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Pólizas contra virus, ciberamenazas, drones, riesgos políticos o daños causados por animales

Raros, raros, peros seguros

Las coberturas atípicas asumen más riesgos y la prima oscila entre 1% y 3% del capital asegurado.

Getty Images

¿Tiene que viajar y las noticias sobre el virus del zika le causan zozobra? Asegúrese. ¿Ha puesto un dron en su vida y teme sus consecuencias? Asegúrese. ¿Su trabajo le obliga a estar de la ceca a la meca y teme que cualquier día un animal salvaje se le atraviese en la carretera? Asegúrese.

¿Tiene fecha de boda, pero es de los que a pesar de todo se resiste a pasar por el aro y teme arrepentirse en el último momento? Asegúrese. Hoy día existen todo tipo de pólizas que responden ante una diversidad de situaciones casi tan amplia como abarque nuestra imaginación.

Casi todo, por raro o curioso que le parezca, puede ser sujeto de un seguro y lo único que varía respecto a cualquiera de las pólizas normales que maneja el común de los mortales –hogar, coche, vida– es la prima de riesgo, en general, mucho más cara que la de los seguros más usuales.

La lista de seguros inauditos, desconocidos y hasta casi secretos es larga y la prima de riesgo de este tipo de coberturas oscila entre el 1% y el 3% del capital asegurado, aunque en casos excepcionales puede llegar al 10%.

En Aon “contamos con especialidades de negocio que van desde los seguros que protegen la reputación o la imagen de marca de una empresa, hasta los satélites en órbita donde en caso de siniestro no es posible enviar un perito a comprobar si el problema está o no cubierto por el seguro”, explica Adam Mckay, director de desarrollo–specialties de la consultora en España.

Y hay más e igual de sorprendentes como “los que protegen a los consejeros en las grandes empresas españolas y que cada día es más una profesión de riesgo”, y otros más entendibles: “Deportistas de elite cuyo valor para un equipo es millonario, o actores o actrices cuyo abandono del rodaje de una película impactaría gravemente sobre el presupuesto de producción”, reflexiona Mckay.

Las piernas de Cristiano Ronaldo están aseguradas en 100 millones de euros, cuatro más que lo que pagó el Real Madrid por su fichaje; las manos de Iker Casillas valían entre 6 y 7,5 millones en el mejor momento del guardameta y 10 llegaron a costar las de Fernando Alonso cuando luchaba por la pole position en la Formula 1. La cantante Taylor Swift aseguró sus piernas en otros 37 millones de euros; Jennifer López, su trasero por 6 millones, y Jennifer Aniston, su rubia melena por otros tantos.

La revolución que han supuesto Internet y las nuevas tecnologías han resultado ser un campo abonado para la irrupción de seguros atípicos. “Los seguros raros surgen por idiosincrasias peculiares y muchas de ellas llegan de la mano de las nuevas tecnologías”, apunta Olga Sánchez, directora de particulares, vida, salud y accidentes de Axa.

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“Hace cinco años –añade–nadie sabía lo que era un dron o no planteaba el seguro de un coche compartido, hoy esto son dos nuevas realidades. Aseguramos nuevos bienes, nuevas profesiones y nuevos riesgos, como los ataques cibernéticos a los aviones no tripulados”.

En España, el número de aseguradoras que ofrecen seguros relacionados con los ciberriesgos (ciberespionaje, malware, cibercrimen, pérdidas o robo de datos y los ataques de denegación de servicio) “se ha multiplicado en los últimos tres años”, puntualiza Mckay y son pocas las aseguradoras que operen en el sector industrial o comercial que no ofrezcan algún tipo de solución o producto asegurador frente a estos riesgos”.

Los peligros derivados de Internet se encuentran entre las 10 principales amenazas a las que se enfrentan las empresas, según la última Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2015 de Aon, y “todos conocemos que empresas tanto del sector financiero como del energético han sido víctimas de los ataques de Carbanak y Dragonfly”.

