Renfe espera sus 15 nuevos trenes para 2018
El pedido será adjudicado a un solo fabricante y puntúa producir en España
La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha defendido esta mañana ante un grupo de periodistas la idoneidad de que Renfe refuerce su flota tras diez años sin realizar pedido alguno de trenes. Las claves que invitan a invertir son el esperado crecimiento económico, el incremento de kilómetros de AVE y número de usuarios, y la futura entrada de competencia en el transporte de pasajeros por ferrocarril.
El operador público va a licitar la próxima semana un concurso abierto con el que pretende hacerse con 15 trenes de alta velocidad que podrían ser complementados hasta 2020 con el pedido de otros 15, estos últimos en lotes de cinco. El plan de adquisiciones va de 2015 a 2025 y los presupuestos que maneja la empresa dependiente de Fomento oscilan entre 1.096 y 2.642 millones de euros. Habrá un único adjudicatario y la previsión que manejan tanto el Gobierno como la propia Renfe es que las 15 unidades estén en manos del operador antes de que finalice 2018.
La cifra base responde a la adquisición de 15 trenes y 30 años de mantenimiento, subiendo a 2.061 millones en caso de que el pedido se amplíe a 30 trenes. El macrocontrato que ahora termina de diseñar Renfe, con asesoramiento de una ingeniería británica, también contempla una prórroga de diez años en el mantenimiento, con lo que los 15 primeros trenes con 40 años de cuidados por parte del adjudicatario se irían a 1.401 millones. La cifra ascendería hasta 2.642 millones si Renfe opta por hacerse con las 30 unidades de objetivo máximo y los 40 años de mantenimiento.
Pastor prevé el doble de demanda para el AVE en 2025
Los diez años que engloba el programa de compra de trenes de Renfe serán de franco crecimiento en clientes para la alta velocidad ferroviaria. Al menos así lo estiman la ministra de Fomento y la propia Renfe. "No podemos asegurarlo, pero estoy segura de que la demanda se doblará en los próximos diez años, y quizás me quedo corta", ha declarado Ana Pastor a pregunta de los periodistas. La previsión de cierre para 2015 es de 30 millones de usuarios, desde los 20 millones de 2011, una estimación que podría quedar pulverizada si la campaña de Navidad arroja cifras tan positivas como la de verano.
Ayudará en el objetivo de los 60 millones de clientes la entrada en servicio del AVE a Extremadura, Y vasca, el corredor entre Madrid y Galicia, o la llegada de la alta velocidad a Murcia o Granada.
Pastor ha puesto énfasis durante su encuentro con periodistas, al que también han acudido el presidente de Renfe, Pablo Vázquez, y varios directivos de la compañía, en lo novedoso de incluir el mantenimiento en el contrato de compra de trenes. "A la hora de adquirir flota es tan importante el precio del tren como el coste posterior de mantenimiento", ha afirmado la ministra. Por esta razón, buena parte del desembolso se realizaría a lo largo del plazo del contrato y no de forma inmediata. En todo caso, Renfe cuenta ya con una línea de financiación por 600 millones, recién firmada, de la que buena parte irá a sufragar el nuevo material rodante.
Producir en España puntúa
A la espera de que los pliegos vean la luz la próxima semana, Pastor ha adelantado que fabricar los trenes en España puntuará en el concurso "hasta los límites que nos permite la Unión Europea". La titular de Fomento también ha afirmado que se buscan "los mejores y más eficientes trenes": Estos tendrán una longitud de 200 metros, una capacidad mínima de 400 plazas (80% en clase turista y 20% de primera) y deberán rodar a 320 kilómetros por hora. Renfe elegirá la oferta que le ofrezca mejor coste por kilómetro operado, por lo que toma especial relevancia el citado presupuesto de mantenimiento.
Pero Renfe no se quedará al margen del cuidado de los nuevos trenes. Tanto la ministra como el presidente de la empresa han explicado que se reserva para el personal de Renfe el mantenimiento tecnológico, con lo que se exige transferencia de conocimientos al fabricante y se suman 1,2 millones de horas, en carga de trabajo, a los talleres de la firma pública.
Los 15 trenes del primer encargo deberán estar adaptado al ancho de vía europeo (UIC), dejando para los 15 adicionales la opción de que sus ejes estén adaptados al ancho UIC o tengan rodadura desplazable.
Además, Renfe pondrá en marcha la rehabilitación de diez unidades de Talgo serie VII para convertirlos en trenes de rodadura desplazable, con lo que podrían rodar por ancho europeo e ibérico.