalidad del ejercicio, en los que sin embargo se espera una notable recuperación de su beneficio operativo gracias a las mayores ventas de chips y pantallas.

El conglomerado también se ha visto salpicado recientemente por el escándalo de corrupción de la “Rasputina” surcoreana ante la implicación en la trama del número uno del grupo y vicepresidente de Samsung Electronics, Lee Jae-yong, cuya detención fue solicitada la semana pasada aunque finalmente desestimada por un tribunal.

Samsung ha informado que el 96% de los Galaxy Note vendidos han sido devueltos por sus propietarios. Los demás han sido inhabilitados por las operadoras de manera remota.

Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

_
_