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Banca

Deutsche Bank emite deuda por segunda vez en menos de una semana

El gigante alemán ha llevado a cabo una nueva emisión de deuda por 1.500 millones de dólares

REUTERS

Deutsche Bank no tiene cerrado el acceso al mercado de capitales a pesar de las graves dificultades que atraviesa a causa de la multa multimillonaria impuesta en Estados Unidos por su papel en la crisis de las subprime, que ha provocado el hundimiento de la acción en Bolsa y el temor a un déficit de capital que llegue a requerir ayudas públicas. El gigante alemán ha llevado a cabo hoy una nueva emisión de deuda por 1.500 millones de dólares (1.360 millones de euros) que se suma a la realizada hace menos de una semana por 3.000 millones de dólares.

El mercado no se ha cerrado por tanto para Deutsche Bank que sí tiene en cambio que pagar una prima muy superior a la media para colocar su deuda y que llega a ser el doble que un año atrás. El diferencial de la emisión lanzada el 7 de octubre fue de 300 puntos básicos y la de hoy se ha reducido mínimamente a 290 puntos básicos, según señala la agencia Bloomberg, que añade que la colocación se realizaría entre prácticamente los mismos inversores que ya acudieron a la emisión de la semana pasada. Sin embargo, por el momento, solo Pimco ha confirmado su participación en la misma.

Deutsche Bank está encontrado algunos puntos de apoyo que han dado cierto alivio a la sangría bursátil en la que se ha sumergido desde que a mediados de septiembre se conociera la intención de la justicia estadounidense de imponerle una multa de 14.000 millones de dólares. Después de semanas de negociación, esa cuantía se habría rebajado a 5.400 millones de dólares, justo en la línea del volumen de provisiones para litigios que ha realizado la entidad, según los rumores que saltaron al parqué hace casi dos semanas. Pero este recorte no ha sido confirmado y el banco alemán todavía sigue sin cerrar un acuerdo con la justicia estadounidense.

Pese a estas incertidumbres, un fondo controlado por el exprimer ministro de Qatar y que ya posee el 10% del capital estaría dispuesto a elevar su participación en el banco hasta el 25%, según informaciones de la prensa germana y de la agencia Reuters.

Deutsche Bank ya partía con anterioridad a la multa de una situación de capital relativamente débil, en desventaja frente al resto de grandes entidades financieras europeas y a pesar de que habría tenido un trato diferencial en el test de estrés. Y la amenaza de una sanción de 14.000 millones de dólares ha desatado una espiral bajista en Bolsa que complica una ampliación de capital. Deutsche Bank cotiza a apenas 0,3 veces su valor en libros y a medida que su acción se desfonda, es mayor el esfuerzo que debería realizar para una ampliación y la dilución que resultaría para los actuales accionistas. De ahí la importancia de contar con el accionista catarí.

Junto al desplome bursátil, del 45% en lo que va de año, las emisiones de deuda de Deutsche Bank también acusan el incierto momento que atraviesa el banco. Su emisión de bonos contingentes convertibles (cocos) por 1.750 millones de euros cotiza con un descuento de más del 20% sobre el nominal. Goldman Sachs señala que las emisiones de cocos de Deutsche cotizan a niveles que estarían descontando el impago del cupón, previsto para abril de 2017. El banco estadounidense confía sin embargo en que esta situación no se producirá y en que Deustche Bank alcanzará un acuerdo favorable con la justicia estadounidense.

Golpe a la banca de inversión en Alemania

Las dudas que despierta Deutsche Bank sobre su capacidad para hacer frente a la multa que le impondrá Estados Unidos por su papel en la crisis de las hipotecas subprime, que desencadenó en 2008 una recesión global con epicentro en la quiebra de Lehman Brothers, empiezan a tener impacto en su propio negocio, incluso en su mercado nacional. El gigante alemán ha perdido el primer puesto que poseía en el mercado germano de fusiones y adquisiciones a cierre de 2015 para caer a la séptima posición. A nivel europeo, desciende del sexto puesto al noveno en el ránking del año por operaciones de asesoramiento en materia de fusiones y adquisiciones, de acuerdo con datos recopilados por la agencia Bloomberg.

La actividad de Deutsche Bank en operaciones corporativas es clave dentro de su negocio de banca de inversión, que es a su vez el pilar de los ingresos del grupo. De hecho, Deustche Bank es eminentemente un banco de negocios, con la actividad de banca comercial o minorista en segundo plano, lo que contribuye a que la entidad sea considerada por el Fondo Monteario Internacional (FMI) como el banco con el mayor riesgo sistémico del mundo.

La importancia de su actividad en la intermediación en los mercados financieros quedó patente hace unos días cuando diez hedge funds estadounidenses decidieron interrumpir su actividad con el banco, con el riesgo que esto supone de cierre de posiciones especulativas. Este anuncio provocó el desplome de las acciones de Deutsche Bank en Wall Street. El vicecanciller alemán Sigmund Gabriel criticó recientemente que el consejero delegado de Deustche, John Cryan, se lamentara de un ataque especulativo del mercado tratándose de un banco “que ha convertido la especulación en su modelo de negocio”.

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