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Tecnología

BQ teme sufrir este año su primera caída en las ventas

Ya ha llevado a cabo 69 despidos y ha rescindido algunos contratos con algunos proveedores

Logo de BQ.
Logo de BQ.
Marimar Jiménez

La tecnológica española BQ ya ha auditado sus resultados de 2015. Durante ese ejercicio, la facturación de la compañía, el mayor fabricante español de smartphones, fue de 244 millones de euros, un 20% más que en 2014. El beneficio después de impuestos fue de 3,7 millones, frente a los 3,56 millones del año anterior. Rodrigo del Prado, director general adjunto de la empresa, explica a CincoDías que durante el pasado ejercicio su principal división fue la de dispositivos multimedia (smartphones, tabletas y libros electrónicos), con 1.458.000 unidades vendidas (117.000 más que en 2014). El 70% de las mismas fueron teléfonos inteligentes y los modelos más vendidos fueron los de 5 pulgadas, los Aquaris M5 y X5, con precios de entre 200 y 250 euros.

La empresa, que hace un balance “positivo” de 2015, se prepara, sin embargo, para afrontar la nueva situación de este sector que, según todos los indicadores, experimentará un crecimiento nulo o negativo durante 2016. “Entre enero y febrero, las ventas de smartphones han caído en España en unidades un 17%, y las de las tabletas, por encima del 20%. Aunque consigamos mantener nuestra cuota de mercado actual, la situación provoca preocupación, pues todo nos lleva a pensar que este año facturaremos menos que en 2015”. “Ciertamente, los primeros meses del año suelen ser más flojos, pero si el mercado sigue cayendo como los dos primeros, en 2016 sufriremos nuestra primera caída en ventas desde 2010 [la empresa lanzó su primer teléfono móvil en 2013]”, subraya.

El directivo de BQ teme que con las condiciones actuales del mercado “desaparezcan” parte de sus ingresos. En este sentido, recuerda cómo Gartner avanzaba hace unos días que las ventas mundiales de smartphones crecerán solo un 7%. Concretamente, en China y Norteamérica, dos de los mercados más importantes, apenas subirán un 0,7% y un 0,4%, respectivamente. Una situación que la consultora atribuye a la incertidumbre económica y a los ciclos cada vez más largos de reemplazo de los terminales.

Menos mercado, más competencia

“Afrontamos el año desde la prudencia”, insiste Del Prado, que admite dos retos importantes para el negocio de su compañía. Por un lado, el tamaño del mercado. “Si se venden menos móviles, porque la gente renueva con menos frecuencia sus dispositivos por entender que los nuevos se diferencian cada vez menos de las generaciones anteriores (aunque aporten innovaciones), la tarta se reduce y eso nos afecta”. Por otro, está el aumento de competencia. “Hemos notado que en nuestro segmento de precio cada vez hay más opciones, y de la agresividad de nuestros rivales y de su oferta dependerá también la porción de tarta que nos llevemos. No hay que olvidar tampoco que nuestra competencia son empresas entre 100 y 200 veces más grandes que nosotros”.

BQ, que cerró 2015 con una cuota global en smartphones del 6,1% en unidades en España, no es el único fabricante de móviles que sufre nubarrones. Samsung anunció en enero una caída de su beneficio del 40% en el último trimestre de 2015 (aunque el recién estrenado Galaxy S7 ha impulsado sus ventas) y Apple también anticipó que en los primeros meses de 2016 caerían las ventas del iPhone un 15%, provocando su primera caída de ingresos desde 2003. A ellos se suman Blackberry, Sony o HTC, otros gigantes del sector que sufren el parón del mercado y la presión de los fabricantes de smartphones chinos como Huawei, Xiaomi, Coolpad, ZTE o Lenovo (Motorola), con equipos potentes y precios agresivos.

En este contexto, donde según Del Prado para ganar cuota de mercado hay que hacer enormes inversiones que no están al alcance de todos”, BQ trabajará para adaptarse a la nueva situación del mercado de dispositivos multimedia, al tiempo que impulsará otros negocios más recientes, como las impresoras 3D, los robots educativos (vendieron 20.000 en 2015) o su plataforma de programación Bitbloq, “ya usada por 50.000 niños, una cifra que prevemos elevar hasta los 200.000-250.000 para este año”.

BQ cree que su división de impresión 3D será un importante motor de crecimiento este año. “En 2015 vendimos más de 10.000 impresoras en más de 50 países frente a las 4.000 de 2014. La consultora Context nos posiciona como uno de los 10 mayores fabricantes de impresoras 3D del mundo y uno de los tres mayores de Europa Occidental”, dice Del Prado, que apunta que este mercado seguirá creciendo este año al menos a doble dígito.

Ajustes y rescisión de contratos

El directivo aclara que durante 2016 controlarán el gasto con el fin de no entrar en pérdidas e intentando minimizar el impacto en el empleo, aunque advierte que son una compañía “donde los costes laborales representan una cantidad importante de los costes fijos”. En este sentido, la firma, con 1.300 trabajadores, asegura haberse “visto obligada” a llevar a cabo 69 despidos desde enero entre Luarna y Mundo Reader, y una no renovación de contratos temporales en los centros que tienen en Rivas (Madrid). Igualmente, BQ ha rescindido algunos contratos con algunos proveedores nacionales e internacionales que les estaban prestando algunos servicios.

Aunque la compañía no da detalles sobre la caja que tiene, Del Prado asegura que “nunca han tenido un ejercicio en pérdidas y que no están en una situación crítica”. También afirma que no están cerrados a la entrada de nuevos socios financieros (en 2014 entró Diana Capital con una ampliación de capital) y reconoce que 2016 será “un ejercicio de evaluación, de ver en qué umbral nos sentimos cómodos para tratar de seguir haciendo lo que hacemos aunque vayamos más despacio. Al final, todo dependerá de la evolución del mercado”.

Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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