Madrid remunicipaliza los servicios funerarios
La madrileña Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios S.A, de capital cien por cien público, nace este 16 de septiembre con los 519 trabajadores procedentes de la actual sociedad mixta, participada en un 49% por Funespaña.
Se trata de la primera remunicipalización firmada por el equipo de Carmena después de que los estudios económicos hayan corroborado que la nueva sociedad cumplirá con el objetivo de estabilidad presupuestaria al generar beneficios todos los años. La memoria presentada incluye un proyecto de nuevos estatutos y un reglamento de prestación de servicios.
La nueva sociedad concentrará la gestión de los catorce cementerios, dos tanatorios y otros tantos crematorios municipales. La subrogación de los 529 trabajadores se repartirá entre cementerios (144), servicios funerarios (115) y servicios de carácter transversal (270).
El plan de negocio presentado contempla un esfuerzo inversor adicional por parte de la nueva sociedad pública ante el “muy deficiente” estado de conservación en los cementerios. Un informe presentado en febrero reveló la necesidad de acometer obras de reparación por valor de casi 24 millones de euros ante la “dejación de responsabilidades” de los últimos años.
El Gobierno municipal detalla que el margen de caída de ingresos asumible por la empresa para no entrar en pérdidas sería de un 11 por ciento en 2017, un porcentaje que en ningún caso se alcanzaría, por lo que la rentabilidad está garantizada. La nueva sociedad no tendrá que recurrir a endeudamiento financiero.
Privatización irregular por 100 pesetas
La empresa mixta de servicios funerarios se creó en 1966 por una duración de 50 años, que expiraron ayer. En diciembre de 1992 el Ayuntamiento privatizó el 49 por ciento por 0,6 euros, (100 pesetas). El 51 por ciento de las acciones quedó en manos municipales y el otro 49 por ciento en las de Funespaña.
Más de 10 años después la Audiencia Provincial decretó que se podría haber vendido por 7,4 millones de euros y condenó por prevaricación al primer teniente de Alcalde, Lus María Huete. Dos años después de la venta por 100 pesetas, el consistorio madrileño condonó a la empresa una deuda de 13,6 millones.
Desde el actual Gobierno municipal se señala que el socio privado ha recibido dividendos y el 20% del resultado de la explotación (en concepto de canon) a lo largo de las últimas décadas. Hasta 2014 los importes percibidos han ascendido a 63,8 millones de euros cuando el privado invirtió únicamente 1,2 millones de euros.
La forma de extinción de la sociedad, determinada por el artículo 111 del RSCP (Reglamento Servicios Corporaciones Locales), dispone que “revertirán a la entidad local, sin indemnización, el activo y pasivo y, en condiciones normales de uso, todas las instalaciones, bienes y material del servicio”.
El Ayuntamiento de Madrid ha exigido a la sociedad que realice las actuaciones necesarias para que los bienes afectos a la concesión del servicio de cementerios se encuentren en perfectas condiciones de uso en el momento de su reversión.