España debe acelerar la digitalización de sus empresas
La adopción de las tecnologías digitales está transformando los negocios y sectores de actividad en todo el mundo, sin embargo su uso por parte de las compañías españolas no va todo lo rápido que sería deseable y estas deberán acelerar si quieren aprovechar los beneficios que esas tecnologías proporcionan, según el estudio de Accenture Global Mobility Study 2015, para el que la consultora ha entrevistado a 1.925 altos directivos, 100 de ellos en España.
La investigación revela que la densidad digital de España –que tiene en cuenta no solo la integración de las tecnologías y procesos digitales en los negocios, sino también el grado en el que la digitalización está disponible en el entorno económico e institucional– sitúa al país ligeramente por debajo de la media del ranking de las 17 principales economías analizadas. Y ello a pesar de que un 92% de los directivos entrevistados considera que estas tecnologías pueden impulsar la mejora de su negocio (especialmente optimizando sus operaciones, permitiendo dar respuestas rápidas a las demandas de sus clientes y creando nuevas oportunidades de generación de ingresos) y a que el 85% de ellos afirma que su empresa ha hecho “avances significativos” para aprovechar esas tecnologías en 2014.
Pese a esa visión mayoritariamente positiva de los directivos españoles sobre las tecnologías digitales, sorprende que estos sean menos propensos que la media a situar las herramientas analíticas como un elemento crítico de su negocio. “Esta mentalidad podría estar impidiendo a las empresas españolas explotar de una forma más efectiva una importante fuente de beneficios para el negocio”, señala el informe, que destaca que el empleo de estas soluciones resulta “vital” a la hora de ayudar a las compañías. Pues emplear los datos que se generan a partir de esas tecnologías desarrolla un conocimiento más profundo de la situación de la organización y mejora la toma de decisiones relacionada con cualquier área de la empresa, desde márketing a cadena de suministro, pasando por recursos humanos y finanzas y contabilidad.
Los directivos españoles –que sitúan el cloud como la tecnología más importante– también destacan en menor medida otros beneficios clave que pueden aportar lo digital y sobre los que Accenture ha preguntado. Concretamente, los referidos al aumento de la velocidad de desarrollo y de lanzamiento al mercado de productos y servicios, la creación de nuevas oportunidades de negocio, la transformación de la forma de operar de la empresa y el cambio desde una mentalidad centrada solo en el producto a un enfoque orientado al servicio.
El estudio detecta igualmente un importante obstáculo en la mayoría de las compañías para que estas aprovechen con éxito las nuevas tecnologías. “La mayor parte no cuenta aún con un equipo centralizado que se encargue al completo de la estrategia de tecnologías digitales y se haga responsable de ella a nivel global”, destaca Ismael Sancha, Managing director de Mobility de Accenture. De hecho, el 78% de los directivos dice que su compañía tiene equipos distintos que se responsabilizan de diferentes aspectos de la estrategia digital y el 74% asegura que la responsabilidad de la estrategia para las tecnologías digitales se reparte de forma individual entre las distintas áreas de negocio y no se contempla a nivel de la organización.
“A esto hay que añadir que la presencia de un director general de tecnologías digitales no significa necesariamente que esa persona sea el zar digital oficial, con autoridad para tomar decisiones estratégicas críticas sobre la dirección digital”, según se desprende de las entrevistas de Accenture.
Para Sancha, la investigación arroja un descubrimiento interesante a tener en cuenta: “La correlación entre la rentabilidad de una compañía (en relación con su competencia) y la adaptación de las tecnologías digitales es directa, pues estas resultan ser una gran palanca para impulsar los negocios”.
El directivo de Accenture está convencido de que “aunque las empresas españolas vayan en algunos temas algo por detrás en esa digitalización que la media global de las economías analizadas”, su percepción es que van a acelerar por la salida de la crisis. Aún así, advierte de retos importantes en la adopción de las tecnologías digitales, que preocupan a los directivos. Entre ellos, está la seguridad, el poder mantener el ritmo de los avances digitales, el poder explotar el potencial de la digitalización, encontrar los socios tecnológicos adecuados y los problemas técnicos relacionados con la integración. Sancha también destaca otros dos retos:que las empresas cuenten con las habilidades y recursos suficientes para servir de sorporte a despliegues digitales y la falta de liderazgo centrado en la digitalización.
El valor de las ‘apps’
El informe de Accenture pone la lupa sobre una de las principales tecnologías digitales que están transformando los negocios, la movilidad, con las apps móviles, incluidas. Sancha destaca que España no sufre retraso en cuanto a dispositivos, “pues su proliferación es altísima”, pero sí ve diferencias con las empresas de otros países en el uso de las aplicaciones. Aunque nueve de cada diez directivos (frente al 87% a nivel global) afirman que existe entre sus clientes una gran demanda de apps móviles que les faciliten el acceso a los servicios de las empresas y el 85% cree que las apps móviles serán las interfaces dominantes en el futuro, las firmas españolas utilizan menos las apps centradas en productividad (por ejemplo, las que permiten la actualización de informes), las apps para operaciones (entre ellas, las que facilitan a los empleados la reserva de espacios de trabajo en la oficina) y las de gestión (como los cuadros de mando para la dirección). Y a estas se unen también las apps orientadas a los clientes (por ejemplo, las de soporte a la venta o al servicio al cliente).
Según la investigación de Accenture, hay varios factores que pueden contribuir a que las apps no tengan una presencia mayor en las empresas españolas. Por ejemplo, los problemas de rendimiento (caída de las aplicaciones), la falta de capacidad interna, la dificultad para crear y actualizar apps de forma eficiente y los problemas de monetización y de seguridad. En esta línea, Accenture destaca que los mejores resultados se producen cuando la seguridad de las apps móviles y de la nube se gestionan como una extensión de la seguridad de la empresa.
Es clave impulsar el internet de las cosas
La investigación de Accenture pone también foco sobre el internet de las cosas. El 93% de los directivos entrevistados afirma que este tendrá un gran impacto en su sector y casi ocho de cada diez cree que afectará de forma fundamental en su compañía. Por eso lo tienen en su punto de mira. En su opinión, el internet de las cosas les permitirá desarrollar una nueva fuente de ingresos al mejorar su oferta con nuevos productos y servicios y ofrecerá una mayor autonomía a sus empleados. También les dejará expandir sus ecosistemas y sus alianzas tecnológicas.
Pero, pese a esta visión positiva, el informe muestra que las firmas españolas pueden encontrarse con problemas a la hora de ampliar el uso del internet de las cosas, al no contar con muchas de las capacidades necesarias para desplegarlo a escala. La mayoría de directivos españoles afirma disponer de tres capacidades (una red de ancho de banda suficiente, seguridad integral de la identidad y la de la gestión del acceso, y capacidades analíticas para hacer uso de los datos enriquecidos que generan los productos conectados), pero no cuentan con un ecosistema de socios robusto; recursos y habilidades internas necesarias y una plataforma tecnológica para intercambiar datos de forma segura con los dispositivos conectados.