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Mercado inmobiliario

Una familia pide 30 millones a Madrid por unas calles públicas

Los herederos del suelo de la colonia Fin de Semana desvelan ser propietarios de 148.000 metros cuadrados de viales

Viales de la Colonia Fin de Semana.
Viales de la Colonia Fin de Semana.Pablo Monge
Alfonso Simón Ruiz

Calles públicas con propietarios privados. Ese es el conflicto que se abre al Ayuntamiento de Madrid en las colonias Fin de Semana y Llorente, una zona de las afueras de Madrid frente al Aeropuerto de Barajas. Los herederos del antiguo dueño de la finca donde se levanta el actual barrio presentaron el miércoles ante el Consistorio una solicitud para que expropie forzosamente esos viales y se les indemnice. Una petición que puede suponer un gasto de entre 30 y 45 millones de euros para las arcas públicas según cálculos iniciales.

Los herederos de Gumersindo Llorente, que dio el nombre a esta colonia de viviendas al principio del siglo XX, solicitan al Ayuntamiento la expropiación forzosa en un escrito presentado ante la Gerencia de Urbanismo y basado en la jurisprudencia del Tribunal Supremo. En el documento, al que ha tenido acceso este diario, se indica que cuando se trata de “una superficie ocupada para la construcción de un vial sin haber sido expropiada ni compensada, el propietario está legitimado para solicitar la iniciación de un expediente expropiatorio”, ya que esa petición no prescribe.

25% de las 57 hectáreas de la Colonia Fin de Semana corresponden a las calles que actualmente reclama la familia Llorente.

La primera referencia pública a esta finca se remonta a 1870, en lo que entonces se llamaban Hojas Kilométricas del Catastro de Rústica de Barajas. El propietario era Valentín Sevillano, quien fuera alcalde del entonces pueblo de Barajas. Su hija Fermina se casó con Gumersindo Llorente. Se desconoce si fue Llorente o sus sucesores directos quienes comenzaron a vender parte de los terrenos. “Desde entonces se fueron segregando parcelas. Lo único que quedó sin vender es la parte correspondiente a los viales”, explica Manuel Serrano, socio del bufete Serrano Alberca & Conde. Este despacho ha comprobado que en el Registro de la Propiedad alrededor de 130.000 m2 siguen perteneciendo a la familia Llorente, aunque los abogados calculan que sube hasta 148.000 m2.

¿Cómo pudo ocurrir que los viales permanezcan como propiedad privada? “El desarrollo urbano de los años treinta, cuarenta o cincuenta no era muy riguroso en esa zona”, comenta Serrano. Alguien trazó las arterias y comenzó a comercializar el resto de solares. Más tarde, por el uso público, se urbanizó esos caminos. “Hemos sumado los metros de todas las parcelas que se segregaron. El resto corresponde a los viales. Así se recoge en el Registro”, añade.

En Serrano Alberca & Conde han reconstruido durante un año la línea de herederos, identificado todas las propiedades y recopilado los datos del Registro para presentar el recurso. El despacho representa en esta reclamación a 25 descendientes de Gumersindo Llorente, que incluye a sus cuatro nietas y herederos.

“Toda la vida se ha comentado en casa lo de las calles. A raíz de encontrar algunas escrituras, las llevamos a los abogados y nos dijeron que podíamos reclamar”, comenta José Manuel Llorente, de 31 años, bisnieto de Gumersindo y quien movilizó a la familia. Prácticamente todos los sucesores se han sumado a la solicitud. “Esa zona de la finca nos pertenece. Tenemos derecho a reclamar”, apunta, aunque sabe que tal vez el proceso se dilate durante años. El área de Urbanismo del Ayuntamiento, regido por Manuela Carmena (Ahora Madrid), no contestó a este diario sobre su postura ante esta reclamación.

La historia de esa colonia

Los documentos históricos señalan que el desarrollo de la Colonia Llorente comenzó en los años treinta del pasado siglo para viviendas promovidas por particulares como segunda residencia. Tras la Guerra Civil, en los años cuarenta, pasó a urbanizarse como una colonia obrera de casas baratas. 20 años después, con el desarrollo del Aeropuerto de Barajas, básicamente se instalaron naves industriales, porque las molestias de las rutas aéreas hacían poco recomendables nuevos domicilios. El ámbito se sitúa a la derecha de la A-2 en dirección salida, al sobrepasar el centro comercial Plenilunio y tras los nuevos bloques de viviendas del barrio de Rejas. Ocupa 57 hectáreas en el distrito de San Blas-Canillejas.

Viviendas de la calle de Junio.
Viviendas de la calle de Junio.Pablo Monge

En un paseo por esa zona, actualmente más conocida por los vecinos como Colonia Fin de Semana, se percibe esa mezcolanza de construcciones. Al llegar desde la carretera se ven talleres, almacenes y naves industriales. Al callejear hacia el sur, aparecen casas bajas antiguas –rémoras del pasado obrero– y relucientes chalés. Los nombres de las calles hacen referencia al almanaque: enero, febrero, marzo... hasta diciembre, además de otras llamadas Otoño, Fuencemillán, Llorente, Coslada, Calendario, Fin de Semana o Fermina Sevillano. En total, la reclamación afecta a 21 viales, además de parcelas sin construir.

En la solicitud de expropiación no se reclama ninguna cantidad concreta, pero el letrado explica que se basará en el precio de mercado del suelo en esa zona. “Creemos que como mínimo será de 200 o 300 euros por metro”, apunta Serrano. Eso significa una compensación de hasta 45 millones. Los Llorente dan un plazo de 10 días al Consistorio para iniciar el expediente expropiatorio. Si no es así, acudirán al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

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Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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