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Una inversión de 2.500 millones en un macrocomplejo hotelero y de ocio

Los indios seminolas apuestan por BCN World

La multinacional Hard Rock, propiedad de esta tribu de EE UU, reafirmó este miércoles a la Generalitat su interés por participar en el proyecto previsto en la Costa Dorada

Alfonso Simón Ruiz

BCN World surgió en 2012 como el proyecto de casinos y ocio catalán alternativo a la apuesta de Sheldon Adelson por crear Eurovegas en Madrid, una operación impulsada por el Gobierno de Ignacio González (PP) y que fracasó. Mientras, la iniciativa apadrinada por la Generalitat en la Costa Dorada sigue su curso, aunque con multitud de piedras en el camino, entre ellas una consulta a los vecinos de Tarragona.

El presidente de Hard Rock, Hamisch Dodds, viajó hasta Barcelona para entrevistarse ayer durante una hora con el presidente catalán, Carles Puigdemont, y el vicepresidente, Oriol Junqueras, en el Palau de la Generalitat. Los responsables de la multinacional de Orlando (EE UU) se reafirmaron en su ya declarado interés por liderar el macrocomplejo hotelero y de ocio previsto en Vila-seca y Salou (Tarragona). Tras el encuentro, la Generalitat comunicó que la propuesta presentada por Hard Rock supondría una inversión de alrededor de 2.500 millones de euros, “sin ningún coste para la Administración catalana”.

La consulta de la CUP a sus bases

La diputada de la CUP Mireia Boya aseguró ayer que su partido “podría llegar a valorar positivamente que se haga una consulta” a los ciudadanos sobre el proyecto BCN World, pero primero esta plataforma política independentista lo refrendará con sus bases.

Tras un encuentro con Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat catalana, la representante independentista insistió en que la CUP rechazará cualquier macrocomplejo de ocio basado “en la especulación y el juego”.

En un principio, el acuerdo con la CUP para la investidura de Artur Mas recogía la paralización del proyecto, pero tras la frustrada negociación y la llegada de Puigdemont, desde la Generalitat se entiende que ese pacto ya no está vigente.

Los responsables de la CUP, que apoyan desde el Parlament al Ejecutivo de JxSi, han admitido que no hay ningún pacto sobre BCN World, por lo que ven tan legítimo que el Govern apueste por el proyecto, como que ellos se sitúen en una posición “de absoluto rechazo”.

El grupo Hard Rock cuenta con hoteles, casinos y restaurantes por todo el mundo, y es propiedad de la tribu de los indios seminolas de Florida, que adquirió la compañía en 2006. Además, el otro socio inversor sería el grupo chino de casinos Melco.

Está previsto que BCN World cuente con 3.000 plazas hoteleras, según informa un portavoz de la Generalitat, además de un centro de convenciones y al menos un casino, ya que no está descartado que finalmente sean dos. Desde el Gobierno catalán aseguran que para este tipo de proyecto, denominado Centro Turístico Integrado (CTI), toman como modelo el caso de Singapur e incluso el de Las Vegas, desde el punto de vista de crear un lugar para organizar eventos multitudinarios.

La historia del complejo

En 2014, CiU y PSC aprobaron en el Parlament el proyecto en la Costa Dorada, que incluía una rebaja de la tributación del tipo sobre el juego desde el 55% al 10%. Aunque en la nueva legislatura se ha vuelto a encontrar un escollo, y es que la CUP, que sostiene parlamentariamente al Ejecutivo de JxSi, está en contra de levantar el macrocomplejo con casinos. Por eso, Puigdemont ha propuesto que sean los vecinos de las zonas afectadas quienes voten en una consulta sobre BCN World, algo que ayer explicaron al directivo de Hard Rock. En principio, los alcaldes de la zona se han mostrado a favor de esta promoción.

El complejo inicialmente fue promovido por Enrique Bañuelos, quien fuera presidente de la desaparecida inmobiliaria Astroc. Para este sueño contó con la complicidad de la Generalitat y La Caixa. Aunque en mayo del pasado año, desistió de la iniciativa y su empresa Veremonte se bajó del proyecto.

El relevo lo han tomado Hard Rock y Melco. Desde la Generalitat se entiende que el proyecto que ayer presentaron está consensuado entre los dos socios.

El macrocomplejo se sitúa en el actual entorno de Port Aventura, en un terreno de alrededor de 100 hectáreas, propiedad de La Caixa. De los 2.500 millones de presumible inversión, una parte iría a adquirir esos solares. En esa zona también se ubica el parque Ferrari Land y un campo de golf.

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Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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