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Energía

Gas Natural Fenosa ve a salvo su dividendo de la crisis en Colombia

El grupo está abierto a cooperar tras la intervención de Electricaribe Pese a perder la gestión de forma temporal, mantiene el 85% del capital de la filial colombiana La española achaca a la mora y el fraude las tensiones de caja de su distribuidora

Policías custodian la sede principal de atención al público de Electricaribe en Barranquilla (Colombia).
Policías custodian la sede principal de atención al público de Electricaribe en Barranquilla (Colombia).EFE

Gas Natural Fenosa ha reaccionado a la intervención de su eléctrica colombiana Electricaribe mostrando su “total interés en cooperar y colaborar” con las autoridades. La compañía española mantiene el 85% del capital (el 15% restante está en manos del Estado) y explicó que seguirá contabilizando Electricaribe por el método de integración global.

De hecho, espera que la “posesión temporal” de su sociedad “no tenga impacto sobre la operativa habitual” de la misma. Sin aventurarse a citar plazo alguno para recuperar la gestión, Gas Natural Fenosa descarta que la mencionada intervención tenga impacto sobre el resultado neto ni sobre el cash-flow, no afectando por tanto a su actual política de dividendos.

El Gobierno colombiano ha procedido a la intervención de la Electricaribe, sumida en una crisis financiera que ha repercutido negativamente, según la Administración, en la prestación del servicio a sus clientes. Este paso ha sido anunciado por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios mediante una resolución que “busca asegurar la prestación del servicio de energía eléctrica en los departamentos abastecidos por Electricaribe: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre”. La intervención incluye la “toma de posesión de los bienes, haberes y negocios de la sociedad Electrificadora del Caribe (Electricaribe)”, precisó la Superintendencia en una nota.

La española espera que la “posesión temporal” de su sociedad “no tenga impacto sobre la operativa habitual” de la misma

En la resolución se concluye “que la situación financiera de Electricaribe puede llevarla a una inminente cesación de pagos” y además “la información disponible apunta a que Electricaribe no está actualmente en condiciones de prestar el servicio de energía con la continuidad y calidad debidas”, añadió el comunicado. El Superintendente de Servicios Públicos, José Miguel Mendoza, aclaró que “la toma de posesión de Electricaribe está respaldada por el mandato que la Constitución impone al Estado, en el sentido de asegurar la prestación eficiente de servicios públicos”.

La crisis de la empresa, que atiende a 2,5 millones de clientes, viene de meses atrás y son reiteradas las quejas sobre fallos en la prestación del servicio. Electricaribe tiene un peso del 5% en el ebitda del grupo que preside Isidro Fainé, que ha tomado contacto directo con esta crisis desde su nuevo puesto al frente del grupo energético.

La filial colombiana padece fuertes tensiones de tesorería como consecuencia del impago de un elevado número de facturas de clientes en gran parte con suministro obligatorio, que a finales del tercer trimestre ascendían a 4,05 billones de pesos (1.260 millones de euros) y que está provisionado en un 83%.

La compañía, que también atribuye la situación a la existencia de un importante fraude en el consumo, insiste en que todo ello ha creado un problema de caja que le impide hacer las inversiones adecuadas para mejorar el servicio. Por todo ello, se reclaman cambios regulatorios que garanticen la prestación de un servicio de distribución de calidad y permitan desplegar las inversiones previstas.

Estas últimas debían sumar 600 millones en los últimos cinco años, habiéndose desembolsado aproximadamente la mitad. Electricaribe ha presentado un ebitda de 185 millones en el tercer trimestre, para un resultado neto de 33 millones en rojo.

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