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Automoción

El coche conectado generará más ingresos que el actual

KPMG apunta a un descenso de ventas de automóviles por la tendencia al alza del ‘car sharing’.

Vehículos eléctricos conectados.
Vehículos eléctricos conectados.Reuters

El sector automovilístico afronta su gran transformación en los próximos años. La explosión de la tecnología para coches eléctricos o para la conducción autónoma, así como el impacto de la economía colaborativa que ha fomentado compartir el coche, han dado de lleno en esta centenaria industria.

Así lo evidencia un informe realizado por KPMG a partir de una encuesta con cerca de 1.000 directivos de empresas del sector y 2.400 conductores de 42 países. El documento concluye que esta industria se encuentra actualmente a medio camino entre el mundo off line y el online, ya que pese a que casi el 80% de los encuestados cree que obtendrá más ingresos por cada vehículo conectado que por 10 tradicionales, más del 75% cree que estos últimos turismos tendrán importancia durante muchos años.

La principal tendencia para este año será el impulso de los vehículos con baterías eléctricas, según señalaron más del 50% de los encuestados. Le sigue la conectividad y la digitalización como el segundo punto más relevante para el sector en 2017.

Si bien, el primero de los puntos tendrá como gran reto la mejora de las infraestructuras para la recarga y el tiempo que lleva cargar las baterías. Así, un 62% de los directivos cree que esta tecnología no funcionará si no se trabaja en estos puntos. Por ello, el 78% cree que el verdadero avance en coches eléctricos provendrá de las pilas de combustible de hidrógeno, que se podrán cargar rápidamente en una gasolinera tradicional, si bien, admiten que es una tecnología todavía poco madura. La mayoría de los encuestados considera que el diésel será el primero en desaparecer.

En cuanto a la digitalización ha traído consigo la entrada de nuevos actores a un sector controlado por los fabricantes tradicionales. Multinacionales tecnológicas como Google han hecho sus avances en modelos de conducción autónoma. Así, el 82% de los directivos encuestados por KPMG, cree que una empresa de Silicon Valley sacará un modelo de coche en los próximos cuatro años.

Este hecho abre la puerta al debate de si estos nuevos actores son competencia o colaboradores para los fabricantes tradicionales. A tenor de los resultados del informe, por el momento gana la primera idea, para el 55% de los encuestados. Sí se pone de acuerdo el sector en el hecho de que la digitalización avanzará en el uso de datos de los usuarios por parte de los fabricantes y un 84% de los fabricantes creen que se obtendrán ingresos por ello.

Además, la llegada del vehículo autónomo hará que la experiencia del viaje se transforme. Así, los criterios diferenciadores entre marcas, para el 60% de los conductores encuestados, tendrán que ver con cuestiones como el entretenimiento, las herramientas para el trabajo o la conexión a internet, cambiando por completo el tipo de oferta que realicen las empresas automovilísticas en sus futuros modelos

Otra de las disrupciones que se prevé en el informe de KPMG para el corto plazo en el sector automovilístico es el crecimiento del coche compartido. Casi el 60% de los directivos creen que la mitad de los conductores no querrán tener coche propio en 2025, lo que provocaría una drástica caída de ingresos. Aunque el estudio concluye que no es una tendencia próxima, cree que en el momento en el que las incomodidades de tener coche propio (aparcar, atascos, etc.) supere a la utilidad de ser propietario de un vehículo, las ventas comenzarán a descender. “Aunque haya menos coches en circulación, aumentará significativamente el número de kilómetros recorridos”, asegura Dieter Becker, responsable de automóvil en la consultora.

El estudio también avanza cuáles serán las empresas que mejor afrontarán esta época de cambios en el sector. Así, BMW aparece señalada como la automovilística con mejores perspectivas de cara a los próximos cinco años. El 58% de los directivos cree que ganará cuota. Le siguen Toyota (55%), Daimler (52%), Honda (51%) y Hyundai (50%). Entra por primera vez en esta lista Tesla, que ocupa la octava posición.

Crece la preocupación por la inestabilidad

La preocupación de los directivos de las automovilísticas por la crisis económica se ha estancado de cara al próximo año. Sigue siendo el principal problema para el 56% de los ejecutivos. Si bien, hay otros temas que han aumentado su peso entre los problemas que pueden afectar a la evolución de las empresas. Es el caso de la volatilidad del petróleo, que preocupa al 50% de los directivos, frente al 40% del año pasado. También se ha disparado la intranquilidad en lo que se refiere a guerras y terrorismo, pasando de un 27% a un 39% en un solo año, o la inestabilidad política, de un 28% a un 39%. Los desastres naturales y la evolución demográfica también generan preocupación en las empresas.

 

Así, la incertidumbre ante las distintas citas electorales en la Unión Europea durante 2017 -especialmente en Francia y Alemania- hace que precisamete el viejo continente sea la región que más preocupa a los directivos (en concreto al 22%). Le siguen Norteamérica -con la inminente investidura de Donald Trump como presidente de EE UU- con el17%, Oriente Medio, con el 11%, y Brasil y China, con un 8% cada uno.

Sobre el gigante asiático, el informe de KPMG considera que será el productor de coches más importantes en los próximos años. Si bien, aclara que las innovaciones se realizarán fuera de China, especialmente por empresas de EE UU y Alemania. También será un país fuerte en cuanto a las ventas de vehículos, y los directivos consideran que para 2030 supondrá el 40% del mercado mundial, frente al 29% actual.

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