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Sector financiero

S&P: el lastre inmobiliario de la banca bajará en 70.000 millones en dos años

La agencia de calificación espera que las entidades financieras reduzcan su lastre inmobiliario en unos 35.000 millones en 2017

endencias del sector bancario español
Alejandro Meraviglia

S&P Global Ratings está convencido de que se producirá un nuevo proceso de consolidación en el sector financiero español, consecuencia de un entorno de baja rentabilidad, que presionan a la baja los márgenes de la banca, además de por los mayores costes regulatorios. Los elevados activos improductivos en los balances de estas entidades también influyen negativamente en sus cuentas, lo que les empuja a este nuevo proceso de fusiones, según explicó ayer el director general de Instituciones Financieras de S&P, Jesús Martínez. El directivo considera que este proceso de consolidación ayudaría a las entidades de menor tamaño a mejorar su rentabilidad.

El Banco de España y gran parte de las principales entidades financieras españolas comparten esta idea, y están convencidas de que a medio plazo se producirá una segunda vuelta a las fusiones. Estas fusiones se sumarían a la que previsiblemente protagonizarán Bankia y BMN en julio.

En sus previsiones para el presente ejercicio, la agencia de calificación considera que el sector financiero español se verá apoyado por la “robusta” recuperación económica que vive España, además de por la mejora que está experimentando tanto el empleo como el sector inmobiliario. Este último factor cree que es clave para la mejora de la rentabilidad de la banca. Cree, de hecho, que a lo largo de este año la lacra del ladrillo se reducirá considerablemente y pasará de los algo menos de 183.000 millones de euros con los que cerrará 2016 (las cuentas se cierra el 20 de enero) a unos 148.000 millones en 2017.

Esta es la primera vez que se reducen los activos adjudicados por debajo de los existentes en 2010, según los datos facilitados por S&P. Ese año alcanzaron los 175.000 millones.

Los activos improductivos en la banca española llegaron a sumar 320.000 millones en 2012 si se tiene en cuenta los adjudicados transferidos al Sareb por la banca nacionalizada. Ya en 2016 los activos adjudicados se redujeron en la banca en unos 37.000 millones, según S&P. Entre 2016 y 2017 la caída rondará los 70.000 millones.

La agencia de calificación alerta, no obstante, de que el sector se verá afectado por algunos riesgos derivados de la crisis como el elevado volumen de activos improductivos que mantienen las entidades en sus balances, o la dificultad que mantendrán para aumentar la rentabilidad, ante unos tipos de interés muy bajos que presionan los márgenes de la cuenta de resultados.

Pese a ello, la agencia considera que la banca podrá seguir compensado esta caída de la rentabilidad y la presión de los márgenes con las menores provisiones que deben hacer, consecuencia de la reducción de los activos improductivos que se está llevando a cabo, y que espera continúe en los próximos años. S&P prevé que la perspectiva de riesgo del sector financiero se vaya reduciendo, lo que contribuirá a una revisión de sus calificaciones.

Durante la presentación y preguntado por cómo pueden afectar al sector bancario las decisiones judiciales que se están conociendo sobre el modelo hipotecario español, como la devolución de las cláusulas suelo, Martínez ha asegurado que esto puede perjudicar al sector en su mejora de la rentabilidad, pero en ningún caso, afectará a la calificación de las entidades.

S&P también presentó ayer sus previsiones para el sector asegurador, cuyo negocio crece de forma sostenida gracias a la mejora económica y a las condiciones del mercado. La agencia considera que la rentabilidad del ramo no vida permanece sólida y estable. La firma mantiene, que al contrario de lo que se detecta en el sector bancario con previsibles futuras fusiones, en el de seguros no se esperan operaciones corporativas.

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