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El 'banco malo'

Sareb comercializa la mayor cartera de su historia para apuntalar su año

Ofrece un paquete de 1.000 millones en créditos garantizados por pisos

Jaime Echegoyen, consejero delegado de Sareb.
Jaime Echegoyen, consejero delegado de Sareb.
Juande Portillo

La recta final del año siempre es uno de los periodos más prolíficos para la compraventa de carteras crediticias e inmobiliarias. Es el momento en que deben dar sus frutos los análisis y barridos de mercado realizados por las distintas firmas a lo largo del año, para cuyos gestores llega el momento de decantarse por las operaciones de mayor calado, aquellas con las que despedirán el ejercicio y cumplirán los objetivos de inversión marcados.

El fenómeno promete ser especialmente intenso este ejercicio pues la parálisis política del país, con visos de solucionarse en las próximas semanas, venía retrasando cualquier gran adquisición en el mercado español. Aprovechando esta coyuntura, y especialmente necesitada de apuntalar sus propias cuentas de cara al final del año (ver despiece), Sareb se prepara para abordar la mayor operación que ha realizado hasta la fecha: el proyecto Eloise.

Fuentes del mercado avanzan que la sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria ha culminado estos días el empaquetado de una cartera de 200 créditos problemáticos (non performing loans, en el argot) de un centenar de deudores con un valor nominal de 1.000 millones de euros. Se trata de la mayor cartera que el llamado banco malo saca a la venta desde su creación en el arranque de 2013. Y pretende venderla en bloque.

La cartera está respaldada por 150 garantías inmobiliarias, principalmente viviendas residenciales, situadas en su mayoría entre Cataluña, Andalucía, Galicia, Madrid y la Comunidad Valenciana. Se trata de activos de buena calidad y poco atomizados, esto es, concentrados en urbanizaciones o pisos, lo que facilitaría su gestión, una cuestión bien valorada por los potenciales compradores.

El planteamiento avanzado por Sareb al mercado es que la cartera se adjudicará a un único comprador en un proceso competitivo que constará de varias fases con ofertas no vinculantes y vinculantes. Fuentes del sector revelan que la sociedad que preside Jaime Echegoyen ha estado tanteando el interés de los grandes fondos internacionales mediante encuentros celebrados en Londres, en los que se ha detectado que una cartera de estas características podría obtener una importante demanda.

Después de todo, el brexit supuso una convulsión en el mercado inmobiliario británico, en el que miles de inversores quedaron atrapados durante días en fondos específicos, y el capital internacional anda a las búsqueda de alternativas.

“Hay demanda de volumen y de rentabilidad”, exponen fuentes del mercado, lo que apunta que Sareb podría tener que ajustar el precio de semejante cartera si aspira a adjudicarla de golpe.

No es la primera vez que Sareb busca aprovechar el tirón de operaciones de final de año, si bien nunca antes lo había hecho con el ímpetu que con la operación Eloise. En diciembre de 2014, por ejemplo cerró de golpe cinco operaciones que supusieron una venta total de 850 millones de euros en activos, 150 menos que esta única cartera.

Un ejercicio con pocas ventas y lastre regulatorio

Este está siendo uno de los años más complicados de la corta vida de la sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb). Desde el punto de vista comercial, en el primer semestre del año el banco malo había vendido una media de 25 activos inmobiliarios al día, por debajo de su media histórica de 27 transacciones diarias y lejos de los 45 pisos por jornada que ha llegado a comercializar en sus mejores tiempos. Sin embargo, el mayor bache que ha encontrado este ejercicio la sociedad que preside Jaime Echegoyen es la aplicación de la nueva normativa contable impuesta por el Banco de España, que le ha obligado a retasar toda su cartera a precios de mercado. La operación ha obligado al banco malo a provisionar 3.012 millones de euros, lo que le obligó a convertir en capital 2.170 millones de euros de deuda subordinada, para mantener una capitalización de 953 millones de euros que deja en 1.429 millones su colchón de deuda subordinada. Tras cerrar 2013 y 2014 con pérdidas y salvar las cuentas de 2015 gracias a la aplicación de un crédito fiscal, Sareb, participada al 45% por el Estado a través del FROB, da por sentado que cerrará este ejercicio en números rojos pero aspira a lograr beneficios en 2017. La operación Eloise, la comercialización de una cartera de 1.000 millones de euros en créditos problemáticos, la mayor de su historia, será una jugada clave para apuntalar las cuentas con que cerrará este ejercicio.

Desde su creación en 2013, Sareb ha vendido más de 35.000 inmuebles, ingresando casi 13.000 millones de euros y reduciendo su cartera en 7.800 millones de euros frente a los 50.781 millones de euros de inmuebles y créditos que adquirió a la banca rescatada y asistida con dinero público.

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