Turquía, un mercado joven y urbano, busca inversión española
Las infraestructuras, la energía y la industria auxiliar del automóvil son los sectores que más oportunidades ofrecen para las pymes que quieran vender en el país euroasiático
Las infraestructuras, desde el punto de vista comercial, y la energía, desde el inversor, son los sectores que más oportunidades presentan para las empresas españolas en Turquía, según expertos en comercio exterior reunidos en la Cámara de Comercio de Madrid durante una jornada organizada junto con el Gobierno turco.
Myriam Pérez Nogueira, subdirectora general de Política comercial con Países Mediterráneos, África y Oriente Medio del Ministerio de Economía, destacó el gran potencial del mercado turco, con una población “joven y urbana”, y su “gran importancia política y estratégica en la zona”. En la última década, su comercio exterior ha experimentado una “rápida expansión”.
Las relaciones entre España y Turquía son “estrechas en todos los ámbitos”, y desde 2007 está entre los países prioritarios para la política comercial española, con cumbres bilaterales desde 2009, con frecuencia casi anual. “En 2015 fue nuestro décimo cliente mundial (tercero fuera de la UE tras Estados Unidos y Marruecos) y nuestro duodécimo proveedor”.
La balanza de exportaciones-importaciones ha sido tradicionalmente favorable a España, pero se está equilibrando. En cuanto a exportaciones, destacan los automóviles; las importaciones están muy diversificadas, aunque cabe destacar el textil.
Las 627 empresas españolas que hay en Turquía tienen bastante presencia en el sector bancario y de seguros, así como en el energético (refinerías, renovables…) y el transporte (el tren de alta velocidad entre Ankara y Estambul). “Y habrá oportunidades comerciales en sectores como las infraestructuras, la energía, la industria auxiliar del automóvil y la construcción”, señaló Pérez Nogueira. También en “agua y medio ambiente, servicios logísticos, nuevas tecnologías, agroindustria y turismo”.
La directora general añadió que si, como se está negociando, Turquía alinea el funcionamiento de sus aduanas con las de la UE, estas oportunidades aumentarán.
En cuanto a las inversiones españolas en Turquía, se centran en el sector financiero, los seguros y el comercio al por mayor. Las turcas en España, en bienes de equipo y transporte. “Nuestras relaciones de inversión son muy modestas, en comparación con las comerciales, y se pretende ampliarlas de cara al futuro”. Las mejores oportunidades se encuentran en el sector energético (convencionales y renovables), la industria auxiliar del automóvil, el entorno de la salud, la agroindustria y los servicios.
Elsa Salvadores, subdirectora gerente de la Cámara, destacó que Turquía es “un país muy próximo a la UE, con 77 millones de consumidores, y planes ambiciosos de desarrollo económico entre 2016 y 2018”.
Por su parte, Arda Ermut, presidente de la Agencia de Promoción y Apoyo a la Inversión en Turquía, coorganizadora del acto, destacó la presencia en su país de empresas españolas como BBVA, Indra, Mapfre, OHL, Mango, Zara o Grupo Antolín, y señaló las oportunidades que se presentan para las empresas españolas “mediante colaboraciones con empresas turcas”.
Habrá oportunidades, insistió, en las infraestructuras, pero también en el sector de la vivienda –“hay siete millones de casas en Estambul que hay que renovar”–, en el aeroespacial, y en la automoción.
También subrayó que una crisis financiera nacional en la primera década del siglo les permitió “reformar el sector bancario” que, de ese modo, ganó en estabilidad. Eso permitió que durante la crisis mundial que comenzó en 2009, el sector bancario turco “destacara como uno de los más rentables del mundo”.
Una situación política difícil
El embajador turco en España, Omer Onhon, reconoció que políticamente “no es un periodo fácil para el país ni la región, debido a los cercanos conflictos de Siria e Irak. No sería realista negarlo. La paz de estos países nos beneficiará a todos”. Pese a ello, “nuestros indicadores económicos están yendo muy bien”, con un crecimiento del 4%, “que es bajo para nosotros, pues estábamos subiendo al 7% u 8%”.
El país, que es la 17ª economía del mundo, ha realizado “docenas de proyectos” pese a la crisis, como la construcción del aeropuerto de Estambul, el duodécimo más grande del mundo.
Turquía, insistió, posee una conexión privilegiada con los grandes mercados europeos y asiáticos, así como con Oriente Medio y el Norte de África. A su vez, participa en una unión aduanera con la Unión Europea desde 1996 y es uno de los cinco países candidatos a la adhesión comunitaria. “Insistimos en ser miembros de la UE, porque pensamos que Turquía y la UE se necesitan mutuamente”, afirmó.