¿Por qué viaja, por trabajo o placer?
Uno decada cinco viajeros practica el ‘bleisure’ por lo menos una vez al año, según CWT Solutions Group
Si viaja por negocios, seguramente la rabia se haya apoderado alguna vez de usted por no haber podido salir de la sala de conferencias y de la habitación del hotel. Recorrer cientos de kilómetros –e incluso miles– para solamente ver cuatro paredes, y todo lo que eso conlleva: jet lag, largas esperas en aeropuertos o separarse de la familia, es lo que ha llevado a muchos ejecutivos a ampliar sus estancias al fin de semana previo o posterior a la semana de reuniones, dando lugar al fenómeno conocido como bleisure (derivado de la unión de negocios y ocio, en inglés).
En concreto, una encuesta efectuada por Global Bridgestreet Hospitality demuestra que ya más del 30% de los desplazamientos por trabajo acaban asociándose con el placer, y que ocho de cada diez viajeros pasa un tiempo adicional explorando el destino. Asimismo, dicho sondeo indica que en el 54,4% de los casos donde se produce el bleisure, además de tiempo, se añade un acompañante. En cuanto a las actividades más realizadas destaca, en primer lugar, con un 77,2%, el turismo, seguido por la gastronomía (66,3%) y los planes culturales (66%).
Otro estudio basado en 29 millones de viajes de negocios de la división de consultoría de Carlson Wagonlit Travel, CWT Solutions Group, muestra que uno de cada cinco viajeros practica dicha tendencia por lo menos una vez al año. Además, el informe revela que casi un 50% prefiere disfrutar de los días de ocio al final de su estancia, mientras que un 34% decide ampliarlo al principio; y, por último, el 20% opta por hacerlo tanto al principio como al final. El informe también refleja que los trayectos más largos tienen mayores probabilidades de convertirse en bleisure. Por ejemplo, en la ruta San Francisco-Londres, el 23% de los alojamientos corporativos deriva en ocio, frente al 2% de la ruta París-Londres.
Aunque pueda llevar a una opinión contraria, la crisis no ha reducido los viajes de negocios. Y es que, como evidencia el estudio elaborado por Booking.com a más de 4.500 viajeros habituales, la mayoría de los ejecutivos, a pesar de considerar que se trata de una actividad muy estresante, prefieren reunirse cara a cara, ya que consideran que derivan en relaciones más sólidas, conversaciones más directas y sinceras, además de facilitar el intercambio de información.
Ante esta situación, no es de extrañar que las compañías del sector apuesten por desarrollar servicios dedicados a este patrón, de tal manera que empresas y empleados se beneficien de los mismos productos, tanto en el tiempo dedicado al trabajo como en el de ocio. En este aspecto, los métodos de control de costes recobran una gran importancia. “Tradicionalmente, las empresas han manejado el presupuesto del pasaje y del hotel, dejando a los viajeros con la carga del resto de gastos; pero esto está cambiando”, explica Melissa Gargagliano, responsable de tarjetas comerciales de la división de servicios de transacción globales de Bank of America Merrill Lynch. “Como los empleados optan por añadir tiempo libre a sus viajes corporativos, las empresas están cambiando su antigua política de pagos. Incluso están dispuestas a asumir estos importes para que sus empleados lleguen uno o dos días antes al destino”, comenta.
La directiva argumenta que las compañías llegan hasta a ahorrar dinero, al beneficiarse de los paquetes de fin de semana que, además de contribuir a elevar la satisfacción del empleado, forman parte de los beneficios empresariales de los trabajadores. “Por ello, las tarjetas corporativas para gastos de ocio y viajes, que pueden ser utilizadas en casi todo el mundo, son de gran utilidad, al facilitar la presentación de facturas al empleado, a la vez que permiten a la empresa controlar su presupuesto, recoger datos para la presentación de informes y hacerse una idea de los costes finales del viaje”, concluye Gargagliano.
Una utilidad que se vuelve más importante en España ya que, según la compañía de servicios de prepago Edenred, las empresas españolas no suelen utilizar herramientas de gestión, por lo que la falta de mecanismos en este sentido hace necesario el uso de este tipo de tarjetas. Así, cada vez son más los negocios que están apostando por este medio de pago, que ya es el más utilizado por el 22,3% de las sociedades.
Elegir Airbnb o Uber desde la empresa
Uber, Lyft, HomeAway, Airbnb... La economía colaborativa ha llegado a los viajes de negocios fomentada por la incorporación de los jóvenes millennials al mundo laboral.
El estudio Global Business Traveler Sentiment Index, elaborado por la Asociación Británica de Agentes de Viajes, en colaboración con American Express, revela que el ingreso de dicho colectivo al mundo corporativo está teniendo una incidencia importante en la experiencia de los desplazamientos empresariales.
Un ejemplo de esta evolución es la incorporación de políticas que permiten la utilización de vehículos compartidos en las empresas, tendencia que promete seguir aumentando, debido a que el 11% de los encuestados afirma que incrementarán la utilización de taxis con conductor como Uber o Lyft en los próximos tres meses.
Unos datos que se ven reforzados en el sondeo de ExpertFlyer.com a 1.500 viajeros a nivel mundial, y que señalan que, entre las múltiples opciones para moverse en una ciudad, el 25% prefiere Uber o Lyft, frente al 17% que elige el taxi tradicional. En cuanto a compartir vivienda, Airbnb reportó en 2015 un incremento del 10% de sus reservas de viajes de negocio a nivel global.