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Industria

Saint Gobain saltará a Cuba y se refuerza en África desde España

Pide flexibilidad de la UE con los países en recuperación

Gianni Scotti delegado general para el área Mediterránea de Saint Gobain, con sede en Madrid.
Gianni Scotti delegado general para el área Mediterránea de Saint Gobain, con sede en Madrid.
Javier Fernández Magariño

El gigante francés del vidrio Saint Gobain tiene renovadas esperanzas en el papel que ha de jugar España en su desarrollo. La compañía, que emplea a 5.500 personas entre este país y Portugal, ha reforzado el papel español en su expansión por el norte de África, hacia donde ve potencial exportador, y la conquista de mercados emergentes al otro lado del Atlántico como puede ser el cubano. En este último se baraja la venta desde España de la mano de clientes asentados en la isla y, quizás, la producción local más a largo plazo. Otros destinos de interés son México, Colombia o Costa Rica.

En un encuentro con medios económicos, el responsable de la delegación general Mediterránea, Gianni Scotti, ha avanzado expectativas de crecimiento en su división, donde la previsión de ingresos asciende a 1.900 millones, 100 millones más que en 2015. “La economía española crece y esperamos una clara mejoría en Italia, y en un par de años también en países como Túnez y Libia, donde las condiciones de negocio son hoy muy difíciles”.

El impopular reto de más automatización

El primer responsable de Saint Gobain en el arco Mediterráneo opina que, por mucha reforma laboral acometida durante la anterior legislatura, el reto de la industria española sigue siendo el de la eficiencia.

“El riesgo de la deslocalización está siempre presente, pero en Saint Gobain no tenemos el reto de llevarnos las plantas españolas o italianas a Marruecos”, reconoce Scotti. Sin embargo, recalca la asignatura pendiente de una mayor automatización para que el país gane enteros en la citada eficiencia. “La productividad es una de las claves de éxito en el futuro. A priori puede verse como un mensaje dañino para el empleo, pero es el único modo de mantener la industria en el país”.

De los 1.900 millones que espera facturar este año la delegación general Mediterránea, el 50% dependerá de España y Portugal, un 40% de Italia y el 10% de Marruecos, según los presupuestos de la empresa. Y un 67% de esas ventas totales tienen su procedencia en la división Hábitat, por el 23% de Automoción y el 10% que pesa el área de Industria.

Surgida en España de la antigua Cristalería Española, Saint Gobain ha asentado en Madrid una de sus sedes principales tras la reorganización de la gestión de su actividad en todo el mundo a principios de año.

Eso sí, la empresa reclama al próximo Gobierno español decisiones que generen actividad: “Con políticas que faciliten el ahorro energético, mitiguen las emisiones de gases, limiten el empleo de materias primas e incentiven el de materiales reciclados o, simplemente, den prioridad al confort en las viviendas, se estará ayudando a la industria”.

Cuestión de costes

Este hombre fuerte de Saint Gobain carga contra la competencia que viene de potencias como China y países vecinos como Turquía, así como contra la falta de mayor control: “El sistema político europeo no está defendiendo a la industria. A nuestra compañía le llega competencia en canalizaciones desde India, y en vidrio desde Turquía o Argelia, donde no se cumple el protocolo de Kioto”, se queja Scotti, “igual deberíamos implantar un mayor proteccionismo en nuestras fronteras mientras se obliga a los países emergentes a comportarse de un modo adecuado”.

La opinión de Saint Gobain es la de un grupo con 170.000 trabajadores, presente en 66 países y con una facturación en 2015 de 39.600 millones a partir del vidrio, desde ventanas a lunas de automóvil y botellas, y productos para la construcción. Entre sus marcas más conocidas figuran Climalit, Isover, Placo, Weber o Sekurit.

También se advierte que las políticas de austeridad tienen un límite: “Podemos pedir sacrificios, pero hay un umbral máximo que han sobrepasado los griegos y al que se acercan españoles e italianos. Además, tememos por el futuro de Portugal”, apunta el ejecutivo, “un poco de flexibilidad [por parte de la UE] sería oportuna”.

La nueva delegación general Mediterránea coordina 60 plantas industriales, un centenar de centros de distribución de materiales de construcción y 400 talleres de reparación y sustitución de lunas de automóvil en España, Italia, Portugal, Grecia, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. Su fuerza laboral suma 8.000 empleados.

Las expectativas de crecimiento en España vienen por el papel de proveedor a la industria automovilística (tiene una cuota del 25% en el negocio de lunas), a la espera de cierta reactivación en el mercado de la edificación y su estabilización en el entorno de las 150.000 a 200.000 viviendas construidas al año.

Pese al moderado optimismo, Scotti recuerda que Saint Gobain produce en España a un 50% de su capacidad en el área de construcción. En este contexto, otra de las reivindicaciones históricas de la empresa es la rebaja de los costes energéticos a la industria: “La energía puede representar el 30% de nuestros costes en la producción de vidrio y el 35% en los yesos. Este es uno de los riesgos de producir en España, que debería prepararse para cuando los combustibles fósiles vuelvan a encarecerse”.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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