Hawkers y cómo las ‘startups’ españolas pierden sus complejos
El ecosistema emprendedor español cuenta cada vez más con empresas con proyectos de gran ambición que atraen a inversores y talento internacional
Una noticia corría este lunes como la pólvora en el entorno emprendedor español. Hawkers, la empresa creada hace dos años y medio por cuatro jóvenes de Elche –y que ha sido capaz de poner patas arriba el negocio de las gafas de sol, desafiando incluso a las míticas Ray-Ban–, captaba 50 millones de euros para impulsar su crecimiento. La joven startup había sido capaz de atraer como inversores a dos de los fundadores de Tuenti (Félix Ruiz y Hugo Arévalo), y al fondo O’Hara, que cuenta con la participación principal del inversor venezolano Alejandro Betancourt. Ytodo ello en menos de un mes.
La ronda de financiación cerrada por Hawkers era una de las más importantes de serie A levantadas en Europa hasta el momento por un ecommerce. Y la protagonista era una empresa española. Una inyección de ánimo para otras startups del país, que ya empiezan a ver cómo los inversores nacionales e internacionales tienen cada vez más en su radar a las firmas españolas.
Prueba de ello es Inbenta, que la semana pasada lograba una inyección de 10,6 millones liderada por la firma privada de inversiones Level Equity. O CornerJob, que en julio captaba 22,5 millones de los fondos Northzone y e.ventures. También un mes antes, el fundador de Skype lideraba una ronda de financiación de 38 millones en Job&Talent (una cifra que sumaba a otra inyección de 23 millones un año antes). Sin olvidarse de Cabify, que anunció en abril una de las mayores rondas de financiación de una startup española:105 millones, que permitía al gigante japonés Rakuten tomar un tercio de la compañía. O de ABA English que captó en mayo 10,5 millones, gran parte del fondo KennetPartners.
La prestigiosa revista Wired también hizo pública en septiembre su lista sobre las 100 startups europeas más hot en 2016 y entre ellas estaban las españolas Wallapop, Deliberry, Kantox, Glovo, CornerJob, Letgo, Holaluz.com, Social Point, Typeform y Heygo.
Todo ello no es gratuito. Estas operaciones y la cada vez mayor ambición de las startups españolas revelan que el ecosistema español está cambiando, aunque aún falta mucho para alcanzar los niveles de otros países como EEUU, Reino Unido o Alemania. Hawkers, por ejemplo, facturó 15 millones el primer año, 40 el segundo, 70 millones el tercero y su previsión para 2017 y 2018 es alcanzar los 150 y 300 millones respectivamente, todo tras llevar su producto a más de 60 países y alcanzar acuerdos con marcas como Los Ángeles Lakers, PayPal, Ford, Mercedes-Benz o BBVA.
En España empieza a haber un capital riesgo más dispuesto a dinamizar esta industria y muchos emprendedores (algunos ya con varios proyectos a sus espaldas) han dicho adiós al complejo de que una startup española no pueda ser un referente internacional en diferentes sectores. Dinero, riesgo, buenas ideas y buenos equipos gestores, empieza a ser una mezcla que se ve cada vez con más frecuencia en los proyectos emprendedores españoles.
“Dinero llama dinero”, dice el inversor español Rodolfo Carpintier, que asegura que en España “hay ahora dinero mucho más serio que hace unos años y aquellas empresas que destacan pueden financiarse tan bien como en el resto de Europa, lo cual ha contribuido a que empresas como Job&Talent, Wallapop y ahora Hawkers reciban dinero suficiente para convertirse en operadores globales”. Según el presidente de la incubadora española de negocios por internet Digital Assets Deployment (DaD), antes las empresas españolas, por falta de financiación, tenían como objetivo ser compradas. “Hoy pueden aspirar al liderazgo en ciertos nichos que han inventado o han sido los early adopters”.
En opinión de Miguel Vicente, fundador de Wallapop, LetsBonus y de Antai Ventures Builder, el ecosistema español de startups goza en estos momentos de buena salud y está siendo capaz de llamar la atención de inversores internacionales de prestigio, permitiendo que estas compañías puedan competir internacionalmente en este mercado “que es un mercado absolutamente global”, como advierte este emprendedor e inversor.
“Hawkers, Wallapop, Social Point, PackLink, Cornerjob, entre muchos otros ejemplos, son casos de empresas creadas en España, pero que España no constituye su principal mercado y que han hecho que cada vez haya mayor atención de los grandes fondos internacionales y que también haya mejorado nuestra habilidad para atraer talento internacional a nuestros proyectos”, continúa Vicente. Este apunta que la principal mejora del ecosistema emprendedor español en los tres últimos años se fundamenta en la mayor vocación internacional de las startups, “que incluso se plantean ya de inicio el lanzamiento en el mercado doméstico solo como un test de negocio inicial, pero diseñando las compañías de base para atacar otros mercados en Europa o EEUU”.
Siguiendo con el caso Hawkers, esta pasó de vender sus gafas en España a hacerlo en casi todo el mundo en dos años (EEUU, Australia, China, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido...) y hoy su mercado de inicio solo supone el 37% de sus ventas. Tras estos avances, ahora solo falta que el éxito que están cosechando muchas startups española provoque un efecto llamada y más inversores (también las grandes fortunas españolas) se animen a invertir en ellas. Y que estas mantengan ambiciones importantes, que en su horizonte esté ser un unicornio (una startup que alcance una valoración de 1.000 millones).