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Lupina Iturriaga, fundadora y directora general de Fintonic

“Las ideas son importantes, pero también lo es saber adaptarlas”

"Tenemos esta distribución porque así tenemos un ambiente más colaborativo" "Para hacer un viaje o ahorrar primero es necesario saber qué hacemos con el dinero"

Pablo Monge

Muchas empresas nacen cuando alguien se da cuenta de que existe una carencia y decide ponerle una solución. Así surgió, hace cuatro años, Fintonic, una aplicación pensada para organizar los movimientos del saldo de las cuentas y tarjetas bancarias, “y así saber dónde va el dinero cada mes”, explica la fundadora y directora general de la compañía, Lupina Iturriaga (Madrid, 1979), quien relata cómo ella misma le daba vueltas a la cabeza para pagar las cuentas y tener todos los gastos organizados. “Estudié Administración y Dirección de Empresas en Cunef y, aunque he trabajado durante toda mi vida en el sector bancario y soy muy organizada, a veces no sabía en qué me había gastado el dinero”.

Y es así como importó la idea de Estados Unidos, donde ya existía una plataforma parecida. “Las ideas son importantes, pero también lo es saber adaptarlas, para que algo que puede ser útil no se quede olvidado en un cajón”, afirma. Así, con cerca de dos millones de euros de financiación fundó la firma, al principio con solo cuatro personas más. Cuatro años después, el equipo está formado por 40 personas que trabajan en una gran oficina común, en la calle Velázquez de Madrid.

Y aunque en este tiempo la compañía ha superado ya los 370.000 usuarios, “nos seguimos considerando una startup”. Por una parte, indica la fundadora, están en constante cambio, con nuevas ideas que van y vienen, y por otra, tienen previsto irrumpir con su modelo de negocio en varios países. “Además, nos gusta trabajar con el espíritu emprendedor”. Por eso, la gran sala, de blanco impoluto, es totalmente diáfana y en ella, en varias mesas alargadas, desarrolla sus labores el equipo.

Iturriaga carece de despacho y no le gustan las paredes. De hecho, su puesto de trabajo es idéntico al del resto del equipo, con un ordenador y algún que otro objeto personal, aunque reconoce que no le agrada tener la mesa llena y aboga por la sencillez y la comodidad. “Tenemos esta distribución porque así la gente se siente mucho más cercana al resto. Y aunque estamos todos pegados, se respeta mucho el trabajo del resto, sin molestar ni interrumpir a nadie”.

Eso sí, como grupo de espíritu y esencia emprendedora, el equipo también tiene sus momentos de descanso y desconexión. Cuenta Iturriaga cómo varios de sus compañeros tienen pistolas de juguete con las que se disparan de vez en cuando y una pequeña campana que cuelga de la pared suena cuando hay algo que celebrar, “ya sea a nivel de empresa o el éxito personal de alguien del equipo”. Porque para Iturriaga un imprescindible es conocer a la gente que la rodea y que así la plantilla pueda ayudar a uno de sus compañeros si ha tenido un problema o se ha quedado estancado, “ya que es algo que también repercute en los resultados del negocio”.

En las oficinas, las únicas tareas que se hacen dentro de un despacho son los encuentros semanales. Iturriaga tiene, como norma general, dos reuniones, “una con el departamento dedicado a la adquisición de usuarios y otra con el equipo estratégico”. Fuera de ellas, su día a día es muy variado, y reparte el tiempo entre su mesa de trabajo y eventos del sector. Por eso, para trabajar solo precisa de su ordenador portátil: “Necesito tener acceso a documentos compartidos con el resto del equipo, al que he sabido transmitir la ilusión por este proyecto”.

Un premio para no olvidar las cosas buenas

Fintonic surgió en un momento en el que las consecuencias de la crisis eran más que palpables. “Por un lado nos ayudó, porque la gente comenzó a prestarle más atención al dinero”, apunta Lupina Iturriaga. Sin embargo, cree que a día de hoy cualquier persona, independientemente de su nivel adquisitivo, se preocupa por su dinero y en qué se gasta.

Esta es, explica, la razón por la que la idea de negocio ha triunfado. “Al final del día estamos muy cansados y no nos paramos a estructurar todos nuestros gastos, y al final, para cualquier cosa, ya sea un viaje, un capricho o un ahorro, es vital saber qué hacemos con nuestro dinero”. Por eso, al comienzo de su andadura, la empresa recibió un galardón que premiaba su idea y que Iturriaga conserva sobre su lugar de trabajo. “Nunca haces tu labor para tener un reconocimiento, pero es cierto que a veces es necesario celebrar nuestros éxitos. Somos muy autoexigentes y se nos olvida recordar que hacemos cosas bien”.

De hecho, la directora general comenta cómo en Fintonic intentan celebrar, en la medida de lo posible, todas estas buenas noticias. “Muchas veces nos escriben dándonos las gracias, y es algo que emociona porque realmente ves que ayudas a la gente”. En ese sentido, la herramienta, además de organizar los gastos del usuario, alerta cuando se sobrepasa un límite concreto, avisa de un bajo saldo o de un ingreso en la cuenta. “Incluso muestra alternativas con las que los clientes pueden ahorrar”.

Todo este trabajo, reconoce, roba mucho tiempo. “Tengo tres hijos y Fintonic es como si fuese el cuarto. Cuando lanzas una empresa, vives y sueñas con ella”. Por eso, aunque tiene la suerte de que su familia está muy involucrada en el proyecto, a veces necesita darse un respiro y descansar.

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