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La entrada en Abengoa es la cuarta operación corporativa en dos años

Gonvarri refuerza con compras la base industrial de Gestamp

Interior de la planta de Hiasa, en Asturias (España), del grupo Gonvarri Steel Industries
Interior de la planta de Hiasa, en Asturias (España), del grupo Gonvarri Steel IndustriesGONVARRI

La siderúrgica burgalesa Gonvarri fue el germen, en 1958, de una gran empresa que hoy se conoce como Corporación Gestamp. Los hermanos Riberas Mera, Francisco y Jon, heredaron de su padre, Francisco Riberas Pampliega, una empresa de transformación del acero a la que, a partir de 1997, se le sumó Gestamp, la ahora fortísima fabricante de componentes especializados para la automoción que hoy suma unas 95 fábricas en 20 países de cuatro continentes.

La semilla Gonvarri se convirtió en Gonvarri Steel Industries, la división manufacturera de Corporación Gestamp. De esta matriz, también cuelgan la empresa de motor Gestamp y GRI, la división dedicada a las energías renovables.

La corporación Gestamp facturó, según fuentes de la empresa, más de 9.000 millones de euros en 2014, según fuentes de la empresa. Las últimas cuentas disponibles de la corporación en el Registro Mercantil son de 2013 y registran unos ingresos de 7.700 millones y un beneficio neto de 273 millones de euros. La filial más fuerte de la compañía es la dedicada a la automoción que cerró el año pasado con una facturación de 6.256 millones de euros, un 7% más que el año anterior y un beneficio bruto de 337 millones, con un incremento del 10,4% en el periodo. Gonvarri cerró el año pasado con unas ventas de 2.523 millones de euros y un Ebitda de 177 millones.

Pero no es Gestamp la que acapara los titulares esta semana sino Gonvarri, que es la que ha dado un paso al frente para estabilizar una Abengoa en caída libre a costa de sus acreedores. La metalúrgica ha apostado por la sevillana y ha comprometido 350 millones de euros, que depositará en la ampliación de capital de 650 millones que Abengoa realizará de forma inminente.

Gonvarri Steel se convertirá así en el primer accionista de la empresa de energías renovables, con un 28% del capital, desplazando ya de manera irrevocable a Inversión Corporativa como accionista de referencia. La banca ya había descabalgado a IC, es decir, a la familia Benjumea, del consejo de Abengoa y de los cargos ejecutivos en la empresa. Con la entrada de Gonvarri/ Gestamp, los Benjumea ceden a los Riberas cuatro de sus cinco asientos en el órgano de decisión. Se quedan con alrededor del 20% del capital.

La entrada de Gonvarri en Abengoa es una alegría para la comprada, porque la operación está condicionada a que la banca reabra los grifos de financiación a la sevillana y pueda volver a operar con normalidad. Pero para la propia siderúrgica, es un paso más en el refuerzo de su negocio a través de las compras, tal y como lleva haciendo casi dos años. La entrada en Abengoa es su cuarta operación corporativa desde enero de 2014, en una empresa que no se ha caracterizado por sacar el talonario con facilidad.

Cuentas y compras

Gonvarri cerró el año pasado con unas ventas de 2.523 millones de euros y un Ebitda de 177 millones, dentro de un grupo que factura más de 9.000 millones de euros. Las líneas de negocio de la compañía son la automoción, la seguridad vial, las estructuras solares y el equipamiento industrial y mantiene 30 plantas industriales en 15 países. El crecimiento no orgánico le ha servido para reforzarse en varios de ellos.

En concreto en Turquía. La empresa de la corporación Gestamp compró en enero del año pasado el 51% de las participaciones de Çepas, una empresa con fuerte presencia en el mercado turco de la construcción y seguridad vial.

No era la primera instalación de Gonvarri en Turquía. La primera la obtuvo en 2012 con la compra del 100% de la británica Steel & Alloy, que también le facilitó la entrada en Reino Unido con cuatro ubicaciones.

También el año pasado, después de dos años sin operaciones, cerró la adquisición de la compañía colombiana de estructuras metálicas CENO. La empresa tiene dos plantas de producción en Medellín y Barranquilla.

La última operación, el pasado mes de marzo, se desarrolla en sentido inverso. Además de reforzar su base industrial, la compañía quiso hacer más fuerte la división de renovables e incorporó a Mitsui, corporación japonesa con presencia en 67 países, como socio de su división especializada en la fabricación de torres y bridas para el sector eólico. De esta manera, la compañía japonesa adquirió un 25% de GRI, filial de Gonvarri, por un importe de 100 millones de euros.

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