Cuidado, llegan los ‘knowmads’
En 20 años los robots coparán la mitad del empleo en Alemania El conocimiento es lo único que no puede ser sustituido por máquinas
El mundo tendrá forma de reloj de arena. Lo dicen los expertos, tras analizar distintas variables, pero la principal es que todas las personas del planeta gracias a las nuevas tecnologías, que llegarán a los lugares más insospechados, a la globalización y a la hiperconectividad podrán formar parte del tramo superior de la pirámide. Lo que determine el futuro de una persona no dependerá, dicen, del entorno de nacimiento, ni de crecimiento, sino de las ganas que cada uno tenga de ascender en el mundo laboral. Se entra de esta manera en la era de la meritocracia. El escenario para que todo esto estalle es 2020, que es cuando Google estima que casi toda la población del mundo estará conectada a internet. Y es ahí, donde los mismos expertos dibujan el perfil de un nuevo profesional, el knowmad.
El término es un neologismo que combina las palabras know (conocer, saber) y nomad (nómada), concentra las características que ha de tener esa persona para hacer frente a los nuevos retos profesionales, ser un nómada del conocimiento. La definición fue creada por el experto en mercado laboral John Moravec, fundador de Education Futures LLC, para referirse a los trabajadores nómadas del conocimiento y de la innovación. Este tipo de profesional se caracteriza por ser innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar. Porque un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja competitiva con respecto a otros trabajadores.
“No es una moda, ni un término pop-up que nace, eclosiona y rápidamente muere. A la palabra knowmad le pasa como a millenial, sirve para designar algo, pero lo que le mantiene y mantendrá en el tiempo es la riqueza de contenido y masa real (cantidad de gente) que tiene detrás”, afirma la profesora en marketing digital del IEDE Business School, Raquel Roca, autora del libro Knowmads, donde sostiene que todo aquel que viva en esta era está llamado a desarrollar una serie de destrezas y habilidades para desenvolverse en un mundo “hiperconectado e hiperdigitalizado”.
Respuesta a la automatización
Sirva un estudio elaborado por el banco ING-DiBa que predice que en solo dos décadas los robots coparán 18 millones de empleos en Alemania, cerca de la mitad del total. El desarrollo de la robótica permitirá a la industria reemplazar el 59% de los puestos actuales de trabajo por robots, parece ser que más productivos y rentables que los humanos. Sin embargo, por mucho que avance la tecnología hay cosas que las máquinas nunca van a poder ser capaces de hacer, y esto tiene que ver con los trabajos creativos, innovación, resolución de problemas… Y es ahí donde entra en juego el conocimiento. O lo que es lo mismo: la comprensión de datos e información, siempre puesta al servicio de la innovación e imaginación.
¿Pero qué es lo que caracteriza a un knowmad? Varios expertos, con Moravec a la cabeza, han dibujado una serie de características, en lo que denominan pasaporte de habilidades. Al contrario que el millenial (nacido entre 1981 y 1995), no tiene edad, cualquier persona está capacitada para tener mentalidad nómada. Tampoco entiende su trabajo como trabajo, entiende lo que hace como un oficio que le gusta, no como un medio para ganar dinero, y lo que hace forma parte de su vida. Busca la satisfacción por encima de todo.
Es generador de ideas, tiene recursos para salir adelante en cualquier situación. Además de imaginativo tiene la capacidad de transformar todo aquello que imagina en ideas productivas. Eso sí, ese sentimiento de libertad hace que no le guste recibir órdenes.
Compartir el conocimiento
El knowmad domina las nuevas tecnologías, comprende su funcionamiento y las aprovecha en su beneficio, ya que aprende de ellas. Una de sus principales habilidades es que transforma la información en conocimiento y la comparte, es una especie de guía que avisa sobre lo que está sucediendo. Maneja con soltura las redes sociales y, por tanto, comparte información, lo que le hace estar siempre al tanto y alerta de lo que sucede en el mundo. Sabe que el talento y el éxito dependen de esa pertenencia a redes del conocimiento.
Al contrario de lo que puede parecer, no es un ermitaño, al que le guste la soledad: le puede gustar trabajar en solitario (desde cualquier lugar, una cafetería, una playa o la misma oficina), pero le importan las personas. Sabe que son importantes, porque generan conocimiento y los transmiten.
Tiene además una gran capacidad para adaptarse, para resolver problemas, es una persona muy versátil y competente porque gracias a esos conocimientos puede hacer frente a todo tipo de conflictos. Cree firmemente en que el aprendizaje es para toda la vida, sabe que siempre tendrá que estar formándose por distintas vías (universidad, escuelas de negocios, internet, libros…). “Al asumir este hecho es capaz de aprender y desaprender con más facilidad en función de sus inquietudes o de las necesidades que vayan surgiendo”, explica Roca en su libro. Y es esta capacidad para actualizarse lo que le convierte en un profesional adaptable y moldeable, perfecto para los entornos laborales, en lo que prima la diversidad y la innovación constante.
No le asusta el fracaso ni experimentar, lo que no está exento de errores. Los asume, aprende de la experiencia y avanza. Otra de las características, y una de las más importantes, es que es responsable de sí mismo. Por lo tanto, líder de él mismo, que no espera que sean otros, “la empresa, el Estado… los que vengan a buscarle”, explica la autora de Knowmad. No deja en manos de otros su futuro profesional.