¿Ha llegado el momento del rebote?
Desde que alcanzaron máximos en 2011, las ‘commodities’ no han dejado de bajar.
Para entender la situación que están viviendo actualmente las materias primas hay que remontarse mucho más atrás: “Cuando los productores vieron que los precios comenzaban a subir, su respuesta fue aumentar la producción e invertir para poder extraer más. Así, se abrieron nuevas minas, se construyeron nuevos pozos, recurrieron a nuevos sistemas de extracción para aprovechar en mayor medida los recursos existentes… Todo esto tuvo una consecuencia: el exceso de oferta”, señala Jaume Puig, director de GVC Gaesco Gestión.
“Cuando China, el mayor consumidor mundial de materias primas, comenzó a reducir sus importaciones, los países productores se resintieron. Además, estos países son los llamados emergentes, que a su vez son también grandes consumidores, pues están construyendo sus infraestructuras, y las ralentizaron al ver cómo disminuía la entrada de capital chino en sus economías”, explica Rafael Hurtado, profesor de CUNEF (Colegio Universitario de Estudios Financieros).
Esta situación provocó que los precios de las materias primas cayeran estrepitosamente y que el índice CRB (el encargado de medir la evolución de los contratos de futuros de más de 20 commodities), que alcanzó máximos en 2011, empezase a descender. Pero, ¿qué pasará ahora? ¿Continuarán las caídas? ¿Habrán tocado suelo? ¿Comenzarán los precios a recuperarse?
Nuria Álvarez, analista de Renta 4, cree que “aunque es cierto que China y los países emergentes podrían ejercer una presión adicional, hay tres factores que llevan a pensar que las materias primas podrían haber tocado fondo en 2015 y que, en 2016, podríamos observar una recuperación. El primero, la estabilización de China. El segundo, que históricamente una subida de tipos de interés en Estados Unidos ha supuesto una reacción al alza de las materias primas. Y el tercero, que los precios de algunas de ellas están por debajo de su coste de producción, lo que hace que la actividad de las empresas no sea rentable y que algunas de ellas se hayan visto abocadas a cerrar, lo que permitiría un ajuste de la oferta y la demanda”.
No lo ve tan claro el director de GVC Gaesco Gestión. Puig considera que “todavía no han pasado años suficientes para que los precios comiencen a subir. No esperamos que 2016 sea un buen año, aunque sí que las caídas se moderen. De todos modos, es necesario analizar caso por caso”, advierte.
Oro
El tradicional valor refugio no vive su mejor momento, desde que alcanzase su máximo en 2011, al sobrepasar los 1.900 dólares por onza. Hoy el oro cotiza a mínimos de los últimos cinco años, indica el último informe de Citi, que prevé que en los próximos tres meses sus precios se mantengan estables para volver a bajar en un horizonte de seis a doce meses vista.
Aunque para el profesor Hurtado, el riesgo geopolítico podría elevar sustancialmente su cotización, Jaume Puig no coincide con esta opinión, ya que considera que a esta commoditie le queda mucho por bajar, ya que marca un precio objetivo en 800 dólares (740 euros) la onza cuando los niveles actuales se encuentran en torno a los 1.070 dólares (989 euros). Goldman Sachs también se apunta a los descensos, al menos a seis y doce meses vista. Eso sí, el recorte que estima tiene soporte en 1.000 dólares.
Petróleo
Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, explica la situación que está viviendo el petróleo hoy: “Durante los últimos años la oferta no ha parado de crecer por la revolución del fracking, el fin del veto a las exportaciones de hidrocarburos de Irán, la mejora generalizada de la tecnología de extracción y la postura de la OPEP, que no parece estar dispuesta a reducir la producción, mientras que la demanda ha bajado por la desaceleración de la economía mundial”.
Esta semana el barril de brent ha tocado su nivel más bajo de los últimos siete años, al situarse por debajo de los 40 dólares.
En cuanto a lo que sucederá en el futuro, Álvaro Sanmartín, socio y economista jefe de MCH, considera que “la producción crecerá menos que la demanda y que, por tanto, los precios no deberían caer de forma sostenida desde los niveles actuales”. El descenso en la producción lo relaciona con el recorte que muchas empresas extractoras están realizando en sus planes de inversiones al ver el recorte a la mitad que han sufrido los precios del crudo en los últimos meses, lo que les ha llevado a no abrir nuevos pozos.
Banca March prevé un precio promedio de 55 dólares para el barril de brent el próximo año. Por su parte, Barclays espera que los precios disminuyan ligeramente en los primeros meses de 2016, pero que para finales de año asciendan hasta los 65 dólares.
Grano
Según un informe de Citi, los diferentes fenómenos atmosféricos como El Niño y La Niña podrían hacer crecer el precio del trigo, el maíz y la soja a una media anual del 4% y advierte que, aunque la volatilidad de este tipo de materias primas ha sido menor que la de otros sectores, debería aumentar en los próximos meses.
A las condiciones atmosféricas también apunta Jaume Puig: “El precio de este sector es de los más volátiles, ya que las condiciones atmosféricas pueden cambiarlo todo. Podría darse una sequía como la de 2008 y que los precios aumentasen automáticamente”. Pero, por el momento, las cotizaciones de estos cereales continúan a la baja.
Metales básicos
“El hierro, cobre, aluminio, níquel y zinc están en mínimos y con una tendencia que no parece frenarse. De momento, los grandes transformadores prefieren producir y cubrir parte de los costes fijos, incluso aunque sea a costa de un margen unitario negativo. En 2016 esperamos algunos repuntes puntuales, pero nunca volver al escenario de 2007”, asegura Juan Luis García Alejo, director de análisis y producto de Andbank.
Tampoco se muestra demasiado optimista con estas commodities Goldman Sachs, que prevé una bajada del cobre durante el próximo año y, a más largo plazo, ya en 2017, podría producirse un repunte del hierro.
¿Cómo invertir?
Existen varias formas de comprar materias primas, pero siempre hay que tener presente que se trata de activos muy volátiles, por lo que implican un alto riesgo. Una manera es la compra de acciones de empresas relacionadas con la producción o con servicios relacionados. “Se trata de una opción muy fácil y líquida, ya que permite comprar y vender en cualquier momento. Además, muchas empresas aportan pagos de dividendo”, explica el profesor de CUNEF, Rafael Hurtado.
Otra alternativa es la compra de derivados, como los futuros o los swaps o la compra de un fondo cotizado (ETF). “Un ETF permite invertir directamente en una cesta de materias primas diversificada a través de los índices a los que replica. Por ello, nosotros aconsejamos siempre a los inversores que se expongan a índices suficientemente representativos y diversificados”, indica Juan San Pío, responsable de ventas institucionales de Lyxor para Iberia y América Latina.
“Pero para inversores minoristas, sin duda optaría por los fondos de inversión, ya que a través de este vehículo financiero es posible tener participación, por ejemplo, sobre 50 mineras, lo que se traduce en un precio mucho más relacionado con el precio del mineral que si se compran acciones de una sola empresa”, aconseja Hurtado.