PHI culmina la compra de una convulsa Lladró
La rama crítica de la familia no logra imponer a un inversor alternativo
Fumata blanca entre los Lladró. La junta de accionistas de su matriz, Sodigei, ha acordado este jueves la venta de la compañía de figuritas de porcelana al grupo industrial PHI. El sector crítico de la familia no ha conseguido finalmente imponer su propuesta de introducir a un inversor alternativo a través del que conservasen una representación en la compañía.
El hermano mayor de los Lladró, Juan Lladró, ha hecho valer su papel como accionista mayoritario de la compañía (al retener un 75% de la misma) para deshacerse del fabricante de porcelanas. Al frente los hermanos mediano y pequeño, José y Vicente Lladró, que contaban con un 15% cada uno. Fue precisamente una hija del mediano, Mari Carmen Lladró, quien consiguió introducir un nuevo punto en el orden del día de la junta para forzar la entrada de ese otro competidor. La familia, sin embargo, no se deshará de su negocio inmobiliario, Rosal. Así alquilarán sus instalaciones, La Ciudad de la Porcelana, al grupo comprador durante los próximos diez años.
Por su parte, el nuevo dueño de LLadró, PHI INdustrial, recalcó cuando se hizo pública la oferta que sus planes pasan por mantener la producción en la fábrica de Tabernes Blanques (Valencia). Su objetivo, según declararon, está en "transformar el negocio y restablecer la rentabilidad a la empresa" después de dos ejercicios consecutivos en pérdidas. Descartaron también la ejecución de más recortes de personal, después del último ERE ejecutado por la familia fundadora que afectó a 200 empleados en marzo.