La motocicleta que cautivó a las estrellas
Triumph se convirtió en un icono de la industria británica y de la cultura rock estadounidense, aunando prestaciones técnicas y un estilo que sigue perdurando desde hace 114 años
Muchas marcas harían cualquier cosa porque las grandes estrellas del momento hicieran publicidad gratuita de sus productos. Bien es cierto que, ahora, cualquier paso que da una celebridad está medido al céntimo, y la asociación con una marca comercial está lejos de ser casual. Pero durante un tiempo, a artistas como Bob Dylan, Elvis Presley o Steve McQueen no les importaba hacer pública una pasión común:tenía dos ruedas y se llamaba Triumph.
Es uno de los fabricantes de motocicletas de mayor calado histórico, y que sigue circulando por las carreteras 114 años después de que viese la luz el primer modelo. Pero sus orígenes se remontan a unos años antes. Siegfried Bettmann, natural de Nuremberg (Alemania), había emigrado a Inglaterra a inicios de la década de 1880. Primero se instaló en Londres, para después trasladarse a Coventry, donde trabajó en una compañía de exportación e importación de máquinas de coser. En 1886 decidió empezar a importar y exportar bicicletas, comprándolas a otros fabricantes y comercializándolas bajo su marca:Bettmann & Co. No tardó en buscar un nombre más comercial y que fuese comprendido en cualquier mercado, así que la bautizó como Triumph Cycle Company.
Bettmann estaba asociado con Mauritz Schulte, ingeniero, alemán como él, y al que conoció en Londres. Este le animó a dar el paso y convertir la compañía en fabricante. Se hizo con unas instalaciones en Much Park Street, en Conventry, y en 1902 dio otro paso más, en este caso definitivo. Los motores de combustión ya eran una realidad, y Schulte diseñó un modelo, que aún tenía mucho de bicicleta, con una cilindrada de 240 centímetros cúbicos y 2,5 CV de potencia. Se vendieron 500 unidades en su primer año, y poco a poco, la empresa empezó a diseñar y fabricar más modelos. Esta aceptación le llevó a buscar una fábrica más grande, que le permitía fabricar hasta 1.000 motocicletas al año, ya con mecánicas de 450 cc. Pero el gran acelerón llegó con la Primera Guerra Mundial. El ejército británico buscaba un proveedor de motocicletas para sus tropas, y eligió el modelo propuesto por Triumph:la Model H. Fue el primero que prescindía de pedales, por lo que su arranque podía realizarse en parado, e incorporaba un motor de cuatro tiempos. Entre 1915 y 1923 se fabricaron 57.000 unidades, 30.000 para el ejército. Las tropas la acabaron bautizando como la Trusty Triumph o Triumph de confianza, por su fiabilidad y prestaciones.
Cronología
1902. Siegfried Bettman, comienza a fabricar las motocicletas Triumph en Coventry, con la ayuda del ingeniero jefe Maurice Schulte. El primer modelo es de 240 centímetros cúbicos y 2,5 CV de potencia. 1908. Triumph participa en el trofeo TT de la Isla de Man. El motociclista Jack Marshall gana en la categoría monocilíndrica, demostrando la fiabilidad y rendimiento de la marca.
1915. Empieza a fabricar la motocicleta Model H, utilizada por las tropas aliadas durante la IGuerra Mundial. En lo que duró el conflicto, se produjeron 30.000 unidades.
1923. Triumph presenta su primer coche, que se vendió a un precio de 200 libras.
1936. Jack Sangster compra la empresa y nombra director general y de diseño a Edward Turner, responsable de los modelos históricos.
1940. La fábrica de Coventry (Inglaterra)es destruida en un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.
1956. La Triumph Tiger T110 bate el récord de velocidad en las salinas de Bonneville, en Utah (Estados Unidos). El modelo queda bautizado como Bonneville, el más exitoso.
1983. Bloor Holdings se hace con la empresa, hasta la actualidad.
En la siguiente década, la compañía comenzó a fabricar automóviles, y se convirtió en una de las grandes productoras del país, con el Triumph Super Seven como modelo de cuatro ruedas enseña. Llegó a desarrollar 30.000 unidades anuales al año de sus vehículos. Pero la crisis del 29 impactó de lleno. Vendió la compañía subsidiaria que había creado en Alemania, y también el negocio de bicicletas. La delicada situación financiera provocó la salida de Bettmann, y la llegada de un nuevo inversor, Jack Sangster, que nombró a Edward Turner como director general y jefe de diseño. Una decisión que supuso un punto de inflexión. Bajo la gestión de Turner, surgieron algunos de sus modelos más emblemáticos, como la Speed Twin, la Thunderbird y la Tiger T110, más conocida como Boneville.
Triumph se había labrado un recorrido en las competiciones de motor. En 1956, el motorista Johnny Allen rompió el récord de velocidad sobre dos ruedas en las salinas de Bonneville (Utah, EE UU). De ahí su nombre, con el que, desde entonces, se le ha identificado como una de las grandes motos de la historia, y que abrió las puertas de forma definitiva al mercado americano, en el que triunfó. También coincidió con la aparición de la Thunderbird en el filme Salvaje, de Marlon Brando, de la TR5 Trophy en Rebelde sin causa, con James Dean a bordo;y de la Bonneville en La gran evasión, con Steve McQueen. Se le empezó a asociar con la cultura rocker, y como base de la estética motera, de chupas de cuero y vaqueros. De ahí que los Dylan, Elvis o Springsteen lucieran sus Triumph. En 1969, el 50% de las motos de más de 500 cc que se vendían en Estados Unidos, eran Triumph.
Pero en los 70 volvieron los problemas. Su empresa matriz, BSA, quebró en 1972, como también hizo su siguiente propietaria, NVT, en 1977, y la cooperativa que se hizo cargo hasta 1983. Desde entonces, bajo el nombre de Triumph Motorcycles y la propiedad Bloor Holdings, disfruta de su mayor periodo de estabilidad... y con su mito intacto.
Triumph y el misterio de Bob Dylan
En 1966, Bob Dylan tenía 25 años, pero ya era una estrella mundial de la música. Ya llevaba siete discos a sus espaldas y Like a Rolling Stone ya sonaba en las pletinas de medio mundo. El 29 de julio, Dylan circulaba a bordo de su Triumph T100 por Woodstock (Nueva York). Al parecer, se le bloqueó la rueda trasera y el cantante de Minnessota dio con sus huesos en el asfalto. Sin embargo, nunca hubo partes médicos ni existen noticias de su ingreso en hospital alguno. Según su versión, se fracturó varias vértebras y desapareció de la vida pública durante un año. En ese tiempo, nada se supo de la mayor estrella de la música, y durante ocho años no salió de gira. Sí siguió publicando discos, aunque su visión de la vida cambió desde entonces, según su testimonio. Pero las versiones paralelas siempre han alimentado el mito de este accidente, y se ha especulado con que fue la excusa perfecta para que Dylan cortara de raíz con una rutina frenética y repleta de presiones. Solo Dylan, su mujer, y su T100, pueden saberlo.