La rentabilidad inicia su remontada en algunas entidades
Hay iniciativas que una vez que parecen que están institucionalizadas, van y se pierden. Eso es lo que aseguran algunos empleados de BBVA, que se habían acostumbrado a que el ya exconsejero delegado, Ángel Cano, les explicara en una especie de rueda de prensa los resultados trimestrales del banco. Su objetivo, según confesó hace alrededor de un año y medio la entidad, era ser más transparente. En ese acto, realizado única y exclusivamente para la plantilla tanto de España como de Latinoamérica, los empleados de la entidad tenían incluso la opción de preguntar.
Pues bien, parece que esa iniciativa se frustró con la salida de Cano. Su sustituto, Carlos Torres, de momento, no ha retomado esta medida, algo que los empleados echan en falta, más cuando la mayoría de la plantilla no conoce al número dos del banco. Eso sí, la responsable de BBVA de recursos humanos (ahora denominado Talent & Cultura), Donna DeAngelis, hace unos días decidió presentarse a la plantilla y explicar algunos objetivos y cambios que pretendía abordar en el grupo. Lo que pasa es que su intervención la realizó en inglés, con traductor simultáneo, algo que sorprendió a los empleados de la entidad, que no entendían como la responsable de las relaciones laborales con la plantilla de uno de los grandes bancos españoles no sabe español.
Por cierto, que hace tres semanas se vio a Ángel Cano corriendo junto a su mujer en el maratón de Valencia.
Cambiando de asunto. Va a ser muy complicado que los bancos medianos accedan a fusionarse con otras entidades más grandes. Están dispuestos a resistirse con uñas y dientes antes que desaparecer. Solo accederían si consiguen sentarse en el consejo de administración de alguno de los grandes que pretenden conquistarles y su banco se convierte en accionista del núcleo duro del grupo resultante. También admiten que no les hace mucha gracia lo de salir a Bolsa, menos a los bajos precios a los que cotizarían, lo que les convertirían en una presa fácil en el mercado. “Intentamos dar patadas hacia adelante con nuestros proyectos para salir a Bolsa”, reconocía la semana pasada un directivo de uno de estos bancos medianos.
Cita de altísimos ejecutivos de Popular y Sabadell
Alguna de estas entidades cuenta con ciertas ventajas para poder resistirse a una fusión ante un desplome de sus resultados por la presión de los márgenes: Unicaja. Varias fuentes financieras aseguran que, en un momento determinado, Unicaja podría estar dispuesta a vender Ceiss a otra entidad, lo que supondría una suculenta fuente de ingresos para la firma malagueña. Aunque también es cierto que ha sido Ceiss la causante de varios de los males de Unicaja. Estas especulaciones, no obstante, son totalmente desmentidas por fuentes próximas a la entidad. “Eso es un disparate”, afirman tajantemente.
La principal asignatura pendiente del sector, tanto en España como en Europa, y que el Banco de España volvió a recordar en su informe de estabilidad financiera es la rentabilidad. Si mejorase la rentabilidad del conjunto de las entidades posiblemente se dejaría de hablar de una nueva oleada de fusiones.
A cierre de junio el ROE (rentabilidad sobre recursos propios) del sector en España era del 5%, y ligeramente superior al 9% si se tiene en cuenta el negocio exterior de Santander y BBVA, sobre todo. Al mes de septiembre, y según los datos facilitados por las entidades en la presentación de resultados, solo un banco, Bankinter, cuenta con un ROE superior al 10%, en concreto, del 10,65%, frente al 8,31% que registró al cierre del ejercicio 2014.
Bankia prácticamente ha superado el 10% de ROE –su objetivo para cierre de año–, ya que a septiembre era del 9,9%. La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri ha sido la que ha experimentado un mayor crecimiento orgánico en este capítulo en menos de un ejercicio. En diciembre, su rentabilidad era del 6,6%, 3,3 puntos porcentuales menos que el pasado mes de septiembre.
Santander España (sin tener en cuenta sus activos inmobiliarios adjudicados ni su negocio de Santander Consumer en el país) también rebasó los dos dígitos, al situar su ROE en el 10,06%, frente al 9,88% de cierre de año. Aunque este porcentaje se reduce al 7,5% si se analiza el grupo consolidado.
Los ROE a septiembre de BBVA, del 5,4%; CaixaBank, del 4,1%; Popular, del 2,91%, o de Sabadell, del 5,96%, están aún lejos de los dos dígitos.
Y un apunte: ¿qué hacían comiendo altísimos ejecutivos de Popular y Sabadell, con sus respectivos máximos accionistas latinoamericanos, unos días antes de las elecciones catalanas del 27 de septiembre en Barcelona? Parece que de fusión no hablaron, declaran fuentes conocedoras de esta reunión.