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Capean la intención de Competencia de abrir el mercado

Las farmacias contienen la respiración

Industria y fuerzas políticas rechazan la liberalización del sector que ha propuesto la CNMC

Pablo Monge
Manuel G. Pascual

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicó hace ahora un mes un informe en el que recomienda liberalizar el sector farmacéutico. Entre sus propuestas se incluye permitir la venta online de medicamentos con receta, circunscrita hasta ahora a los que no requieren prescripción; abrir la distribución de estos últimos a todo tipo de establecimientos (un guiño a los supermercados), y eliminar las restricciones de población y distancia mínima entre boticas.

Los boticarios catalanes, ahogados por la Generalitat

La gran losa que pesa sobre miles de farmacias en toda España, más molesta que el descenso del consumo, son los impagos de la Administración. El modelo español de oficina de farmacia obliga a estas a vender los fármacos con prescripción médica antes de recibir la parte del total que viene subvencionada por el Sistema Nacional de Salud. Solo perciben la cantidad que abona el paciente, aunque para tener el producto en sus estanterías deben haber pagado el importe íntegro a sus proveedores.

Las estrecheces que atraviesa la Administración han alargado los plazos hasta extremos insostenibles. El caso de Cataluña es paradigmático: la Generalitat comunicó a las farmacias en octubre que el dinero que les debe (336 millones de euros) tardará cuatro meses en ser devuelto.

La presidenta de Farmacéuticos Empresarios Catalanes, Beatriz Carbonell, reclama medidas urgentes. “Exigimos que nos retiren del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA)”, apunta en alusión al fondo de ayuda estatal a las regiones. Hasta hace un tiempo, las farmacias y los medicamentos figuraban en la segunda posición del orden de pagos, solo por detrás de los funcionarios. Desde que se retrasó su puesto, Carbonell ve más factible llegar a otra solución, como la solicitud de un crédito ad hoc para pagar la factura médica.

Se trataría de un parche de urgencia. La estrategia de futuro, asegura, sería aplicar un sistema digital con el que la Administración controle (y pague) las recetas en tiempo real.

La noticia cayó como un jarro de agua fría en el sector. Tanto la patronal de las oficinas de farmacia (FEFE) como las fuerzas políticas, pasando por el Ministerio de Sanidad, han manifestado su rechazo a la remodelación de un modelo que se considera efectivo. El presidente de FEFE, Fernando Redondo, resume así la propuesta de la CNMC: “Competencia defiende un modelo desregularizado que eleva los costes y perjudica la atención sanitaria del ciudadano”.

Las farmacias lo han pasado mal durante la crisis. Han visto cómo el gasto público en medicamentos ha caído un 26% entre 2010 y 2015, mientras que el desembolso medio del Estado por receta ha pasado de los 13,45 euros de 2008 a los 10,7 euros actuales, lo que supone un descenso del 20%. Aunque en 2014 se ha empezado a ver luz al final del túnel: tras varios años de caída sostenida del mercado y del gasto farmacéutico, el ejercicio pasado cerró con un incremento del gasto del 1,9%, el primero en números positivos en lo que va de década. Y los últimos datos reflejan que entre enero y agosto las farmacias facturaron un 1,7% más que en el mismo periodo del año pasado.

La facturación de las farmacias sigue siendo altamente dependiente del Sistema Nacional de Salud. Según los últimos datos de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp), relativos a 2014, el 71,9% del mercado correspondió a medicamentos con prescripción médica (incluidos los genéricos), cuyo peso, sin embargo, retrocedió un 1,9% en el año. El resto de los ingresos, un 28,1%, procedieron del llamado mercado del autocuidado: fármacos y otros productos que no necesitan receta.

Aferrados al autocuidado

Este último segmento es de vital importancia para las farmacias porque se trata de una vía de ingresos más rápida, ya que no depende de reembolsos o restricciones a la dispensación (como sí sucede con los medicamentos que requieren receta).

Los productos de autocuidado se subdividen, a su vez, en cuatro categorías: medicamentos de venta libre (OTC, en sus siglas en inglés), los más importantes en esta categoría; seguidos de los productos para el cuidado personal; los dedicados al cuidado del paciente, y los relacionados con la nutrición.

El hecho de que los partidos políticos no se hayan tomado en serio las recomendaciones de la CNMC evita un problema añadido para las más de 21.000 farmacias españolas, cuya facturación media en 2014 fue de 868.000 euros, lo cual no ha evitado que más de 1.000 estén en riesgo de concurso de acreedores.

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Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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