¿Cómo influyó la tesis española en las cláusulas suelo?
Los bancos españoles ya tenían indicios desde hace más de un mes de que la respuesta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la aplicación de la retroactividad o no de las cláusulas suelo que podría obligar al sector a devolver todo lo cobrado por este concepto desde 2009 se inclinaba a favor de las tesis de las entidades, el Gobierno español y del Banco de España.
Y así ha sido. Puede ser por ello por lo que la presión existente sobre algunas entidades como Unicaja (sobre todo por su filial Ceiss), Sabadell, Popular o Liberbank, e incluso la marca cordobesa de Kutxabank, Cajasur, se ha relajado. Las facturas a devolver a los hipotecados por estas entidades financieras a causa de las cláusulas suelo, en caso de reconocerse su retroactividad, serían tan elevadas para algunas firmas que hubieran forzado un baile de fusiones en los próximos meses.
CaixaBank o BBVA también verían sus cuentas de resultados más debilitadas, y tendrían que apretarse el cinturón unos cuantos agujeros más de lo que lo están haciendo ahora con los tipos de interés prácticamente en negativo.
El miércoles el abogado del Tribunal de Justicia europeo emitió sus conclusiones sobre la retroactividad o no de la devolución de las cláusulas suelo. Dictaminó a favor de los bancos y en contra de miles de hipotecados. Recomienda al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que limite la devolución de lo cobrado en las hipotecas por este concepto. Hay que recordar que las conclusiones del abogado de la UE no son vinculantes, pero tienen un elevado peso en el fallo final del Tribunal.
Hace algo más de un mes las entidades financieras comentaban que la defensa de la banca, que se apoyaba en un informe del Banco de España fechado en noviembre de 2015, había convencido a Europa. No se puede rebatir algo ya juzgado y cerrado por el Supremo, institución que ya emitió su dictamen el 9 de mayo de 2013. No hay retroactividad, y así lo ha entendido, de momento, Europa.
Las entidades financieras solo tendrán que hacer frente (si el TJUE comparte el fallo del abogado en otoño) a la provisión para la previsible devolución de las cuotas a los hipotecados desde mayo de 2013 y no desde que se firmó el crédito, que en algunos casos llega a 2007, aunque la mayoría de las cláusulas suelo se formalizaron a partir de 2009.
De esta forma, las instituciones financieras comenzaron a hacer sus cálculos de provisiones y a respirar. “Parece que ya no es ni tan urgente ni tan evidente que comience el baile de fusiones”, aseguraba el miércoles el primer ejecutivo de una conocida entidad financiera.
Además, la decisión del abogado europeo se produce unas semanas antes de que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) publique sus notas sobre los test de estrés.
En juego están, según datos del informe de defensa del Banco de España, 5.000 millones de euros cifra ligeramente superior según algunas firmas de inversión. Estos fondos corresponden precisamente al impacto desde 2009 a mayo de 2013 de las cláusulas suelo, lo que representa un 12,8% de las ayudas públicas concedidas en 2012/2013 y, para la mayoría de las entidades significativas hubieran sumado un importe superior o muy cercano al beneficio antes de impuestos registrado en 2013. A esta cifra hay que
“El impacto para el período comprendido entre mayo de 2013 y diciembre de 2015 ascendería a unos 2.600 millones de euros € adicionales”, recalca el Banco de España. En total, 7.600 millones de euros, de los que la banca tiene provisionados una parte importante, que podrían pasar a engrosar otras provisiones en caso de que la sentencia final se corresponda con la decisión del abogado general del Tribunal de Justicia Europeo, Paolo Mengozzi. Y se librarían de sumar otros casi 3.000 millones de euros de nuevas provisiones para cubrir la retroactividad.
El Reino de España como el Banco de España han puesto todo su empeño en la defensa del sector por si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea pensaba otra cosa y, según fuentes del sector. Las entidades financieras cotizadas se dispararon el miércoles hasta un 10% en Bolsa tras conocerse el dictamen. Ayer el mercado parecía que había asimilado la noticia.
Los grandes perdedores por este dictamen, en caso de confirmarse en otoño, serán los miles de hipotecados con cláusulas suelo. A ellos se suman, pero por razones muy diferentes, los despachos de abogados, que en los últimos años han crecido alrededor de la defensa de las cláusulas suelo, participaciones preferentes y en la devolución del dinero a los pequeños accionistas de Bankia.