El 75% del seguro europeo se enfrenta a un nuevo test de estrés
El ejercicio contempla que el Ibex se desplome un 35% y que la prima de riesgo se dispare
Llegó la hora de la selectividad para la industria aseguradora europea. Hace justo una semana que la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (Eiopa) puso en marcha el examen en el que las compañías de seguros deberán demostrar si están preparadas para hacer a escenarios económicos muy adversos: si sus balances son lo suficientemente sólidos para encarar un periodo extremadamente largo de tipos de interés bajos o a una nueva recesión.
Las pruebas que va a realizar Eiopa serán las primeras tras la entrada en vigor de la nueva directiva europea sobre requerimientos de capital, conocida como Solvencia II. Esta normativa, para la que el sector lleva trabajando casi una década, afina las exigencias de solvencia en función del tipo de negocio de cada aseguradora.
Una de las peculiaridades del nuevo test de estrés que afronta la industria es que es más amplio que otros realizados con anterioridad. El examen de 2014 afectaba a las compañías que controlaran el 50% de las cada mercado nacional. En cambio, en la prueba que ahora comienza participarán las compañías que controlan el 75% del mercado asegurador. Esto implicará aproximadamente a las 15 mayores compañías españolas por volumen de primas, que incluye a algunas compañías de nicho como Ocaso (dedicada a los seguros de decesos) y Asisa (especializada en seguros de vida).
El calendario
Durante el mes de junio, las entidades implicadas podrán remitir las dudas que tengan sobre el ejercicio al regulador europeo. El 15 de julio acaba el plazo para que presenten ante los reguladores nacionales (en el caso de España, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, DGSFP), los datos requeridos. A lo largo del mes de agosto, Eiopa recabará toda la información remitida a los reguladores nacionales para irla validando a partir de septiembre. No será hasta el mes de diciembre cuando se hagan públicos los resultados de las pruebas de resistencia.
La forma de estresar los balances de las aseguradoras es someterlas a dos escenarios extremos. El primero de ellos se basa en un periodo muy largo de tipos de interés bajísimos, lo que tendría (de hecho, ya está teniendo) un importante impacto sobre los seguros de vida-ahorro, ya que las compañías no podrían ofrecer oportunidades de inversión con unas rentabilidades atractivas. De acuerdo con la prueba diseñada, el tipo de interés a un plazo de 40 años sería tan solo del 1% (del 1,5% en 100 años).
El segundo ejercicio consiste en analizar cómo podría lidiar cada compañía con una situación de tensión máxima en varios mercados financieros: bonos con rentabilidades disparadas (para la deuda española contemplan una subida de la prima de riesgo de 156 puntos básicos), caída brusca en el precio de las acciones (-35% en el caso de la Bolsa española), dificultades en el mercado de deuda corporativa, caída de los precios del mercado inmobiliario, caída en los precios de activos alternativos (como los fondos de capital riesgo...).
Gabriel Bernardino, presidente de Eiopa, explicaba en un comunicado que “El actual entorno macroeconómico tan delicado ha sido tenido en cuenta a la hora de desarrollar estas pruebas de resistencia. En el futuro, Eiopa podría decidir fijar escenarios aún más severos”.
El directivo se mostró confiado en que el resultado de la simulación de estos impactos económicos “ofrezca una foto muy precisa del sector asegurador europeo y de sus puntos débiles más vulnerables”.