Las carreteras españolas pasan del aprobado justo al deficiente
Si hay una partida que se ha visto reducida a la mínima expresión durante la etapa más dura de la pasada crisis económica, ésa ha sido la inversión pública. Era lógico pensar que en tiempos de extremas estrecheces presupuestarias se acabara el dinero para emprender nuevas obras, pero el sector viene denunciando desde entonces que no solo se paralizaron muchos proyectos diseñados en los tiempos de bonanza, “sino que se redujeron a mínimos los recursos destinados al mantenimiento y conservación de la red viaria”.
La Asociación Española de la Carretera (AEC) presentó esta mañana el informe Necesidades de Inversión en Conservación y con él quisieron llamar la atención sobre cómo ha empeorado el estado de conservación de la red viaria española. Si pudiera otorgársele una calificación, en solo diez años, de 2005 a 2015, la situación de las carreteras ha pasado del aprobado “por los pelos” al deficiente, un estado que mantiene “una preocupante tendencia a la baja, ya que se aproxima a la línea roja del muy deficiente”.
Pero más allá de estas valoraciones, el estudio que elabora esta organización desde 1985, basado en exhaustivas campañas de inspección visual, tiene cifras que, en su opinión, avalan sus denuncias. Así, la AEC cifra el déficit acumulado por las carreteras de unos 6.617 millones de euros, que es la cantidad que sería necesario invertir para darle la vuelta a la situación. De lo contrario, si no se actúa de aquí al año 2020, será necesario reconstruir enteros numerosos tramos.
De ese déficit total, unos 2.035 millones de euros corresponden a las necesidades de mantenimiento de la red de carreteras dependiente del Estado. Yotros 4.500 millones sería la cantidad que habría que invertir en la red autonómica y foral. En cuanto a los distintos elementos que componen estas infraestructuras, los firmes concentran la práctica totalidad del déficit de inversión (6.217 millones). Después se sitúan las barreras metálicas (229 millones) y las señales, tanto verticales como horizontales, con 171 millones de déficit acumulado.
Para llegar a estas con clusiones, la Asociación de la Carretera analizó 3.000 puntos “representativos” de toda la red en los que estudió hasta 133 parámetros, según detalló ayer durante la presentación del informe el director general de la AEC, Jacobo Díaz. “El problema es que no se atiende a su mantenimiento ordinario, lo que está provocando la necesidad de realizar mantenimiento extraordinario, es decir, la sustitución completa”, explicó el presidente de la AEC, Juan Lazcano.
En cuanto al pavimento, el firme de las carreteras concentra el 94% del total del déficit de mantenimiento. “Si entre 2009 y 2015 se hubiera mantenido la inversión en reposición y firmes que se realizaba en 2009, se hubieran destinado alrededor de 3.000 millones a esta partida, que es la necesaria para una adecuada conservación del pavimento”, señaló Lazcano. “El hecho de no haber actuado a tiempo, implica que esta cantidad se haya duplicado”, añadió.
Asimismo, respecto a la señalización de las vías, tanto horizontal como vertical, el estudio detecta una “levísima mejora”, pero “sin llegar a ser suficiente”. De hecho, la AEC considera necesario renovar un total de 390.000 señales verticales de toda la red, 180.000 de ellas en la red estatal. También llama a repintar las marcas viales de 40.000 kilómetros de carreteras estatales y otros 35.500 kilómetros autonómicos.
Pagar por usar las vías
En cuanto a la iluminación de las carreteras, apenas el 11% del equipamiento se considera correcto, una cuarta parte respecto al 41% que presentaba óptimas condiciones en 2012. Para atender a estas necesidades de inversión, la asociación volvió ayer a abogar por implementar el cobro de un peaje por circular por todas las carreteras, un “bono de movilidad” que, según la organización, se destinaría a cubrir las necesidades de mantenimiento.
La AEC propone además que este pago se realice en función de los kilómetros que recorran los conductores y en función de que se trate de conductores particulares o profesionales. El Gobierno del PP estuvo a punto de aplicar una medida en este sentido, sobre todo en las principales arterias de las grandes ciudades con el fin de recaudar ingresos suficientes para mantener estas infraestructuras en perfecto estado de conservación. Sin embargo, la medida fue finalmente desestimada por la oposición ciudadana que podía generar.
Por último, el el ranking por comunidades, las dos únicas regiones en las que las carreteras presentan un aprobado justo son Extremadura y País Vasco. Las vías de todas las demás suspenden en su conservación, siendo las de La Rioja, Asturias y Aragón las que peor estado presentan. En cuanto a déficit de inversión, Andalucía registra necesidades de 807 millones, por delante de Aragón (626 millones) y Asturias (323 millones). En el lado opuesto, las que menos conservación requieren son País Vasco (220 millones), Navarra (251 millones) y Murcia (231 millones).