Primera gran decisión de Pallete: Telefónica reduce el dividendo
Para el año 2016 pasará a repartir 0,55 euros por acción En 2017, el dividendo ascenderá a 0,40 euros por acción Moody's asegura que la decisión va en el camino correcto para reducir deuda
Primera gran decisión estratégica de José María Álvarez-Pallete desde su llegada a la presidencia de Telefónica el pasado 8 de abril. El consejo de la operadora ha aprobado una reducción de su dividendo. En un hecho relevante remitido a la CNMV, la teleco ha señalado que para el año 2016 pasará a repartir 0,55 euros por acción, de ellos, 0,35 euros se abonarán en noviembre de 2016 mediante un scrip voluntario más 0,20 euros en efectivo en el segundo trimestre de 2017. El plan inicial pasaba por el pago de 0,40 euros en efectivo en el segundo trimestre.
Para el año 2017, el dividendo ascenderá a 0,40 euros por acción, de los que 0,20 euros se pagarán en el cuarto trimestre de 2017 y 0,20 euros en el segundo trimestre de 2018. Ambos tramos se pagarán en efectivo.
Como resultado de lo anterior, en el año natural 2016 se pagarán 0,75 euros por acción y en el año natural 2017 se pagarán 0,40 euros.
En la presentación remitida a la CNMV, la empresa precisa que el payout, asumiendo un free cash flow de 4.000 millones de euros, pasa de estar por encima del 90% hasta el entorno del 50%.
La teleco señala que la decisión tiene como objetivo fortalecer el balance, acelerando sustancialmente la reducción de deuda por la vía orgánica, en un entorno de crecimiento del flujo libre de caja. Pallete señala que el objetivo es mantener un rating con un sólido grado de inversión, situando la calificación en niveles de BBB con S&P y Baa2 con Moody's.
En este sentido, Carlos Winzer, vicepresidente de Moody’s, ha señalado que la decisión de Telefónica de reducir el dividendo es ciertamente un paso más en la dirección correcta hacia la preservación de la liquidez y la reducción de deuda. Ángel Vilá, director financiero, descartó posibles recompras de acciones por parte de la teleco.
La teleco insiste en mantener una remuneración atractiva al accionista, con una rentabilidad por dividendo consistente con el mercado y un payout (dividendo por acción frente a FCF por acción) sostenible.
El dividendo ha sido una de las obsesiones de la compañía durante los últimos años, especialmente por parte del anterior presidente, César Alierta, que fue sustituido por Pallete el pasado 8 de abril. En febrero pasado, Alierta llegó a decir que el dividendo de 0,75 euros por título de Telefónica estaba asegurado para los próximos diez años.
La situación, sin embargo, se ha ido deteriorando para Telefónica en los últimos meses, especialmente en sus estrategias de reducción de deuda. El primer varapalo fue a principios de mayo, cuando la Comisión Europea bloqueó la venta de la filial británica O2 a Hutchison, en una operación que habría otorgado a Telefónica unos ingresos superiores a 13.000 millones de euros.
La teleco intentó colocar en Bolsa a principios de octubre Telxius, su filial global de infraestructuras, pero la baja demanda por parte de los inversores obligó a Telefónica a cancelar la operación.
Las agencias de calificación han estado presionando a Telefónica para reducir deuda, y así evitar una rebaja en su rating, que podría llevar la calificación hasta el grado de "bono basura", lo que habría provocado un incremento de los intereses. Moody's, de hecho, ha indicado que la compañía tenía que presentar un plan ambicioso de venta de activos para ejecutar durante 2017 y reducir el desapalancamiento hasta situar el ratio en 2,35 veces.
Entre otros movimientos, Telefónica contempla la colocación en Bolsa de parte del capital de la citada O2, aunque siempre conservando la mayoría en el capital.