Una técnica al servicio del ICO
Ha sido una de las más directas colaboradoras del ministro de Economía, Luis de Guindos, en el último año. Emma Navarro dirige a partir de ahora el Instituto de Crédito Oficial
Si hay una institución que se pueda considerar especialmente relevante para las empresas españolas, sobre todo para las pequeñas y medianas, durante los años más duros de la crisis económica esa ha sido el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Su apoyo financiero a los negocios en los años de mayor restricción crediticia ha sido fundamental para que muchos de ellos pudieran seguir adelante. Adaptarse a la nueva situación, en la que este instrumento deberá adecuarse a la normalización del mercado, es el principal reto al que Emma Navarro, nueva presidenta de la institución, considera que tendrá que hacer frente.
Las elecciones del 20 de diciembre están ya a la vuelta de la esquina y han provocado algunos movimientos debido a la confección de las listas para los comicios. Uno de ellos es el de la predecesora de Navarro en el cargo, Irene Garrido, que abandona el ICO –al que se ha dedicado desde septiembre del año pasado– por haber sido nombrada candidata a diputada por el Partido Popular por la provincia de Pontevedra.
Conocida por ejercer como directora de gabinete del ministro de Economía, Luis de Guindos, Emma Navarro era nombrada presidenta del ICO en el Consejo de Ministros del pasado día 13 de noviembre. Confiesa enfrentarse a su nuevo cometido con mucha ilusión, pero también consciente de la responsabilidad que supone dirigir los pasos de este ente que el año pasado concedió 21.469 millones de euros a empresas través de sus líneas de mediación.
De perfil principalmente técnico, esta profesional está convencida de que la experiencia laboral que más le ha marcado ha sido ser parte del equipo más directo del ministro, a quien confiesa respetar profesional y personalmente.
Emma Navarro trabajó en el gabinete de la anterior vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el ministro De Guindos la mantuvo cuando fue nombrado titular de Economía y Competitividad como vocal asesor encargada de los asuntos europeos. Al poco tiempo, tras una etapa en el Fondo Monetario Internacional, Navarro volvió al gabinete ya como directora.
Asegura que ser testigo y participar en todo de las principales decisiones económicas, con sus implicaciones políticas, es de las mejores experiencias profesionales a las que se puede aspirar. En especial, en momentos como los recientes en que la zona euro ha vivido su mayor crisis y a la vez, una etapa de gran trascendencia para la construcción europea, en concreto, todo lo relativo a la unión bancaria.
Además de Luis de Guindos, Emma Navarro ha tenido la oportunidad de encontrarse con muchos y buenos profesionales a lo largo de su carrera, de los ha tenido la ocasión de aprender, según explica. Se siente afortunada por haber coincido con todos ellos y por haber podido dedicar su esfuerzo a trabajos que para ella han sido de gran interés.
Licenciada en Derecho por la Universidad San Pablo CEU, aunque sus estudios se encaminaban al ámbito jurídico se terminó interesando por el ámbito económico, además de por el trabajo de las instituciones a nivel internacional.
Esta profesional siempre intenta exigirse el máximo a sí misma y no se asusta ante los retos
Máster en Derecho Comunitario y con un curso de postgrado conjunto en estudios legales y económicos de la UE –que incluye un diploma de la Sorbona de País–, Navarro tuvo conocimiento durante sus años de estudiante de la labor que desempeñaban las oficinas económicas y comerciales en el extranjero (su hermana trabajó en la oficina de Pekín en el marco del programa de becas del Icex). Gracias a ello se interesó por las oposiciones al cuerpo de técnicos comerciales y economistas del Estado al que accedió en 2005.
Puede que fruto de ese primer interés por la profesión, en su trayectoria ha tenido un gran peso todo lo relacionado el ámbito internacional. La nueva presidenta del ICO, que se defiende a la perfección tanto en inglés como en francés, ejerció como asesora en la silla de España en el Directorio Ejecutivo del FMI, una experiencia que recuerda como muy enriquecedora. Para Emma Navarro, defender los intereses de España en esta institución le ayudó a tener una visión más global de la economía y de los desafíos que esta plantea.
Esta profesional, que siempre intenta exigirse el máximo a sí misma y no se asusta ante los retos, también recuerda especialmente su trabajo como asesora internacional y en materia europea durante gran parte de la crisis en el Viejo Continente. Pese a que considera que han sido años de gran dureza, también cree que ha sido para ella una gran suerte el poder asistir tan de cerca a los cambios que se han vivido en la Unión Europea, como la puesta en marcha de la Unión Bancaria.
Acostumbrada al trabajo duro, este sin embargo le resta tiempo para dedicarse a las cosas que más le gustan. En primer lugar para disfrutar de su familia y sus amigos, pero también para viajar, una actividad que para ella ahora es más frecuente por motivos de trabajo que por ocio. El deporte también es una de sus pasiones, con especial preferencia en los últimos años por los deportes acuáticos, sobre todo por el surf y el buceo.
Aunque puede que su nueva misión le reste todavía más tiempo para todas esas cosas que le gusta hacer cuando está fuera de los despachos, Emma Navarro se enfrenta sin miedo al reto de pasar a la primera línea de una institución para la que ya había trabajado como miembro de su consejo de administración. Convencida de que el ICO todavía tendrá un importante peso en el panorama económico español durante los próximos años, la nueva presidenta de la institución se prepara para convertirse en una de las caras más visibles de las instituciones económicas.