Draghi, China y las tecnológicas dan alas al Ibex
Si el parqué fuera la pista de baile de una discoteca, podría decirse que China y el escándalo de Volkswagen habían encendido abrupamente las luces y apagado la música hace unas semanas. Los inversores se quedaron confusos, sin ánimo para seguir bailando. Pero ayer Mario Draghi volvió a hacer sonar la música con la invitación de correr con los gastos de la fiesta. El mercado tomó nota y vuelve a divertirse al son del BCE. El colofón del festín lo pone hoy el Banco Popular de China, que ha recortado por sexta vez desde noviembre los tipos de interés (otro 0,25% hasta el 4,35%) para apuntalar su crecimiento. Los bancos centrales pagan la cuenta, así que el baile sigue. Más aún si los resultados de las grandes tecnológicas en EE UU acompañan.
El Ibex 35 avanza un 1,07% en la sesión hasta los 10.476,3 puntos, por lo que logra un ascenso del 2,4% desde el lunes y alcanza máximos desde agosto. El selectivo regresa a terreno positivo en el año y sube ya un 1,8%. De cara a la próxima semana, Javier Urones, analista de XTB, no descarta que el selectivo "ataque al siguiente nivel de referencia, los 10.800 puntos que tan bien soportaron al índice en meses anteriores". El Dax alemán avanza un 2,7% en la sesión; el Cac francés, un 2,4% y el Eurostoxx 50, un 2,3%.
Las mayores subidas de la semana el el Ibex 35 son las de Inditex, que avanza un 8,7%, Acerinox (+5,8%) y Telefónica (+5,7%).El peor comportamiento de la semana lo registra OHL, que acaba hoy su ampliación de capital y desciende un 15,1 %. FCC baja un 9,2% y Bankinter, un 4,9% tras presentar resultados.
En el mercado secundario de deuda se han detenido las compras. El bono español a dos años ha llegado a entrar en terreno negativo en algún momento de la sesión del viernes por primera vez desde mayo, aunque cierra en el 0,012%. Su mínimo histórico lo marcó en abril al caer al -0,072%. La prima de riesgo cierra en los 117 puntos básicos, su nivel más bajo desde abril, tras anotar el interés del bono a diez años un nuevo mínimo desde mayo en el 1,62%.
El euro se deprecia un 2,8% en dos sesiones hasta los 1,1 dólares. José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi para España, avisa de que “si perfora de forma sostenida el soporte de los 1,106 dólares deberíamos pensar en un nuevo rango con suelo en niveles de 1,067”.
El impulso del BCE
El sentimiento del mercado parece haber cambiado con claridad. Según los expertos de Bank of America Merrill Lynch, “por primera vez desde febrero, los fondos de inversión en Bolsa, deuda y materias primas han visto entradas de dinero”.
A Mario Draghi y su disposición a ampliar los estímulos se debe gran parte de este entusiasmo. Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier, destaca que el BCE tiene ahora varias opciones para ampliar sus estímulos como cambiar la calidad creditica de los activos que compra o ampliar desde 60.000 hasta entre 70.000.
Los expertos de Barclays, por su parte, esperan que el programa de compra de deuda se alargue entre seis y nueve meses, es decir, hasta marzo o junio de 2017. Por esa tesis apuestan también los expertos de Citi, que destacan en un informe publicado el martes que el mercado descuenta ya un recorte de la facilidad de depósitos y una extensión, en tamaño o plazo, del plan de estímulos.
Más lejos aún van los expertos de Deutsche Bank, quienes prevén que el banco central rebaje a –0,3% (desde el –0,2% actual) la facilidad de depósito, extienda seis meses el plan de estímulos y además recorte en otros diez puntos básicos los tipos de interés de referencia, lo que los dejaría en el –0,05%.
Otras claves
Eso sí, en medio de la euforia generalizada que exhiben los mercados, algunos expertos se preguntan por la sostenibilidad de un rebote bursátil justificado, sobre todo, por la promesa de más estímulos del BCE. “A medio plazo, para que las subidas sean consistentes, estas deberán venir de la mano de una mejoría en la economía, que se traduzca en un impulso de los resultados de las empresas cotizadas, mientras que la situación actual, con una dependencia absoluta de los mercados de la liquidez procedente de los bancos centrales, no puede ser buena a largo plazo”, aportan desde Link Securities.
Así, la presentación de resultados corporativos, que la próxima semana cogerá velocidad a ambos lados del Atlántico, y la publicación de datos macroeconómicos serán decisivos para que el rebote continúe en las Bolsas. De momento, en EE UU están convenciendo las cuentas de las grandes empresas tecnológicas. Hoy Google sube un 8%; Microsoft, un 10%; Amazon, un 7,8%... Esto permite que el Nasdaq tecnológico avance más de un 2% en la sesión. Pero, por supuesto, los bancos centrales también asumirán protagonismo. El miércoles se reunirá el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed y el Banco de Japón hará lo propio el viernes.
Las expectativas para ambos encuentros no pueden ser más diferentes. Del organismo presidido por Janet Yellen casi nadie espera una subida de tipos. El mercado le da apenas un 6% de probabilidades, según Bloomberg. Del banco central nipón, sin embargo, sí se aguardan novedades, más ahora que el BCE anticipa una política más expansiva. Los expertos de Barclays prevén que eleve sus compras anuales de deuda de los 80 billones de yenes actuales (unos 598.000 millones de euros) a entre 100 y 110 billones (entre 748.000 y 8229.000 millones de euros), lo que representaría entre el 20% y el 22% del PIB japonés.
Por si estas fueran pocas referencias para poner a prueba el rebote, la próxima semana se celebra también la reunión del 18º Comité del Partido Comunista chino donde se aprobará el primer plan quinquenal (2016–2020) del gigante asiático bajo la presidencia de Xi Jinping. El objetivo de crecimiento que establezca el país para este periodo o las posibles reformas de las empresas públicas estarán entre los puntos del orden del día de un encuentro que el mercado seguirá con especial atención. El sexto recorte de tipos desde noviembre convence al mercado del margen de acción del gigante asiático para sostener su economía.
Mientras, el barril de petróleo Brent cae otro 4,8% hasta los 48 dólares, su mayor descenso desde agosto. A las materias primas denominadas en dólares les perjudica la fortaleza del dólar. El oro cae un 1,3% semanal y el platino, un 1%.