Iberdrola pone en marcha la central de Teles Pires
Iberdrola ha puesto en marcha uno de sus proyectos hidroeléctricos más grandes de los que lleva a cabo en Brasil. Tiene una potencia instalada de 1.820 megavatios.
Tras 40 meses de trabajo sobre el terreno, Iberdrola ha puesto en marcha esta semana su central hidroeléctrica de Teles Pires, en la Alta Floresta Amazónica, en Brasil. La inversión en esta planta ha rondado los 1.100 millones de euros (4.500 millones de reales), tal y como informó la propia eléctrica española.
La instalación ha sido desarrollada por un consorcio de empresas locales formado por el holding Neoenergia, donde participa Iberdrola, que tiene el 50,1% de la central, la eléctrica local Furnas, con un 24,5% de la propiedad de la instalación, la también energética Eletrosul, con otro 24,5%, y Odebrecht, con el 0,9% restante.
La eléctrica española ha realizado esta instalación en el país a través del holding Neoenergía, en el que mantiene un 39% del capital, con socios locales como Banco do Brasil, que tiene un 12% y la financiera Previ, con un 49%.
Teles Pires tiene una potencia instalada de 1.820 megavatios (MW), “capacidad suficiente como para suministrar energía eléctrica a una población de cinco millones de brasileños”, detallaron desde la energética. Consta de “cinco turbinas de última generación de 364 MW de potencia cada una”, señalaron. Se ha construido sobre una presa de 80 metros de altitud.
La planta se encuentra situada en la frontera entre los estados de Pará y Mato Grosso, en el río Teles Pires, afluente del río Tapajós, junto a los municipios de Jacareacanga y Paranaíta. La iniciativa y posterior construcción “ha incorporado desarrollos medioambientales vanguardistas, respetando al máximo el entorno gracias a la incorporación de un innovador sistema que reduce al máximo el nivel de utilización de agua y un diseño totalmente integrado en la selva amazónica”, explicaron desde la compañía.
En este sentido, la compañía explica que se han puesto en marcha “más de 40 iniciativas sociales, relacionadas en buena medida con la mejora de la salud y la calidad de vida y de las que se han beneficiado, especialmente, las comunidades indígenas de la zona”, detallan.
Iberdrola considera que el tiempo de realización de esta central hidroeléctrica, de 40 meses, ha sido “récord” para una instalación de estas características. En él, han trabajado unos 6.500 empleados, la mayoría locales, para los que se construyó una ciudad con todos los servicios necesarios para poder vivir en ella.
Además se han generado unos 15.000 empleos indirectos gracias a la construcción, con “numerosas empresas locales involucradas”, resaltan.