Inaugurado el Canal de Panamá, obra estrella de Sacyr
La ceremonia contó con la presencia de Juan Carlos I También participantes de China, Japón, Perú, Corea del Sur, Colombia y México
La ampliación del Canal de Panamá, un hito de la ingeniería moderna cuyo principal proyecto, el tercer juego de esclusas, construyó un consorcio liderado por la española Sacyr, se inauguró hoy con el tránsito de un buque chino de gran calado. El barco, un neopanamax de 48,25 metros de manga y 299,98 metros de eslora y capacidad para transportar hasta 9.400 contenedores, entró en la cámara baja de la esclusa de Agua Clara pasadas las 7:30 hora local (12:30 GMT).
Participaron en la ceremonia de apertura del tercer juego de esclusas una docena de los 70 jefes de Estado invitados , entre ellos el rey emérito Juan Carlos I. Los analistas dijeron que el rango de quienes dirigen las delegaciones se vio afectado por el escándalo de los documentos de Panamá, filtrados de la firma de abogados Mossack Fonseca, que revela cómo algunas de las personas más ricas del mundo utilizan compañías offshore para evadir impuestos y lavar dinero.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Panamá indicó que el evento ha sido un éxito diplomático, con representantes de casi todos los países invitados, entre ellos de China, Japón, Perú, Corea del Sur, Colombia y México, así como ejecutivos de las principales empresas y miles de panameños.
La ampliación consiste en un tercer carril para poder pasar buques neopanamax, que comenzaron a construir las navieras en 1995, con capacidad de hasta 13.000 contenedores, el triple de los que cruzan las esclusas operativas desde 1914.
El ensanche era necesario para que el Canal de Panamá volviera “a ser competitivo en ese mercado” de los portacontenedores, que representa “casi el 50 % de los ingresos” de la vía, dijo a Efe el administrador de la ACP, Jorge Quijano.
La ampliación supuso cifras impactantes: 4,4 millones de metros cúbicos de cemento, 30.000 trabajadores y 5.450 millones de dólares de inversión, que pueden aumentar por reclamaciones económicas que mantiene el GUPC y que totalizan unos 3.400 millones de dólares.
El tema monetario llevó a una paralización de las obras en febrero de 2014, cuando el GUPC dijo que necesitaba 1.600 millones de dólares para seguir, una crisis que se solucionó tras duras negociaciones que terminaron de agriar las ya difíciles relaciones entre las empresas y la administración de la vía.
"Un día de felicidad"
La inauguración hoy de la ampliación del Canal de Panamá, con el tránsito de un buque chino de gran calado, representa un “día de felicidad”, aseguró José Peláez, ingeniero de Sacyr y jefe del proyecto de las nuevas esclusas.
Las nuevas esclusas, el principal proyecto de las obras de la ampliación, fueron construidas por el Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, e integrado además por la constructora italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA.
“Es un día en el que estamos celebrando, un día de felicidad de ver que hemos culminado una infraestructura de este calibre, y que empieza en el servicio, que empieza a ser rentable”, declaró Peláez en la nueva esclusa de Agua Clara, en la vertiente del océano Atlántico.
“Para nosotros es una satisfacción cuando ves que tu 'niño' empieza a andar solo”, añadió Peláez respeto al proyecto de las esclusas.
Construir las nuevas esclusas para permitir el paso de buques neopanamax, con capacidad para transportar hasta 13.000 contenedores, el triple de la vía centenaria, “ha supuesto un esfuerzo tremendo” para las empresas, aseguró el ingeniero español.
“Al mismo tiempo vez sentimos que éramos parte de algo muy grande, de algo de impacto muy visible (...) se ha puesto en evidencia la capacidad organizativa y técnica que tienen las empresas socias de GUPC. En mi caso pertenezco a Sacyr, aportando grandes ingenieros y grandes profesionales, y siendo capaz de organizar un trabajo de este tipo”, añadió Peláez.
El GUPC firmó en 2009 un contrato de 3.118 millones de dólares para construir esas infraestructuras, pero ha presentado reclamaciones económicas que suman unos 3.400 millones de dólares, muchos de los cuales están pendientes de resolverse en terceras instancias.
El de las demandas financieras “es un proceso relativamente complejo y tiene bastantes pasos y cada uno de ellos tiene un escalón distinto”, comentó Peláez.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha dicho que esos procesos tardarán en resolverse entre dos y tres años.
El GUPC se mantendrán en las esclusas por otros tres años dándoles mantenimiento.