La realidad es que los seguros “apuestan cada vez más por ofrecer una mayor personalización y flexibilidad que permita al asegurado confeccionar un producto que se adapte a sus necesidades y que no le obligue a pagar por coberturas innecesarias para él”, señala Francisco Valencia, director de gobierno corporativo de Línea Directa Aseguradora.

El turismo es uno de los sectores en el que los tipos de coberturas están creciendo más y son más diversos. “Este sector es cada vez más global y es lógico que los seguros de viajes evolucionen en el mismo sentido”, resalta Carlos Uceda, director analista de producto de InterMundial.

“Es necesario que tengamos en cuenta todas las variables que se pueden producir en los distintos destinos turísticos y, en función de eso, diseñar productos que ayuden al viajero y puedan responder por él ante situaciones de riesgo”. En general, los seguros de viaje excluyen de sus coberturas las epidemias.

A pesar de que este tipo de seguros es un nicho de negocio en auge, variopinto y con muchas peculiaridades, no todo vale y hay limitaciones a lo que se puede asegurar, coinciden los expertos. En primer lugar, detallan, “los daños intencionados o que ya se conocen o se tenga la certeza de que van a ocurrir no son asegurables; asimismo, aquellos riesgos que en caso de asegurarse pudiera entenderse que van contra el interés público”.

En general, la mayoría de los seguros atípicos de los que estamos hablando se suscriben en el mercado asegurador internacional o por aseguradoras extranjeras. El más importante es el mercado de Londres como primer centro de seguros especializados del mundo, con Lloyd’s a la cabeza.

A la carta

A prueba de virus. InterMundial, el bróker especializado en seguros de viaje, ha puesto en el mercado su poliza Multiasistencia Plus Élite. Un seguro de viaje que protege al viajero ante emergencias como el virus del zika y que permite al viajero la cancelación libre del viaje ante situaciones de riesgo. El zika afecta ya a 33 países, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Vuelos no tripulados. Caser tiene desde el año pasado un seguro de responsabilidad civil frente a terceros para drones, tal como exige la normativa a los operadores de las aeronaves pilotadas por control remoto, por daños que puedan surgir durante y por causa de la ejecución del vuelo.

La cobertura alcanza hasta los 300.000 euros de la suma asegurada, por encima de lo que la norma legal exige, con una prima muy competitiva que no supera los 200 euros.

Riesgos políticos. Están entre los más desconocidos y no es fácil que se filtren datos sobres este tipo de pólizas y sus primas de riesgo. Básicamente, cubre daños causados por confiscación de bienes, nacionalización de empresas o estados de guerra. Venezuela, países del África subsahariana, Oriente Próximo y el transporte marítimo por aguas del Índico son algunas de las zonas consideradas de alto riesgo.

Alarmas en la red. Los seguros contra los ciberriesgos suelen ser bastante opacos. Las nuevas tecnologías y la proliferación de nuevos dispositivos como ordenadores, tabletas o teléfonos inteligentes conectados hacen que el riesgo de sufrir un fallo global sea grande. Las aseguradoras desarrollan soluciones para ayudar a empresas y organizaciones a entender y gestionar los riesgos que pueden afectar de forma negativa a su negocio y a sus sistemas.

Daños causados por animales. Con el cambio legislativo sobre los cotos de caza, ahora la responsabilidad del accidente con un animal recae, por defecto, sobre el conductor. Línea Directa puso en marcha el año pasado una cobertura con la que los asegurados podrán reparar sus coches si sufren un accidente de este tipo.

Asistencia en viaje para embarazadas: Penélope Seguros, una marca de Línea Directa diseñada para satisfacer las necesidades de las mujeres conductoras, ofrece un servicio exclusivo de asistencia en viaje a embarazadas. A través de esta cobertura, la compañía se encarga de trasladar el coche al domicilio de la asegurada y a ésta al hospital más cercano o a su casa, en caso de encontrarse indispuesta.

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