José Miguel Báez: “La formación vial tendría que estar en colegios y empresas”
Fue piloto de carreras, en la especialidad de montaña, rally y circuito y como anécdota hay que destacar que participó en la primera carrera del Circuito del Jarama. Son solo datos que evidencian como José Miguel Báez lleva toda su vida ligada al mundo del automóvil y de la Formación en seguridad. Desde 1989, este profesor de formación vial y director de autoescuela, preside la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), que aglutina al 90% de los empresarios de este sector. Una organización en la que ha sido reelegido en siete ocasiones. Conoce los toros desde la barrera, de hecho ha pasado por la Federación Española de Automovilismo, donde fue vicepresidente y por la Federación Europea de Autoescuelas (EFA).
Pregunta. ¿Qué debería cambiar en la formación de los conductores para mejorar la seguridad vial?
Respuesta. Para la formación inicial debería haber ciclos formativos obligatorios de enseñanza teórica y práctica. Como cambian las normas, la tecnología de los vehículos o la señalización los conductores deberían pasar por la autoescuela cada vez que han de renovar su permiso, para actualizar sus conocimientos. Algo similar ocurre ya en el permiso por puntos.
Pero además, los centros de formación vial deberían estar presentes en los colegios (para impartir educación vial), en las empresas (para prevenir riesgos laborales viales) y trabajar con las personas mayores, etc.
P. Cite el mínimo de clases necesarias para que un conductor no sea un peligro al volante.
R. El mínimo de clases prácticas que debería dar cualquier aspirante a obtener el carné de conducir es de 25 clases. En otros muchos países se exigen un número de clases obligatorias antes del examen.
P. ¿Cómo deberían ser los exámenes de conducir?
R. Lo primero es acabar con la idea de que lo importante es aprobar el examen y sacarse el carné, pues ya habrá tiempo más tarde de aprender a conducir, a través de la experiencia. En la prueba teórica debería valorarse más el porqué de las normas que su memorización. En cuanto a las pruebas prácticas, tendrían que ser más largas y exhaustivas, para garantizar que el aspirante es capaz de circular de un modo seguro y que percibe cabalmente los riesgos del tráfico. El riesgo que no se percibe no existe. Y muchos conductores muestran un comportamiento peligroso al volante porque ignoran sus consecuencias.
P. ¿Cuáles son los principales problemas de la seguridad vial
R. Siguen siendo los derivados de la velocidad inadecuada, las distracciones, el alcohol y las drogas, el no uso del cinturón de seguridad… Lo he dicho antes, cuando reivindiqué indirectamente el papel de las autoescuelas: la educación y la formación vial son necesarias a lo largo de todo el ciclo vital.