Emprendedores de carrera y vocación
El porcentaje de mujeres emprendedoras es aún muy bajo y cae al 17%.
De aquellos que emprenden un negocio en estos tiempos se dice de todo. Desde presentarlo como la única alternativa al paro, hasta tacharlos de locos o inconscientes, pasando por ser una moda pasajera. Cada cual hace su crítica, pero los datos hablan también y en España, para asombro de algunos, hay talento y del bueno.
María Benjumea es la fundadora de Spain Startup, empresa que ejerce de nexo de unión entre inversores y emprendedores y organizadores del South Summit, celebrado la semana pasada en Madrid. Para ella, “emprender no es una moda, es una realidad que ha calado en nuestro país y que es consecuencia del cambio estructural que estamos viviendo”.
Hace unos días, pasaron más de 12.000 personas por este encuentro empresarial que, además, ha contado con el apoyo de numerosas instituciones públicas, así como del Gobierno y la Casa Real. “Allí se dieron cita 650 inversores en busca de ideas, 100 de ellos, internacionales”, cuenta Benjumea. Pero también se premiaron las 100 mejores ideas, aquellas que, a buen seguro, pronto sonarán a todos.
Afirma la presidenta que “cada vez más, las instituciones son conscientes de la importancia de apoyar a las startups” y recuerda que “la sociedad necesita emprendedores”. Por todo ello, confían en una respuesta rápida de la Administración para facilitar las cosas “tanto a los que deciden comenzar un negocio como a aquellos que quieren apoyarles, como es el caso de los business angels”. Para tal fin, proponen rebajas fiscales.
Gracias al trabajo realizado, Benjumea puede esbozar un retrato robot del emprendedor español: joven en torno a 30 años, hombre en su mayoría, con formación superior y experiencia laboral previa. “Sorprende saber que solo el 1% de los 1.800 proyectos empresariales presentados en South Summit provienen de gente que estaba antes en el paro”, asegura. Ya no es solo cuestión de parados, mito desmontado.
Además, parece que lo de emprender es vocacional, ya que “seis de cada 10 afirma que siempre quiso montar una startup”, asevera. Sin embargo, hay otro dato que preocupa: “El porcentaje de mujeres emprendedoras no solo continúa siendo muy bajo, sino que en este último año ha caído, pasando del 19% al 17%”, apuntan desde la organización.
Financiación a vueltas
A pesar de que la financiación sigue siendo el principal reto al que se enfrenta un emprendedor, el estudio realizado refleja que la búsqueda de socios estratégicos e inversores privados gana cada vez más adeptos. Es más, “las corporaciones líderes están cada vez más abiertas a la innovación a través de acuerdos con startups”, indican. Lo de rogar al banco un préstamo está dejando hueco a fórmulas como los fondos privados o los business angels.
María Benjumea hace hincapié en otro punto de vital importancia: “Detrás de cada idea, de cada emprendedor, generalmente, hay un equipo que le apoya”. Personal con enorme potencial que apuesta por ese proyecto y confía en la idea tanto o más que su creador. Por esta razón es vital que las empresas incipientes puedan favorecer y retener este talento y para ello, sería conveniente cualquier ayuda o premio fiscal.
Y otro dato más, la mitad de los emprendedores consultados ya había lanzado una empresa antes y un 6%, más de cinco proyectos. A pesar de que el 61% no consiguió sacar adelante su anterior idea, uno de cada cuatro logró venderlo con éxito y empezar de nuevo otra cosa. El emprendimiento parece que puede ser también una carrera.