Apple se la juega con el iPhone 7
Como cada septiembre, fecha elegida por Apple para lanzar sus nuevos iPhones, la expectación vuelve en torno a la compañía de la manzana. Pero esta vez la última hornada del popular smartphone llega en un momento crítico para la multinacional estadounidense que, tras su enfrentamiento con la Comisión Europea (meses después de su guerra con el FBI y las autoridades de EEUU por negarse a desbloquear un iPhone 5C de los terroristas de San Bernardino), necesita buenas noticias de manera urgente. El nuevo iPhone 7 está llamado a convertirse en uno de los grandes lanzamientos de 2016, pero ¿será suficiente para devolver el impulso a Apple, cuyos resultados se han visto lastrados en los últimos meses por la caída de ventas de su famoso móvil?
La presión es máxima para la compañía, pues del éxito del terminal dependen en torno al 60% de sus ingresos, pero mañana miércoles se resolverán las incógnitas. Al menos las referidas a las novedades que aportará el smartphone más venerado del mundo. También se conocerá la respuesta del mercado, después de que algunos analistas consideren que la compañía se encuentra lejos de sus años gloriosos. De hecho, las antiguas expectativas que generaba la presentación de un nuevo iPhone más centradas en la innovación o las nuevas funcionalidades se han tornado en algo más morboso: un compás de espera para ver si Apple puede seguir aguantando el tirón para resistir los constantes ataques de sus rivales.
“El momento es crucial porque Apple se enfrenta al que posiblemente sea el momento más delicado desde el punto de vista de la imagen corporativa (aunque ya pasó por temas tan peliagudos como los suicidios de empleados en las fábricas de su proveedor chino o los problemas de seguridad del último año)”, dice a CincoDías el analista español Jaime García Cantero, que añade que “el tema de las multinacionales y su ingeniería fiscal para no pagar impuestos (o no pagarlos fuera de los EEUU porque allí pocos se atreven con los ejercicios de equilibrismo que se permiten en otras áreas geográficas) puede suponer un varapalo importante para la imagen de la compañía. Esto, como su enfrentamiento con el FBI, vuelve a poner sobre la mesa el control (o mejor dicho, la ausencia del mismo) sobre estas grandes compañías que parecen hoy todopoderosas y por encima de leyes y obligaciones”.
El terminal será, según la información filtrada, resistente al agua, tendrá más memoria en su modelo básico y llevará cámara dual en su versión más potente
Pero más allá de estos aspectos referidos a política fiscal o de privacidad y seguridad de Apple, la intriga está ahora en las novedades que pueda aportar el nuevo iPhone 7. Y ya hay intensos rumores de fuentes fiables sobre qué puede esperar el usuario. Uno de los avances que parece seguro es que el terminal será resistente al agua. No será un móvil sumergible, pero sí resistente a la lluvia, la nieve y podrá introducirse en agua hasta un metro de profundidad durante un máximo de 30 minutos. Otra característica que será aplaudida es su capacidad de memoria, que aumenta, algo que se le habían reclamado de forma insistente a Apple. De este modo, se espera que el modelo básico del iPhone 7 pase de 16 gigas a 32 gigas y que el tope de gama salga con 256 GB. No se prevé que el terminal, que también tendrá una versión Plus, incorpore la ranura para tarjetas de memoria microSD.
Las novedades no se quedan aquí. También se esperan noticias en cuanto a colores (además del gris espacial, el dorado y el rosa, el nuevo iPhone podría llegar a las tiendas en negro mate y negro brillante, además de en un azul oscuro) y en relación a su cámara. Muchos analistas apuntan que Apple se ha visto superada en el terreno fotográfico por otros fabricantes de móviles como Samsung, y las filtraciones apuntan a que el iPhone 7 Plus incluirá una cámara dual. Esta mejora tendría un objetivo único: zoom digital sin pérdida aparente de calidad, según los rumores recogidos por Xataka. También se apunta que el equipo podría contar con varios LED que potencien el flash de la cámara trasera, así como un nuevo sensor de luz para tomar fotos de mejor calidad. La resolución se mantendrá en los 12 megapíxeles.
Por último, parece que el iPhone 7 abandonará el puerto de auriculares. La información filtradada apunta que el popular smartphone incluirá auriculares que se conectan a través de la entrada del cargador y mejorará sustancialmente el sonido.
Los fabricantes chinos pescan en río revuelto
El lanzamiento del iPhone 7 coincide en el tiempo con los problemas de Samsung con su nuevo Galaxy Note 7 que también tendrá un impacto sobre la imagen de la compañía coreana, aunque desde el punto de vista económico el tamaño de ambos problemas es bien diferente. Bloomberg estima que el coste para Samsung de la retirada del terminal puede rondar los 1.000 millones de dólares mientras la CE pide a Apple 13.000 millones de euros más intereses solo por sus obligaciones en Irlanda y a esto podrían sumarse otras cantidades en otros Estados. “En cualquier caso los problemas en los dos grandes referentes del mercado parecen dar alas a sus rivales, sobre todo a los fabricantes chinos [Huawei, OnePlus, Xiaomi, Oppo...] pescando en río revuelto y sacando productos cada vez más capaces de competir con los líderes”, señala García Cantero.