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Logra 100 MW de biomasa y 300 MW de eólica con un descuento del 100%

Forestalia se lleva más de la mitad de la subasta renovable sin prima

La compañía se dedica a los biocombustibles sólidos y servicios forestales, entre otros Ence, EDP y Jorge Energy, se llevan el resto El resultado cae como "una bomba" en el sector eléctrico

Parque Eolico Candal, en Asturias.
Parque Eolico Candal, en Asturias. Efe
Carmen Monforte

Hacia el mediodía de hoy, las grandes eléctricas que habían acudido a la primera subasta de capacidad renovable (500 MW eólicos y 200 MW de biomasa) convocada por el Ministerio de Industria y que ponía fin a la moratoria al cobro de incentivos decretada por el Gobierno en 2012, recibían un jarro de agua fría: la puja había cerrado con un descuento del 100%. En otras palabras, alguien había acudido a la subasta de un incentivo a la inversión y había renunciado a él.

Así, Gas Natural Fenosa, Enel Green Power (EGP) e Iberdrola, entre otras, se quedaban fuera del proceso que, aunque preveían competitivo, no tanto como para cerrar “a prima cero”. Acciona, una de las que figuraba en las quinielas como posible participante, finalmente, optó por no acudir porque “no lo veía claro”.

Sin ninguna información oficial por parte del operador del mercado, Omie, organizador de la subasta; ni de la CNMC, que ha validado la subasta por la tarde, ni de Industria, responsable de publicar su resultado, el Grupo Forestalia, propiedad del empresario aragonés Fernando Samper, comunica en un anota de prensa que se ha llevado el grueso de la subasta:300 MW eólicos (a través de Energías Eólicas de Aragón) y 108,5 MW de biomasa, a través de Forestalia.

El grupo cárnico Jorge, también de la familia Samper y al que estuvo ligado aquel hasta 2011, se adjudicó otros 100 MW eólicos a través de su sociedad Jorge Energy. El resto de la potencia eólica correspondió a una empresa del sector eléctrico, EDP Renovables, y la de biomasa, a Ence-Energía y Celulosa.

Según informa Forestalia, los megavatios de biomasa que le han sido adjudicados por Industria los desarrollará con el grupo chino Gedi (Guadong Electrici Power). La compañía fue fundada en 2011 con parte de los activos del Grupo Jorge y con los de biomasa que adquirió a la alemana RWE. En Italia y Francia ha formalizado acuerdos a 20 años con Eon por 200 millones para el suministro de biomasa a plantas de este grupo germano.

Por otra parte, Ence se ha adjudicado 40 MW de biomasa, que es la capacidad de la planta “avanzada y novedosa” que la empresa tiene en proyecto. No obstante, Ence ha indicado que sólo la construirá si está segura de “obtener la rentabilidad esperada”. Dispone de tres emplazamientos posibles en Pontevedra, Villaturiel (León) y Huelva, y la ubicación dependerá de las facilidades administrativas e institucionales para ejecutar el proyecto.

El descuento del 100% afecta a la inversión de las plantas, tanto eólica como de biomasa, pero no así a otro incentivo, el de operación y mantenimiento, que solo cobra la biomasa.

El resultado de la subasta, que se celebró entre las 9 y las 11 horas de ayer, fue recibido como una bomba tanto en el sector como los organizadores. En una eléctrica se consideró el resultado “un sinsentido”, pues para producir y vender a mercado hay libertad total, no es necesario acudir a una subasta, que, además, tiene el inconveniente de que hay que aceptar las condiciones del Gobierno respecto a la presentación de avales o el plazo de construcción (dos años).

El preludio del fin de los incentivos verdes

La subasta de nueva capacidad eólica y de biomasa anunciada en abril del año pasado por el Ministerio de Industria, y de la que fue excluida la fotovoltaica, iba destinada especialmente, en el primer caso, a incentivar la repotenciación de los parques eólicos más antiguos. Especialmente, aquellos anteriores a 2004 que con la reforma eléctrica quedaron excluidos del cobro de primas. La subasta (la primera que se celebra en España de este tipo)les permitiría aumentar su capacidad a cambio de un incentivo, inferior a la antigua prima, pero incentivo, al fin y al cabo.

Fuentes del sector ponen en duda de que los adjudicatarios puedan lograr financiación para unos proyectos que podrían no resultar rentables sin el incentivo. De hecho, Ence asegura que desarrollará el suyo solo si le resulta rentable. En general, las grandes compañías aseguran haber presentado “ofertas prudentes y coherentes con la inversión que se requiere” para dos tecnologías que son caras.

Fuentes próximas al Gobierno consideran que la subasta ha sido un éxito, en cuanto que ha recibido muchas ofertas, y explican el resultado en que “se trata de los mejores emplazamientos, los más rentables”, lo que ha permitido a los ofertantes renunciar al incentivo y cobrar solo del mercado.

Un resultado que dudan que pueda repetirse en futuras subastas. Lo que parece difícil que se repita es que las empresas del sector acudan a nuevas pujas, a la vista de lo ocurrido.

Otro debate que se plantea es si lo ocurrido ayer “preludia la extinción de un régimen incentivado de las inversiones en energías verdes en España”, lo que pone en cuestión la consecución de los objetivos medioambientales fijados por la Unión Europea.

Sobre la firma

Carmen Monforte
Es redactora de Energía de Cinco Días, donde ocupó también los cargos de jefa de Especiales y Empresas. Previamente, trabajó como redactora de temas económicos en la delegación de El Periódico de Cataluña en Madrid, el Grupo Nuevo Lunes y la revista Mercado.

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