Marlboro y 'Chester', mas caros tras el pulso a Fortuna
Las cajetillas de Marlboro y Chesterfield cuestan hoy 10 céntimos más. Han variado de coste tres veces en dos semanas por la pugna con Altadis
Si Fortuna no es más caro, nosotros tampoco. Eso debieron pensar los directivos de Philip Morris el pasado 24 de diciembre, al ver que sus cajetillas de Marlboro y Chesterfield ya reflejaban la subida de precio dictada por el Gobierno el 16 de diciembre mientras que su competidora Altadis se enrocaba en el precio del Fortuna de paquete blando sin actualizar.
Un intenso pulso comercial que comenzó tras la última subida de impuestos a las labores del tabaco aprobada por el Gobierno. La multinacional americana subió el pasado 16 de diciembre en 10 céntimos de euro sus principales marcas, Marlboro, L&M y Chesterfield, tal y como había hecho la japonesa JTI con sus enseñas. Sin embargo, Altadis hizo lo mismo con todas sus marcas excepto con el paquete de Fortuna blando, que se mantenía en 4,45 euros.
Al enrocarse Altadis, propiedad de Imperial Tobacco, en el precio del Fortuna blando, Philip Morris decidió el 24 de diciembre bajar en la misma proporción sus marcas. Ahora que Altadis ha encarecido 10 céntimos el envase blando del Fortuna, Philip Morris ha vuelto a subir sus marcas Marlboro y Chesterfield, también en 10 céntimos de euro.
En concreto, la multinacional americana ha situado en 4,95 euros el precio del paquete de Marlboro en sus versiones Gold Duro, Menthol, Red Beyond, Red Blando y Red Duro; mientras que Marlboro Gold 100'S y Marlboro Red 100'S costará desde este jueves 5,05 euros y las versiones Touch Azul y Rojo, 4,55 euros.
Asimismo, Philip Morris ha encarecido otros 10 céntimos las cajetillas de Chesterfield Classic Blue y Red Duro, hasta 4,65 céntimos, al tiempo que Chesterfield Blando costará a partir de hoy 4,55 euros y Chesterfield Rich, 4,50 euros.
El Gobierno aprobó hace una semanas una modificación de los impuestos al tabaco para incrementar la recaudación. Los cambios en estos tributos consisten en la adecuación del sistema actual de doble mínimo a las recomendaciones de la UE y el aumento del tipo específico frente al 'ad valorem'. Asimismo, se ha elevado el nivel mínimo de imposición: en el caso de los cigarrillos sube un 2,5% y para la picadura de liar, un 6,8%.