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Emprendedores

Matemáticas que alimentan y no engordan

La OCU denuncia que tres de cada diez consumidores compraron un producto equivocado por culpa de la etiqueta

Es sábado y como cada semana Ernesto y Virginia acuden al súper para hacer su compra semanal, un ritual que llevan repitiendo desde hace más de 30 años. Sin embargo algo ha cambiado en los últimos tiempos. No es la edad, tampoco las imperceptibles arrugas en su rostro. Ni siquiera la cajera, María, que sigue siendo la misma pese a que el ultramarinos de ayer es hoy una franquicia de proximidad de una gran cadena de alimentación. Lo que cambian son los tiempos, pero los de compra.

Lo que antes hacían en apenas hora y media, les roba cuarenta minutos más y todo por el etiquetado. Ernesto se ocupa de comprobar que la cantidad de azúcar del zumo y de los lácteos sea la adecuada y Virginia hace lo propio con los salados y las grasas.

La cada vez mayor preocupación por nuestra salud y bienestar físico ha socializado la lectura de la composición y valores nutricionales de los productos. Sin embargo, esto no es tarea fácil debido a la falta de información y la ilegibilidad de algunas etiquetas. De hecho, según la OCU (Organización de Defensa del Consumidor), “el 30% de los consumidores ha comprado un producto equivocado por culpa del etiquetado”.

A ello se añade que “en Europa estamos por detrás de Estados Unidos en la estandarización del etiquetado, lo que limita la capacidad tanto del consumidor como de la empresa de comparar”, explica Antonio Díaz, cofundador de Midíadía, primera y única plataforma en España dedicada al análisis de datos para la industria de la alimentación.

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Precisamente, esta es la idea que, en plena crisis, llevó al emprendedor gallego a lanzar un proyecto que se ha convertido en una "herramienta de marketing y competitividad" por la que se han interesado multinacionales del calado de Nestlé, Danone, Bimbo, Carrefour, Heineken o Gallina Blanca, y "para las que estamos preparando propuestas ad hoc", presume humilde.

La plataforma de “vigilancia competitiva” proporciona, desgrana y segmenta la información nutricional de los alimentos y bebidas con el objetivo de que se puedan comparar con los de la competencia. Incluso permite igualar categorías que a priori no tienen nada que ver entre sí, empleando “criterios como estilos de vida o momentos de consumo, por ejemplo, cenas fáciles con niños”. Labores ambas que hasta el momento “se realizaban a fuerza de mano y hoja de cálculo”.

Además del ahorro de costes y tiempos, a partir de ahora las empresas pueden, “aplicando las matemáticas de nuestra base de datos” diseñar, nuevas estrategias de posicionamiento y ofrecer un atractivo que va más allá de lo económico. "Las promociones en precio tienen un recorrido corto, pero el valor intrínseco (la composición), que es lo que aporta valor diferencial", y añade “en pequeñas diferencias importa más el sentirse bien con uno mismo que no 40 céntimos de más en la cesta de la compra”.

Un casi big data que facilita la toma de decisiones de cara a la estrategia a seguir con el consumidor, cuyo resultado es el incremento de las ventas, “el valor es infinito y el precio tiende a cero”, apostilla el cofundador de Midíadía.

Si bien la plataforma cuenta ahora con un total de 28.000 códigos de barras con información nutricional, no todo fue siempre así. Para desarrollar la idea –inicialmente orientada al consumidor final-, Antonio Díaz y sus dos socias pusieron en marcha un plan de guerrilla. “Nos recorrimos los supermercados para obtener los datos uno a uno. A partir de ahí empezó un proceso de análisis de las etiquetas, de los atributos interesantes, de los mensajes…”

Todo un “trabajo de chinos” que está teniendo su recompensa. Y es que la startup gallega es una de las cinco que serán aceleradas por Prometheus, el programa de aceleración de Reimagine Food. Al igual que Midíadía, el pasado febrero, otras cuatro empresas tuvieron que trasladarse a Barcelona al “primer centro disruptivo dedicado a la alimentación del futuro”, explican fuentes de la aceleradora.

En este sentido, la diferencia con otras iniciativas es que Prometheus refuerza las actividades de asesoramiento y el establecimiento de sinergias con los players más destacados del sector de la alimentación. Díaz explica que “para nosotros ha sido más importante llegar a contactar con empresas que creíamos inalcanzables que la financiación que podemos conseguir en sí”. Así la joven pyme está inmersa en una ronda de financiación, “la segunda desde que empezamos”, y que de saldarse en positivo se dedicará a contratar otro matemático y a seguir investigando.

Ganadores de los premios Prometheus.
Ganadores de los premios Prometheus.

Cinco de cuatrocientas

Una manita, como en el fútbol. Solo cinco entre 400 han sido las elegidas para participar en Prometheus. Además de Midíadía, el pasado día 24 de febrero y bajo el marco del Mobile World Congress, otras cuatro startups tuvieron que explicar cómo reinventar el sector de la alimentación a través de las tecnologías de la información.

Los estadounidenses fundadores de Spare permiten conseguir dinero en efectivo en cualquier momento y en cualquier comercio, que recibe a cambio una pequeña comisión. Más cerca, en Europa, se encuentran Flavour Space (Países Bajos), que permite degustar recetas al gusto; la francesa Digifood, que librará a los consumidores de hacer colas en establecimientos y puestos de comida rápida; y, por último, los emprendedores turcos de Pubbino ofrecen dispensadores de autoservicio de bebidas, el primero, como no podía ser de otro modo, de cerveza.

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