El riesgo mortal de una terapia alternativa contra el cáncer
Fallecen tres personas a las que se les administró supuestamente el fármaco no autorizado 3BP en Alemania
La desesperación ante una enfermedad puede ser letal. Tres personas han fallecido en el lapso de unos días, a finales de julio, y otras 26 están en contacto con las autoridades sanitarias en Alemania, Holanda y Bélgica supuestamente tras someterse a un tratamiento oncológico con un producto llamado 3BP (3-bromopyruvate), un fármaco sin autorización sanitaria, en un centro alternativo contra el cáncer dirigido por un paramédico alemán llamado Klaus Ross.
La fiscalía alemana ha abierto una investigación tras conocerse que dos pacientes holandeses y uno belga fallecieron a los pocos días de recibir el tratamiento con 3BP en esta clínica alemana, en la localidad de Brüggen-Bracht, cerca de la frontera con Holanda. “Existe un riesgo para la salud de los pacientes que se han sometido en este centro a un tratamiento contra el cáncer”, alerta en un comunicado la policía germana.
El fármaco 3BP es una molécula descubierta en la prestigiosa Universidad John Hopkins hace más de una década por los científicos Young Hee Ko, Peter Pedersen y Jeff Geschwind. La acción de esta terapia consiste en matar las células cancerígenas inhibiendo el proceso de glicólisis o de obtener energía a través de la glucosa. Aunque los datos sobre la eficacia en humanos es anecdótica, según recoge la edición digital de la revista Science, que se ha hecho eco del caso de estas tres muertes.
El compuesto solo se ha probado con animales y a lo largo de estos años, su uso con pacientes ha sido documentado en escasas publicaciones científicas. El problema radica en que el producto nunca ha iniciado los ensayos clínicos obligatorios para cualquier futuro medicamento. En estas pruebas se debe estudiar la seguridad de la terapia para los humanos y la eficacia en miles de pacientes de decenas de hospitales. Tras pasar esos test, las autoridades sanitarias europeas o de EE UU valoran los resultados y deciden si aprueban un tratamiento. Aún así, no es difícil encontrar foros y blogs pseudocientíficos que señalan al 3BP como un milagro contra el cáncer.
Únicamente una pequeña empresa de EE UU llamada PreSciencie Labs recibió en 2013 la autorización para comenzar con los ensayos clínicos con 3BP, aunque no existe información respecto a que haya comenzado todavía la fase I sobre seguridad en humanos, según Science.
El propio profesional alemán Klaus Ross –con el título de praktikerin (paracticante, similar a un grado de auxiliar de enfermería)– señalaba en la web del centro que 3BP es “actualmente el mejor compuesto para tratar tumores”, recoge Science. Los medios locales han sugerido que muchos de los pacientes que llegaban a manos de Ross habían abandonado sus terapias convencionales, o evitando la agresiva quimioterapia, para someterse a este “tratamiento básico” contra el cáncer de 10 semanas por 9.900 euros.
El compuesto 3BP es fabricado por la industria química y puede ser comprado, por ejemplo, para usos científicos. Las autoridades alemanas investigan cómo el profesional alemán contaba con permiso, y de hecho podía comprarlo con el fin de administrar este producto pese a no estar aprobado por las autoridades sanitarias en el caso de uso en humanos en la actividad clínica convencional.
“Estoy preocupado respecto a que este fármaco se utilice sin haber llevado a cabo los estudios clínicos adecuados”, asegura Geschwind, uno de sus descubridores, en declaraciones recogidas por la revista estadounidense. El fiscal alemán investiga ahora si el caso constituye homicidio involuntario.
“Lamentamos las sospechas lanzadas en los medios acerca de que la medicina alternativa y nuestra clínica en particular podrían ser responsables de la muerte de una de nuestras pacientes”, comunicó inicialmente el centro, que asegura que las personas que acuden allí son informadas claramente acerca de que deben valorar también, por su cuenta, la conveniencia de los tratamientos tradicionales contra el cáncer, recoge Efe.
El peligro de buscar otros tratamientos
Como ha señalado la prensa alemana estos días, el Centro Biológico de Cáncer de Bracht prometía en su web tratamientos alternativos y menos agresivos a la radiología y quimioterapia: desde eliminar pensamientos negativos, acupuntura... y, como se ha visto, fármacos no aprobados para uso clínico estaban dentro de los tratamientos de Klaus Ross, un profesional con un grado en terapias alternativas, pero que no es médico.
El peligro de este tipo de tratamientos es doble para el paciente, como suelen recordar las organizaciones médicas y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC): por el daño que pudieran causar y por abandonar un tratamiento convencional ya aprobado con otros pacientes. La policía alemana y la holandesa, de donde eran gran parte de los afectados, han abierto una investigación sobre este centro.