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Damenáme

Los profesores de marketing que bautizan a empresas... y niños

Los hermanos Sergio y Raúl Ituero ayudan a las compañías encontrar el nombre más adecuado para sus productos o marcas. Ahora también echan una mano a papás en busca de sugerencias para su bebé.

Los hermanos Sergio y Raúl Ituero, creadores de Damenáme.
Los hermanos Sergio y Raúl Ituero, creadores de Damenáme.

Por primera vez en España, el 27 de diciembre de 2015, una empresa de naming puso nombre a un recién nacido, fue una niña llamada Eire, que llegó al mundo en Avilés, Asturias. Este fue el primero, pero ha habido muchas más confirmaciones de papás que han puesto a sus bebés los nombres que les ha sugerido Damenáme.

Ayudar a los padres a tomar una decisión, muchas veces complicada y casi siempre de gran trascendencia, como es poner nombre a sus hijos, es la idea que hace algunos meses lanzó Damenáme. Y, de momento, con bastante éxito. Ya han recibido más de 800 peticiones procedentes de España, Francia, varios países latinoamericanos y hasta de Australia.

Sergio y Raúl Ituero, dos hermanos publicistas, profesores de marketing online, expertos en técnicas de creatividad y nombradores, como a ellos les gusta definirse, ofrecieron gratuitamente su experiencia a futuros papás para ayudarles a poner nombre a sus bebés en agosto de 2015. “El nombre te acompaña toda tu vida, y ahora que tanto se habla de marca personal, es el primer paso para construirla”, resalta Raúl Ituero.

“El nombre te acompaña toda tu vida, y ahora que tanto se habla de marca personal, uno bueno es el primer paso para construirla”

“Sabemos lo difícil que es poner un nombre y pensamos que podíamos ser de ayuda para muchos padres. Así fue como lanzamos esta iniciativa, y la verdad es que no esperábamos tener una acogida tan grande”, comenta Ituero.

Ahora, los padres que quieran o necesiten ayuda para elegir el nombre de sus hijos pueden aprovechar la experiencia de estos profesionales del naming acudiendo a su muro de Facebook. Desde Damenáme responden con rapidez en su propia página de Facebook.

Pero Damenáme se fundó mucho antes, en 2010, para dar nombre a empresas, productos y servicios. Su objetivo es “crear nombres para productos y empresas a los que apetezca acercarse cuando los oyes. Nombres que sean una herramienta de marketing en sí mismos”, comenta Raúl Ituero. Y prosigue: “Nosotros decimos que un buen nombre es un gran recipiente para el futuro de una marca porque, al final, es el envoltorio. La marca se crea y el nombre es un primer paso”.

Las empresas y productos a los que han bautizado son muchos y de muchos ámbitos: una lavandería regentada por una congregación de monjas llamada Alavar, creada para dar trabajo a mujeres en riesgo de exclusión social; una marca de ropa femenina llamada Cosalinda o un concesionario de coches donde venden vehículos de ocasión sorprendentes que han nombrado Carhay!..., y hasta han dado nombre a una estación de cría de palomas de competición, Winkie, que homenajea a uno de los pocos animales condecorados por actos de valor en conflictos bélicos.

Fabián, uno de los bebés a los que Damenáme ayudó a encontrar nombre.
Fabián, uno de los bebés a los que Damenáme ayudó a encontrar nombre.

Basta con mandarles un resumen del proyecto a bautizar y ellos se ponen manos a la obra. “Nos surgen centenares de nombres y al final elegimos el que nosotros consideramos que es el mejor y que va a ser una marca a futuro. Esto llevado al tema de los papás y de los bebés es muy similar, a menor escala, claro, porque cada pareja es un mundo”.

“Nos dicen sus preferencias, hay quien pide un nombre normal, que no sea raro, otros que sea algo original, que no se haya oído nunca, algunos quieren que tenga connotaciones italianas, o raíces gallegas o mallorquinas… También tenemos en cuenta que el nombre tenga una buena sonoridad con los apellidos, si son muy largos intentamos que el nombre sea corto…”, resalta Raúl Ituero.

Pero, de forma general, se han dado cuenta de que ahora los papás no quieren nombres compuestos, los prefieren cortos. Es la tendencia en España, no así en Latinoamérica, donde hay muchos compuestos.

Ahorro en publicidad

Hay nombres que no trasmiten nada, otros que no tienen coherencia, que no están acordes con el tiempo en que vivimos… “Nosotros decimos que un buen nombre ahorra dinero en publicidad. Consideramos que, sobre todo para emprendedores, es un gran paso porque un nombre en sí mismo puede definir lo que ofreces, ya sea un servicio, un producto o cualquier otra cosa. Por eso, creemos que, además de ir acompañado de una buena imagen, de un buen logotipo, el nombre es un gran paso. De hecho, hay empresas que nos piden el servicio de renombrarlas para adaptarse a los tiempos”.

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