Apostar por trabajadores con discapacidad es rentable
Empresarios y trabajadores cuentan su experiencia en un foro organizado por la Fundación Síndrome de Down y la Cámara de Comercio de Madrid.
Cuando el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Arturo Fernández, llega cada día a su despacho, José Landelino le da los buenos días y le abre la puerta.
José comenzó a trabajar en la Cámara haciendo fotocopias en 2007, y desde entonces ha pasado por recepción y ha ayudado a organizar todo tipo de eventos en esta institución.
Su historia es paralela a la de Miriam, Alba, Alejandra, Mario y Gonzalo, que también tienen alguna discapacidad y que han encontrado su oportunidad en empresas que apuestan por la diversidad en sus plantillas.
Todos ellos participaron recientemente en el foro de empleo Impulsando la RSE a través de medidas que fomentan la inserción laboral de personas con discapacidad, celebrado en la capital por la Fundación Síndrome de Down en colaboración con la Cámara de Comercio de Madrid.
130 empresas de Madrid dan trabajo a cerca de 200 jóvenes con discapacidad intelectual
En el encuentro se pudo constatar que cada vez son más las empresas que se están dando cuenta de que la diversidad es un elemento enriquecedor en sus plantillas y de que apostar por trabajadores con discapacidad resulta muy rentable tanto económicamente como por el esfuerzo e ilusión que estas personas suelen aportar en sus cometidos.
En la actualidad, 130 empresas de la Comunidad de Madrid dan trabajo a cerca de 200 jóvenes con discapacidad intelectual, según Jorge González, director de empleo de Down Madrid.
Obligaciones y ayudas
La Ley de Derechos de Personas con Discapacidad, de 2013, obliga a las empresas públicas y privadas que emplean a 50 trabajadores o más, a que al menos el 2% de ellos sean personas con alguna discapacidad, recordó en el foro el presidente de la Asociación Española de Empleo con Apoyo (AESE), Alfonso Gutiérrez.
Además, el Gobierno ha puesto en marcha una serie de incentivos a favor de la contratación de este colectivo. Entre ellos, subvenciones de hasta 3.907 euros por cada contrato y bonificaciones de las cuotas empresariales de la Seguridad Social de hasta 6.300 euros.
También ayudas para la adaptación de puestos de trabajo de hasta 901,52 euros y una deducción de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades de 6.000 euros.
Según Arturo Fernández, la diversidad de una compañía es cada vez más relevante y “las personas con capacidades diferentes constituyen una fuerza laboral de incalculable valor, por su capacidad de esfuerzo y superación”.
Por eso, afirmó que “las experiencias positivas de incorporación de estas personas al mercado de trabajo deben servir de modelo a otras empresas que quieran cumplir la con la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad, fomentando la RSE en sus organizaciones”.
David Lafuente, jefe de responsabilidad social empresarial del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, aseguró que “cuando las plantillas son diversas hay elementos que mejoran como la innovación”.
Y señaló que esta diversidad “es positiva para los trabajadores, que se sienten más orgullosos de pertenecer a la empresa; para la compañía, ya que la sociedad confía más en ella, y para la propia sociedad, porque todos ganamos”.
Entre el público asistente al encuentro se encontraban también representantes de algunas empresas. Entre ellos, Nieves Pacheco y Elena Hernández, del departamento de recursos humanos de Capgemini, una consultora tecnológica que emplea a personas con discapacidad en varias áreas, como la de soporte administrativo o sistemas. La consultora recluta a estas personas a través de varias fórmulas, como la recepción de CV, las bolsas de empleo o determinadas fundaciones.
Al foro acudieron también Antonio Ruiz, director de Entusiasmo y Mucho Valor, una agencia de publicidad que “comenzó hace años a realizar actuaciones de responsabilidad social empresarial y que ahora está intentando contratar a personas con discapacidad”, y José Francisco López, del colegio GSD Las Rozas, que mostró su satisfacción porque en este centro desempeñan su tareaocho personas con discapacidad.
Seis empleados entusiastas
La contratación de personas con discapacidad mejora el clima laboral y la visión del cliente sobre una empresa, según Jorge González, director de empleo de Down Madrid. Esta fundación cuenta, a través del proyecto Stela, con una serie de preparadores laborales que ayudan a que la incorporación de los nuevos empleados a las compañías sea eficiente.
Alberto Velasco, uno de ellos, explica que su labor consiste en acompañarles en su puesto durante las primeras semanas, aclararles las dudas que les puedan surgir y apoyarles desde el primer día.
Velasco ha ayudado a insertarse en su puesto a Miriam Pérez, una madrileña de 23 años que trabaja en un Carrefour de Leganés como reponedora: “Al principio me ponía nerviosa porque todo era nuevo, pero después de dos años me he adaptado muy bien”.
A sus 24 años, Alba María Nieto muestra también un gran entusiasmo por acudir cada día a su puesto de trabajo en Coslada (Madrid) en la empresa The Service Group, donde limpia, repone las máquinas de café e introduce datos en el ordenador.
En tanto que Alejandra Maldonado, de 28 años, trabaja en Isbanc, donde distribuye la correspondencia, hace envíos y repone el material de oficina.
La misma edad tiene Mario Cáceres, que desde 2008 se ocupa en un Starbucks madrileño de que no se acabe el azúcar, que los cubiertos estén limpios y la sala esté recogida.
Y con un año menos, Gonzalo García, que destaca, entre otras tareas, por su pericia en el archivo de informes y ordenamiento de la biblioteca del colegio GSD Las Rozas.
Como José Landelino, el conserje de la Cámara de Comercio de Madrid, todos ellos son trabajadores que manifiestan pasión e ilusión por lo que hacen.