Visitamos la fábrica de Manuel Rodríguez en el pueblo toledano de Esquivias, donde esta dinastía de lutieres lleva más de 100 años fabricando el instrumento español por excelencia.
Un lutier prepara los abanicos y las varetas de las tapas armónicas. Manuel Rodríguez asegura que “mientras más fino el abanico, mejor el sonido”.Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días)Manuel Rodríguez usa palo santo de Río en los fondos y los aros, cedro de Perú en el mango y ébano de Camerún en el diapasón. La empresa compró algunas de estas maderas en los años cuarenta y sesenta.Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días)Las cuerdas se confeccionan con nailon americano y las clavijas, con hueso de vaca. Manuel Rodríguez tiene una plantilla fija de 50 lutieres, con una antigüedad media de 15 años.Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días)Las guitarras se barnizan para protegerlas de la humedad. Una vez que el barniz se ha secado, lo que tarda unas 24 horas, se quitan las motitas y se pule el instrumento. "Una guitarra tiene que ser bella como una mujer guapa, que suene bien y tenga personalidad", dice Manuel Rodríguez.Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días)El lutier peruano Benigno Marín realiza el montaje del mango, aros, tapa y suelo aplicando la misma técnica de construcción que practicaba el fundador de la empresa en 1905. La compañía está interesada en crear en Toledo una escuela de lutería con autorización para expedir títulos oficiales.Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días)A diferencia de otras guitarras, como las japonesas, en la española el zoquete del mástil queda dentro de la caja, lo que le da mayor estabilidad. Los fabricantes españoles inventaron este sistema hace 300 años.Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días)Manuel Rodríguez también elabora cajones flamencos. Este instrumento, del que produce 200 unidades al mes, es ligero y con cuerdas, no macizo como el peruano, del que procede.Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días)
