La crisis del Note lleva a Samsung a recortar previsiones
Samsung ha recortado su previsión de facturación beneficio operativo para el tercer trimestre. La razón, la suspensión definitiva de la producción y las ventas del Galaxy Note 7, su producto más caro.
El beneficio alcanzará los 5,2 billones de won (4.180 millones de euros al cambio) en vez de los 7.800 billones de won (6.283 millones de euros al cambio), según explicó la compañía en un hecho relevante a la Bolsa de Seúl. La factuiración se quedará en 47 billones de won (37.855 millones de euros) en vez de los 49 billones previstos (39.461 millones de euros).
Ericsson anuncia que el resultado será peor de lo esperado
El fabricante de equipos de telecomunicaciones sueco Ericsson anunció hoy que su resultado en el tercer trimestre será “significativamente más bajo que las expectaciones de la compañía”.
Ericsson, que difundirá su balance el día 21, apuntó a que se han acelerado las tendencias negativas en la industria vigentes desde el primer semestre, con floja demanda para la banda ancha móvil -sobre todo en mercados con un entorno macroeconómico débil-.
La firma sueca adelantó que su resultado operativo cayó un 93% entre julio y septiembre hasta 300 millones de coronas (31 millones de euros) y que las ventas fueron de 51.100 millones de coronas (5.269 millones de euros), un 14 % peor, según un balance preliminar y no auditado.
“El progreso continuado en nuestro programa de reducción de costes no compensó las ventas y el margen bruto más bajos. Se necesitan análisis más en profundidad, pero se espera que las tendencias actuales continúen a corto plazo”, señaló en un comunicado el director ejecutivo de la compañía, Jan Frykhammar.
Ericsson anunció la semana pasada que eliminará 3.000 puestos de trabajo en Suecia, casi una quinta parte de la plantilla en este país escandinavo, una medida que afectará sobre todo al área de producción y que incluirá “reducciones significativas” en las fábricas de Borås y Kumla, las únicas que mantiene allí.
Samsung anunció ayer que cancela la producción y la venta de su rteléfono estrella, anunciado en agosto. La empresa ya había anunciado previamente que cancelaba temporalmente las ventas de este teléfono, y ha solicitado a los usuarios que los mantengan apagados. El Galaxy Note 7 se empezó a vender en agosto, y poco semanas después lo retiró del mercado debido a varias decenas de incendios espontáneos causados por una batería defectuosa.
Samsung ordenó la vuelta a fábrica de 2,5 millones de terminales defectuosos, pero la sustitución de los aparatos no ha terminado con el problema. Se han detectado igniciones de aparatos ya sustituidos en Corea del Sur, Estados Unidos o Taiwan. En un caso el humo de un Note 7 sustituido obligó a desalojar un avión comercial. Tras estos eventos se han cancelado las ventas; en Europa estaba previsto el reinicio de la comercialización a finales de este mes. En España.
La Bolsa de Seúl ya se cebó ayer sobre la compañía, cuando los títulos de la empresa cayeron más de un 8%, su mayor batacazo desde los tiempos de LehmanBrothers, y volvió a hacerlo hoy aunque con más mesura (el retroceso fue del 0,65%).
Los analistas coinciden en que ahora es clave que la empresa con sede en Suwon (al sur de Seúl) no tarde en dar la cara y explicar con total claridad el origen de la avería de los teléfonos explosivos para aliviar la intranquilidad de inversores y consumidores. En caso contrario, el mal nombre asociado al Galaxy Note 7 podría perjudicar aún más a la imagen de marca de Samsung y desincentivar la compra de otros productos de la casa.