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Invertir a corto plazo

¿Cuál es la mejor hora para ganar dinero en Bolsa?

Para los inversores a corto plazo, el momento de entrar en el mercado resulta clave de cara a maximizar el retorno ofrecido.

Apertura y cierre Bolsas

Aunque para los inversores a largo plazo el momento de entrada en el mercado en términos horarios tiene un impacto extremadamente limitado, para los especuladores a corto puede resultar vital de cara a maximizar el retorno final

En este sentido, en unos mercados cada vez más globales en los que los inversores no limitan su universo a los activos financieros nacionales, sino que buscan oportunidades entre todas las compañías del mundo, la diferencia horaria hace necesario el diseño de una estrategia diferente para atacar a cada uno de los mercados. Y es que las horas de óptimo rendimiento no son las mismas en Europa que, por ejemplo, en Asia o en América.

Las diferencias, además, varían en función del tipo de activo financiero en el que se quiere poner su dinero. Así, se hace imprescindible para los inversores el tener presente cuáles son las horas en las que deben invertir en divisas, cuáles son las horas en las que obtener rendimiento de la renta variable y cuáles en las que se puede aprovechar el tirón de la deuda.

Lo más importante a la hora de determinar en qué momento de la sesión es más atractivo invertir en renta variable es reconocer cuándo los diferentes mercados presentan una mayor liquidez acompañada de volatilidad”, explica Rodrigo García, analista de XTB. El experto recuerda que gran parte del retorno que consigue un inversor a corto plazo depende de la explosividad y el recorrido que marque el valor y no tanto de las ganancias o pérdidas finales que refleja el precio de la acción al cierre. En cuanto a la necesidad de liquidez, García sostiene que, pese a que en ocasiones se pasa por alto, resulta vital para garantizar una óptima operativa, toda vez que el especulador necesita entrar y salir del mercado con rapidez y al menor coste.

“Sabiendo esto, podríamos decir que las horas con mayor liquidez y volatilidad son las tres primeras horas de negociación para los mercados de Europa y de Asia”. De esta forma, si el inversor está interesado en adquirir acciones que cotizan, por ejemplo, en el Dax alemán, el Mib italiano o el propio Ibex 35, deberá lanzar sus órdenes entre las nueve y las doce de la mañana. Por el contrario, si opta por comprar títulos de compañías asiáticas de, por ejemplo, el Nikkei japonés, el periodo más atractivo es el que va de las doce de la noche hasta las tres de la mañana.

De vuelta a los mercados europeos, a partir de las doce de la mañana, los principales parqués quedan embrujados por Wall Street, lo que implica generalmente pocos movimientos a la espera de que se defina la tendencia bursátil en Estados Unidos. A partir de las tres y media de la tarde, una vez que ha dado comienzo la negociación de los índices de más allá del Atlántico, se produce un nuevo periodo de mayor volatilidad y liquidez que, sin embargo, resulta más peligroso para los especuladores.

“Pese a que en lo que a las características de la negociación respecta, se cumplen los parámetros mencionados, este periodo es más peligroso desde el punto de vista técnico porque la atracción de Wall Street puede llevar a movimientos poco ortodoxos como, por ejemplo, que los índices no reboten al alcanzar un soporte”, sostienen los expertos consultados.

Diferente es el procedimiento a seguir si el inversor opta por tomar posiciones en el mercado estadounidense. “En este caso, aunque también hay una gran liquidez en las primeras horas de negociación, lo cierto es que se mantiene más o menos estable durante toda la sesión”, explica el analista de XTB.

En cuanto al mercado de futuros, al contrario de lo que la lógica podría indicar, las mejores horas de negociación se encuentran ligadas a las de las acciones con las que guardan relación. “Uno podría imaginar que se negocian más futuros antes de que abra el mercado, pero no es así. En el premarket se negocia lo justo para adivinar la tendencia de la sesión”.

Una vez más, los inversores buscan liquidez y volatilidad a la hora de elegir el mejor momento para invertir. En el mercado de divisas, según el último informe lanzado por el Banco de Pagos Internacionales más del 40% de la negociación se concentra en el mercado de Londres, a gran distancia del 20% de operaciones que se realizan en el de Nueva York.

