La CNBV sanciona a OHL México con 3,6 millones por errores contables
La investigación deja claro que la compañía no ha incurrido en ningún fraude
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de México cerró ayer el procedimiento sancionador abierto contra OHL México, y sus sociedades dependientes, con una sanción de 71,7 millones de pesos (3,6 millones de euros) por la existencia de una información y contabilidad “inadecuada”. El supervisor bursátil descarta, sin embargo, que haya existido dolo o fraude en esas actuaciones por parte de la constructora.
El expediente administrativo constata la existencia de “algunas infracciones administrativas” relativas a la contabilidad relativas a algunas de sus concesiones que el grupo OHL, a través de su filias y otras empresas dependientes, tienen el país. Según ha señalado la compañía, el supervisor mexicano ha constatado “diferencias en el ámbito técnico con la empresa” y, ante las sanciones impuestas, ha anunciado su decisión de no recurrirlas. El regulador en cualquier caso constata que “no ha podido determinar la existencia de dolo, fraude o reincidencia”.
Las sanciones abarcan también a sus filiales Organización de Proyectos de Infraestructura (OPI), a Concesionaria Mexiquense (ConMex) y a sus directivos por un total de 71,7 millones de pesos (3,6 millones de euros), correspondiendo 24,6 millones de pesos (1,25 millones de euros) a OHL México; 18,6 millones de pesos (0,94 millones de euros) a OPI; 18,3 millones de pesos (0,93 millones de euros) a ConMex, y 10,2 millones de pesos (0,52 millones de euros) a personas físicas que actualmente son directivos de las citadas compañías.
Las tres resoluciones administrativas que han motivado las sanciones se refieren a, en primer lugar, una inconsistencia en la información sobre los niveles de tráfico, no proporcionar la documentación exigida en el registro de algunas operaciones, y no haber aportado la totalidad de la documentación acreditativa del cumplimiento de las formalidades del proceso de autorización en las operaciones con partes relacionadas.
El pasado octubre, la CNBV notificó a OHL México el inicio de varios procedimientos sancionadores contra la empresa y algunos de sus directivos tras la apertura en mayo de una investigación para evaluar el nivel de cumplimiento de OHL México con la normativa mexicana del mercado de valores.
“La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNMV) de México ha determinado la inexistencia de dolo, fraude o impacto alguno contra el sistema financiero mexicano ni contra terceros en las actuaciones de OHL México, filial de OHL Concesiones”, señala un comunicado de la compañía.
Diferencia de criterios
La CNBV considera que el registro contable de la rentabilidad garantizada se realizó por OHL México de manera “inadecuada” conforme a la que es su interpretación de la norma contable CINIIF 12. Por ello, según la nota emitida por la empresa, el regulador insta a OHL México a incluir en sus estados financieros una nota que explique cómo quedarían las cuentas “si se efectuase el registro de la rentabilidad garantizada como activo intangible”.
En sus resoluciones, la CNBV subraya que “si bien persisten diferencias en el ámbito técnico con la empresa, no se ha podido determinar la existencia de dolo, fraude o reincidencia, tanto en la actuación de las tres compañías emisoras citadas como de las personas físicas que en ellas trabajan”, apunta OHL.
Estas conclusiones del regulador financiero mexicano “corroboran las ya alcanzadas en el mismo sentido por Ernst&Young, PriceWaterhouseCoopers y KPMG”. Todos los informes, insiste desde OHL, “coinciden en reiterar la inexistencia de prácticas corruptas por parte de la compañía”.
“Concluida la investigación realizada por la CNBV, OHL México reitera a sus accionistas que, más allá de las diferencias de criterio técnico, la resolución demuestra que su actuación se ha ajustado en todo momento a la ley y que ha sido ajena a cualquier práctica corrupta”, continúa la nota emitida ayer. OHL controla el 56% de OHL México, que gestiona media docena de autopistas en el país y un aeropuerto.
Ifraiber y la rentabilidad garantizada de OHL
La dispuesta entre Infraiber y OHL tiene su origen en el contrato que el estado de México suscribió con la primera para que instalara su sistema de medición del tráfico, SIVA, en ocho concesiones, de las cuales, dos son del grupo controlado por Juan Miguel Villar Mir. Sin embargo, las autoridades mexicanas decidieron resolver ese contrato antes de que se instalara en todas las autopistas. A partir de entonces, Infraiber comenzó un duro enfrentamiento con OHL México y el Gobierno mexicano acusando de prácticas corruptas.
Infraiber argumentaba la existencia de supuestos pagos a funcionarios para lograr concesiones e inflar ingresos. Acusaba, sin embargo, unicamente a Conmex, empresa ligada al grupo español, y esta es solo una de ocho concesionarias que México le encargó auditar. Las otras pertenecen a importantes hombres como Carlos Slim, David Peñaloza o la familia Hank-González.
Infraiber acusaba a la constructora que la inversión pendiente de recuperar que aparece en los estados contables de OHL México duplica a la oficial.
El hecho de que la acusación vaya solo contra ellos es uno de los argumentos que siempre ha esgrimido el grupo OHL para restar credibilidad a Infraiber, empresa a la que también acusa de intento de extorsión, e incluso de que en agosto de 2014, el propietario de la empresa, Pedro Topete, viajó a Madrid para ofrecer a OHL que le comprara el SIVA por 300 millones de dólares.
Es especialmente relevante, por tanto, que la investigación concluya que OHL México no ha llevado a cabo ninguna actividad fraudulenta. La sanción se centra, únicamente, en la divergencia de criterios técnicos a la hora de valorar ese activo en la contabilidad de la compañía.