Los porqués de la falta de financiación para proyectos de agricultura
Los inversores de capital riesgo suelen decantarse siempre por proyectos vinculados con la tecnología, que les garantizan un crecimiento más rápido
Invertir en agricultura puede que no resulte demasiado rentable. O eso al menos es lo que piensan los inversores de capital riesgo, que por lo general apuestan por los proyectos de corte tecnológico a la hora de inyectar recursos y dinero. A cambio reclaman un par de condiciones a las empresas beneficiarias: escalabilidad y rapidez de crecimiento. Sólo las compañías relacionadas con las nuevas tecnologías e internet tienen esta posibilidad.
También se valora la capacidad para encajar en otros mercados geográficos y la posibilidad de generar negocio. Nada que ver con el modelo que presenta la agricultura. En este caso los beneficios, en el caso de llegar, serían a largo plazo, y su arraigo geográfico no le permite asentarse en otros territorios. Es cierto que el producto puede exportarse, pero no el proceso de cultivo ya que dependerá sobre todo de las condiciones del terreno y de la climatología. No suelen ser iguales en todo el mundo.
Todo esto no pasa desapercibido para los inversores de capital riesgo, que apenas dedican un 1% de sus operaciones al ámbito de la agroalimentación. En el lado contrario de la balanza se localizan las startups de base tecnológica, que el año pasado obtuvieron 320 millones en rondas de financiación, según el Instituto de Capital Riesgo. Por su parte, sólo 8,5 millones fueron a parar al sector alimenticio.
Pensar con optimismo
Pero no todo serán malas noticias para el mundo del campo y la agricultura. En Navarra los emprendedores cuentan con una aceleradora, Orizont, que se ocupa de prestar apoyo a las compañías del ámbito agroalimentario. El objetivo es facilitar los medios adecuados para que estas empresas se acaben convirtiendo en referentes del mercado.
Sólo en la comunidad este sector moviliza unos 3.000 millones de euros a través de las 1.300 corporaciones que se ocupan de dar trabajo a 25.000 personas. Orizont es un organismo dependiente de Sodena, que pertenece al Gobierno de Navarra.
Un proyecto similar también ha conseguido hacerse un hueco en Extremadura gracias a Agrotech Startup, en donde se busca impulsar el desarrollo de proyectos de I+D vinculados con la agricultura. Ha colaborado con 100 propuestas dotándoles de unos 50.000 euros a cada uno.