“Con los datos de negociación en la mano, los inversores deben saber que el repunte de la liquidez en el mercado de divisas se va a producir, lógicamente, en el momento en el que los británicos están despiertos”, razona Daniel López de Argumedo, analista de Finagentes Gestión. Así, si el especulador desea conciliar volatilidad y liquidez, es lógico que lance las órdenes a las horas de mayor actividad del mercado británico, es decir, entre las nueve de la mañana y las doce de la tarde. Durante la jornada, se produce un segundo periodo de características atractivas en el mercado de divisas. La apertura de Nueva York, a las dos de la tarde, abre la puerta a un repunte de la liquidez que, aunque menor, puede ser igualmente aprovechado para maximizar el rendimiento de una inversión a corto plazo. En muchas ocasiones, si la tendencia es clara, la volatilidad y el volumen negociado puede ser superior en los momentos, como este, en el que los mercados se solapan y es posible lanzar órdenes hacia diferentes puntos del planeta.

Las propias divisas también arrojan información que los inversores pueden utilizar para tratar de adivinar dónde encontrar la liquidez que buscan para operar en el corto plazo. Así, según el mismo informe del Banco de Pagos Internacionales, en el cambio entre euros y dólares se registra el mayor volumen de operaciones, concretamente un 24,1%. A la negociación entre la moneda comunitaria y los billetes verdes le siguen, en términos de volumen, las operaciones entre dólares y yenes con un 18%. La moneda japonesa es utilizada como activo refugio en muchas carteras, por lo que su uso de cobertura trasciende la negociación de los que operan exclusivamente en el mercado de divisas.

La especial liquidez del yen, apuntan los expertos, la convierte en la moneda más atractiva para negociar durante el mercado asiático. Pese a ello, los analistas consultados recomiendan a los inversores cortoplacistas evitar las operaciones nocturnas por el menor volumen y, sobre todo, por los movimientos poco ortodoxos que experimentan las divisas a lo largo de esta franja horaria.

La búsqueda de liquidez y de volumen vuelve a ser prioritaria a la hora de maximizar el rendimiento de las inversiones a corto plazo para el caso de la renta fija. Sin embargo, como recuerda Gianluca Mineri, jefe de trading a nivel global de Pioneer Investments, la negociación de deuda es bilateral, por lo que resulta mucho más complejo determinar ese momento óptimo para llevarla a cabo, pues se produce cuando las órdenes encuentran su contrapartida.

En cualquier caso, señala el experto, la mayor parte de las emisiones de bonos corporativos se producen por la mañana, algo que encuentra su réplica en el mercado secundario y que deriva, en el horario europeo, en un periodo de óptima negociación entre las 9:30 y las 11:30 horas. Pero, si hay una franja horaria en la que la liquidez de la deuda de las empresas es más alta, esa se produce, según los analistas consultados, en el momento en el que los mercados estadounidense y europeo se solapan, es decir, entre las 14:30 y las 16:00 horas.

De la misma manera, para la negociación de deuda corporativa estadounidense, Mineri apunta a la apertura de los mercados al otro lado del Atlántico, solapada con la sesión europea, como el periodo de mayor liquidez y volumen. “Por la tarde, con los mercados europeos ya cerrados, el volumen de negociación es mucho menor y resulta menos atractivo para la especulación”, sostiene el experto.

En el caso de la deuda soberana del Viejo Continente, el mayor volumen y la liquidez óptima se dan cita poco después de la apertura de los mercados de cada país, es decir, entre las 9:30 y las 11:30 horas. Es en este mismo periodo en el que tienen lugar las subastas de letras, bonos y obligaciones en el mercado primario que generan un extra de liquidez del que puede aprovecharse el inversor a corto plazo.

En Estados Unidos, según los datos que maneja Pioneer Investments, cerca del 80% del volumen diario de bonos soberanos del país se negocia justo tras la apertura de los mercados en Nueva York. El resto del volumen y la liquidez se encuentra antes y después de las subastas de deuda pública.

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