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De turista pasivo ha pasado a ser productor de contenidos y tendencias

Turista 3.0, la experiencia de viaje es lo más importante

Reserva sus viajes online, apenas lleva equipaje y cuenta con el móvil como su mejor aliado, donde encuentra todo lo que necesita: cámara, guías de viaje, amigos, transporte, previsiones, opiniones de otros viajeros...

El usuario se ha convertido en un consumidor activo al que le gusta elegir, valorar y contrastar. Ya no sirven los paquetes de productos estándar. Las nuevas tecnologías han facilitado que el turista adopte una decisión de compra en función de sus preferencias.

El sector turístico se enfrenta a un nuevo consumidor: el turista 3.0. Este perfil, denominado también adprosumer, es aquel que da un paso más allá y se convierte en productor de contenidos y de tendencias, al compartir sus impresiones de viaje y sus recomendaciones sobre empresas, productos y servicios. Se ha pasado del consumer tradicional, que se mantiene al margen de internet, al prosumer, el usuario digital activo que busca siempre nueva información en diferentes canales, comparando precios y comprando servicios puntuales, hasta llegar al adprosumer, que además se convierte en protagonista y para quien el contenido es fundamental.

Lo que es indudable es que el perfil del turista ha dado un vuelco en muy poco tiempo y que el papel de la tecnología ha sido determinante. Según el estudio Viajero conectado, de TripAdvisor, el móvil se utiliza cada vez más durante todo el viaje. El informe define a este viajero como aquel que utiliza su smartphone para planificar unas vacaciones y que proporciona una visión en profundidad sobre sus hábitos y comportamientos. Los resultados del estudio indican que el 45% de los turistas conectados generalmente utiliza su móvil para reservar actividades mientras están viajando; casi tres cuartas partes (72%), para buscar restaurantes, y un tercio (34%) quiere que su alojamiento ofrezca el check-in en el móvil.

La tendencia es imparable en todo el mundo: el 52% de los españoles planifica o reserva con el móvil, y más de la mitad de los viajeros mundiales que prevén visitar España en los próximos meses son viajeros conectados.

Pero ¿qué demanda el turista 3.0? ¿Cómo conquistarle? Aaron Ranson, director de consultoría y soluciones de Vector ITC Group, señala que los dispositivos móviles, la conexión a la red y el desarrollo de las apps con multitud de funcionalidades han creado un nuevo perfil de viajero que hace las fotos de su viaje con su smartphone y las comparte, reserva sus vuelos, comparte coche para ir al aeropuerto, se interesa por los museos que incluyen visita virtual y hace partícipe de sus experiencias a amigos y familia en todo el ciclo de disfrute de su viaje. De hecho, muchas de sus decisiones se basan en la experiencia vivida por otros turistas.

“Desde Vector ITC Group acompañamos a las empresas en esa transformación digital que les permitirá conquistar a esos nuevos turistas”. Una de ellas es Viajes Barceló. “Tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos y la tecnología es para nosotros el mejor aliado”, subraya Patxi Jimeno, director de sistemas y tecnología de Viajes Barceló.

La tecnología ha acercado el turismo al usuario y el contenido se ha convertido en algo fundamental. “La generación de contenidos es muy importante porque hace que el ciclo de vida del turista cambie radicalmente. Antes nos quedábamos con la última propaganda, había un efecto muy asociado a la estrategia de marketing de cada uno de los productos que nos ofrecían. Esto ha cambiado, ahora buscamos algo más que el concepto tradicional de marca”, concluye Aaron Ranson.

Lo auténtico será lo que no figure en la red

¿Qué diferencia al nuevo adprosumer de un viajero tradicional? Ser un consumidor activo y selectivo que demanda una experiencia personalizada. Es, además, suscriptor digital de la marca.

Antonio Rodríguez Ruibal, profesor del grado en Empresas y Actividades Turísticas de la Udima, subraya que lo que más tiene en cuenta el turista social, el turista conectado o el turista 3.0 son las opiniones de los demás. “Sin quererlo, viajamos por afinidad con otros turistas”.

Internet ha creado dependencia, sin móvil no sabemos movernos, añade. “Antes, el simple hecho de subir a un avión ya era una experiencia. Hoy, el que no se va un fin de semana a Marrakech es porque no quiere. Y la sorpresa del viaje es la propia experiencia”.

Rodríguez Ruibal considera que el turismo ha pasado a formar parte de las necesidades del siglo XXI. “Viajar es una necesidad que está al alcance de mucha gente. Y parece que si no vas al sitio de moda comentado en las redes sociales, estás fuera. Pero me consta que hay muchos restaurantes que prefieren no estar en esas listas. Lo auténtico no llega a salir en las guías. El que lleva el turismo en vena busca la experiencia auténtica”. Por eso, Rodríguez Ruibal cree que lo auténtico va a ser aquello que no salga en internet, esos lugares de los que la gente no hace comentarios en la red.

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