La debilidad del dólar sacude a las principales divisas mundiales
El billete verde cotiza a menos de 100 yenes, su nivel más bajo desde 2013, mientras que la libra se estanca en mínimos de 1985 pese a los datos de inflación.
Casi dos meses han pasado desde que Reino Unido decidiera poner fin a sus relaciones con Bruselas. Dos meses que, además de traer una de las peores oleadas bajistas que recuerdan las Bolsas, también han provocado una gran sacudida en el mercado de divisas. Por ello, los inversores siguen sin perder de vista la economía británica. Del devenir de la misma dependerá el comportamiento de la economía europea y, con este, el de sus principales monedas y las del resto del mundo, que vigilan muy de cerca los datos macroeconómicos procedentes del país.
Desde que el pasado 23 de junio se produjera finalmente el brexit, la divisa británica ha iniciado un recorrido a la baja que la lleva ya a depreciarse más de un 12%. La libra, que justo antes del referéndum había escalado hasta los 1,48 billetes verdes –sus máximos anuales– se encuentra inmersa en una tendencia bajista con la que es incapaz de remontar desde niveles de 1985. Este fuerte descenso en la moneda del país también está teniendo consecuencias para su propia economía.
Hoy, los datos de inflación del mes de julio se situaron en el 0,6%, su mayor nivel desde noviembre de 2014. La debilidad de la divisa, que provocó una ligera caída de los alimentos respecto al año pasado, está contribuyendo a elevar una tasa que, aunque necesaria, también acabará presionando al poder adquisitivo de los consumidores. “Esperamos que la inflación suba rápidamente en los próximos meses”, señala a Bloomberg James Smith, economista de ING Bank, quien, no obstante, apunta que las perspectivas de menor crecimiento significan que el Banco de Inglaterra recortará de nuevo los tipos este año. Asimismo, Mike Prestwood, economista de la ONS (Instituto Nacional de Estadística de Reino Unido) asegura que, aunque no hay un impacto “obvio” en el IPC por el resultado del referéndum británico, los datos de precios a la producción “sugieren que la caída de la libra está empezando a presionar a los precios de las importaciones a las que tienen que hacer frente las empresas”.
Sin embargo, no solo del brexit están alimentándose las cotizaciones de las divisas. De hecho, el culpable de los últimos movimientos en este mercado es el dólar y su continuada debilidad, algo que a la divisa británica le está beneficiando. “El nivel que se le ve a la libra en los próximos meses es entre ese bajo que tocó de 1,28 dólares y un alto de 1,35. Es un rango muy amplio porque la libra todavía tiene que perder peso, pero también lucha con el dólar, que se sigue debilitando”, afirma Ramón Morell, director de ETX Capital.
Hoy, el billete verde ha alcanzado su nivel más bajo desde 2013, cayendo por momentos por debajo de los 100 yenes. El detonante de este movimiento fueron las declaraciones de John Williams, presidente de la Reserva Federal de San Francisco, quien aseguró que los bancos centrales deberían elevar sus objetivos de inflación. Esto, a ojos del mercado, supone un argumento más fuerte para mantener los tipos de interés sin cambios, lo que se suma, además, a los últimos datos macroeconómicos, que no dan lugar, precisamente, a una subida en el precio del dinero.
Pero la debilidad del billete verde no solo afecta a su economía, sino que también está contribuyendo a dar más alas a la divisa nipona. “El yen podría poner a prueba la barrera de los 100 billetes verdes debido al mayor ablandamiento del dólar”, apunta Ray Attrill, codirector de estrategia de divisas de National Australia Bank. El experto señala a Bloomberg que una ruptura sostenida de ese nivel generaría mayor presión sobre el banco central del país para que tome nuevas medidas de estímulo. “Los niveles actuales del yen dificultan mucho las metas de inflación del Banco de Japón. Por lo tanto, veremos medidas adicionales de estímulo si la divisa japonesa no se deprecia a corto plazo”, afirma Enrique Díaz-Alvarez, director de riesgos de Ebury. Desde que comenzara el año, la moneda nipona ha avanzado casi un 20% respecto al dólar. Esta subida se afianza más desde el brexit, pues en apenas dos meses el yen ha avanzado un 6% en relación al billete verde.
Ese no es el caso de la moneda única, que en las últimas semanas se ha mantenido en el rango lateral entre los 1,10 y los 1,11 dólares, a excepción de la jornada de hoy, en la que el billete verde mostró una mayor debilidad que fue aprovechada por el euro para escalar hasta los 1,12 dólares. “El estancamiento se debe a la ausencia de grandes novedades en relación a la política monetaria del BCE o de la Fed. Esperamos que la reunión de Jackson Hole a finales de este mes anime la cotización”, aclara el director de riesgos de Ebury. “No es el momento del euro. En este momento, el único que hace que se mueva la paridad entre la moneda única y el billete verde es el dólar”, explica Morell, responsable de EXTCapital.