La Caixa pone en valor la actividad de los voluntarios
El Programa de Voluntariado de La Caixa nació en 2005 Actualmente, 8.500 voluntarios participan en las diversas acciones solidarias Jaume Giró, director general de la fundación, inauguró la jornada en Barcelona
Desde que en 2005 se puso en marcha el Programa de Voluntariado de La Caixa, el número de empleados de la entidad financiera, jubilados y familiares que se unen a esta iniciativa no para de crecer cada año. Hoy, un total de 8.500 voluntarios de La Caixa trabajan a diario con diversas entidades sociales en favor de los más necesitados. Una actividad altruista que se pone en valor y cobra visibilidad con la celebración del Día del Voluntariado de la Fundación Bancaria La Caixa, centrada en la infancia.
“El Día del Voluntariado de La Caixa es un día de fiesta y alegría para los voluntarios”, remarca Lluís Romeu, presidente de la Federación de Asociaciones de Voluntarios de La Caixa. “A nosotros nos parecía que quedaba un día vacío si no teníamos a alguien al lado a quien ayudar, por eso decidimos colaborar con CaixaProinfancia, para que los niños de este programa se aprovechen de este día y puedan disfrutar al máximo. Y también aprovechamos para que el resto de empleados de la entidad se apunten a la celebración y conozcan el voluntariado de cerca”, señala Romeu.
CaixaProinfancia
En España, el 28,8% de los menores de 16 años vive bajo el umbral de la pobreza, según la encuesta de condiciones de vida del INE. Una realidad que dificulta que estos niños y niñas tengan oportunidades para descubrir sus talentos innatos y convertirlos en un valor para su formación. Sensible ante esta situación y con el fin de romper el círculo de la pobreza hereditaria, desde 2007, la Obra Social La Caixa impulsa el programa CaixaProinfancia, cuyas líneas de actuación se centran en la atención a la infancia en situación de pobreza y exclusión social. A través de este programa se trata de dar a estos niños y niñas las mismas oportunidades que al resto para que puedan disfrutar de un futuro mejor que el de sus mayores.
El sábado pasado se celebró la sexta edición de esta fiesta, en una acción conjunta de 40 ciudades de toda España y en la que participaron 1.300 voluntarios y más de 9.000 niños y niñas en situación de vulnerabilidad, con talleres artísticos, juegos, actividades deportivas, culturales y medioambientales. “Cada asociación monta las actividades que mejor le convienen. Solo hemos definido como denominador común el día de celebración, el 4 de junio, y el concurso de dibujo, en el que los participantes reflejan las experiencias de la jornada; el ganador obtiene un premio especial”, explica el presidente de la federación.
El director general de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, inauguró la jornada celebrada en Barcelona, donde recordó que “los voluntarios de La Caixa son el arquetipo de la solidaridad, del esfuerzo anónimo y desinteresado para ofrecer oportunidades a personas en situación de vulnerabilidad y posibilitar que la sociedad avance en su conjunto”.
En el caso de Madrid, bajo el lema Somos superhéroes, se organizó una fiesta lúdica y educativa en Madrid Río, con talleres para fabricar capas de superhéroe, talleres de maquillaje, concursos de dibujo, yincana, así como espectáculos de teatro, humor y magia, entre otras actividades. “Los superhéroes anónimos son, en este caso, los voluntarios, capaces de ayudar a las personas en riesgo de pobreza desde el altruismo y por el bien de la sociedad”, comenta Jesús Alonso, director comercial de Madrid ciudad con dos años de experiencia como voluntario.
En Madrid Río participaron cerca de 600 niños y niñas, además de 150 personas con diversas discapacidades funcionales, así como padres y familiares, con lo que superaron las 1.000 personas, señala Alonso. “Superpoder es la generosidad y devolver a la sociedad lo que nos ha dado. Es algo que nos ilusiona muchísimo, sobre todo cuando la actividad bancaria ha sido tan denostada injustamente, porque no todos los bancos se han portado igual. Y esto es una manera de demostrar que somos uno más de ellos”, destaca el voluntario de La Caixa.
Pablo Casal, empleado de la entidad y voluntario desde hace cinco años, atendió ese día uno de los puestos de recepción e información. “Estamos informando a los compañeros mediante unos trípticos donde contamos las actividades de voluntariado que hacemos en la asociación”, comenta Casal. “Hacemos muchas cosas: obras de teatro, cuidar a niños, atender un comedor social, ir a visitar museos con niños con síndrome de Down…”. Porque, como remarcó Jaume Giró, “solo con la ayuda de los voluntarios, los mejores embajadores de la Obra Social, somos capaces de llegar a quienes lo necesitan cuando más lo necesitan”.